El aspecto con el que más me identifico de Nina Simone es su sensibilidad, su capacidad de ser increíblemente poderosa y también increíblemente vulnerable. Sabía lo que valía. Peleó por los derechos de su música, peleó por sus regalías, que de hecho eran suyas. La gente la quería hacer a un lado, tratándola como una negra loca y enojada. Pero esas canciones eran suyas. Las interpretaciones eran suyas. Se merecía todo aquello por lo que peleaba.
Eso es algo que tengo en mente: en esta industria, tenés que cuidarte la espalda. Ella quería amor, conexión, sentir que valía. Quería ser escuchada. Quería justicia. Quería hablar de las cosas de las que nadie hablaba en la música.
Una razón por la que ella me inspiró fue que ella no se desesperó por la necesidad de ser exitosa comercialmente. Creo que ella estaba muy enojada por cómo la habían bloqueado, pero al final no importaba. Lo que entendimos después es que estaba haciendo las cosas a su manera. Era ella misma, sin importar lo complicada o desastrosa que pudiera verse por momentos. Esa era ella.
La primera canción de Nina Simone que escuché probablemente fue “Feeling Good”. Me acuerdo de ser chica y que me gustara mucho la calidad de su voz. Era algo que me sentaba a escuchar y para lo cual estaba presente. No me crie con mucho acceso a vinilos ni CD, así que cada vez que me enteré de algo nuevo de ella, fue por estar en el mundo.
Cuando se desarrolló YouTube aprendí mucho más sobre su catálogo y sobre ella. Hay imágenes de ella haciendo “Stars” en el Montreux Jazz Festival en 1976. Es una canción de Janis Ian, y ella y Janis eran muy amigas. La manera en la que la cantaba Nina era muy visceral, como si estuviera cantando sobre su vida, aunque ella no hubiera escrito la letra. “Backlash Blues” y “I Wish I Knew How It Would Feel to Be Free”, de ese show, me dan escalofríos.
Cuando sale al escenario [en ese show del Montreux Jazz Festival] está claro que no quería estar ahí. No sé lo que pasaba en backstage obviamente, pero cuando ella sale está de malhumor y cambia las letras. Transforma la música (que yo creía que conocía) en algo mucho más personal. Podés verla atravesar tristeza, bronca, alegría y poder. Le brota de los ojos. Podés ver cómo cambia por completo. Cuando llegás al final del show, ella está bailando. Es increíble, y es algo real, que la gente puede seguir viendo.
Tocar en vivo es tocar en vivo, pero yo creo que ella hacía algo más. Y eso es algo que yo también quiero hacer. No es solo el dinero. No es solo poder ir a lugares por tu nombre, tus premios o logros. Es poder tocar, es ser aceptada de la manera en que verdaderamente soy. Es inspirador.
Ella era todo eso. Era malhumorada, vengativa, problemática. Pero era un ser humano. En nuestra cultura en especial, queremos que las superestrellas sean perfectas. Ella es una superestrella, un ícono, que es cualquier cosa menos perfecta.