Desafío: cómo es el aprendizaje de un idioma en tiempos de tapabocas
Sin lo gestual, se debe apelar a diferentes estrategias para enseñar una lengua extranjera
diendo alemán para entrar el año próximo en un colegio secundario. A pesar de que sabía que no sería nada fácil, el contexto lo vuelve aun más complicado: sin poder ver detrás del barbijo cómo la maestra pone la boca o posiciona la lengua, el aprendizaje de ese idioma se vuelve un verdadero desafío. Algo parecido pasa con los estudiantes más pequeños que aprenden o se relacionan con el inglés por primera vez. Ni hablar cuando se trata de un idioma como el chino mandarín, que muchos colegios bilingües han incorporado como materia obligatoria en varios secundarios (y en algunos casos, primarios). Sin dudas, el uso de tapabocas es un escollo necesario dada la situación sanitaria, que plantea nuevos desafíos a la hora de enseñar y aprender un idioma desde cero.
“Sin duda la enseñanza de un idioma es mas complicada en este contexto. Como docentes, hay que apelar a otras herramientas”, sostiene Ana Kuo, presidenta de la Asociación Cultural Chino Argentina, institución que da clases de mandarín en ocho colegios y en su sede de Belgrano. Kuo asegura que la distancia es una poderosa herramienta, aunque a veces solo puede aplicarse cuando se trata de clases individuales en la asociación.
“Hay sonidos que sí o sí tenés que ver la boca de quien los emite, donde es más efectivo mostrar que escuchar. En esos casos la distancia es una herramienta. En la sede de la asociación solo damos clases individuales a adultos, entonces ahí es más fácil porque el profesor se va a una punta, se baja el barbijo, y lo muestra. En los colegios lo que hacemos primero es tratar de usar otro idioma que ya conocen como el inglés, para llegar a explicar lo mismo. Lo hacemos con los sonidos que llamamos explosivos, con la “t” o la “p” . Pero hay algunos que ni siquiera podemos explicarlos apelando al inglés y en esos casos, solo cuando es estrictamente necesario, el docente se distancia lo más posible de los alumnos, se baja el barbijo y lo muestra”.
La máscaras trasparentes también suelen ser un aliado para la enseñanza, porque a través de ellas es posible ver la posición de la boca o la lengua. “En algunos colegios es obligatorio usar barbijo y máscara, lo que te obliga a forzar mucho más la voz. Como con el barbijo puesto es muy difícil mostrar la forma de la boca o cómo posicionar la lengua, lo que hacemos, siempre manteniendo la distancia, es bajar un poco el barbijo y con la máscara puesta mostramos cómo es y nos volvemos a poner el tapabocas. El problema es que la máscara genera eco, y nos escuchamos más a nosotros mismos que los alumnos y muchas veces no se entiende la pronunciación”, describe Ema Zhu, docente de chino mandarín.
La corrección también es todo un desafío, ya que bajo ningún concepto el niño puede bajarse el barbijo. “Los sonidos se escuchan y si no se entienden, entonces hay que volver a pronunciar hasta que salga bien. Otra cosa fundamental es la colaboración de los chicos: en una clase grupal cuenta mucho el vinculo entre docente y alumnos. Si cooperan, se puede dar la clase con cierta normalidad. Pero si se descontrola un poco se hace mas engorroso porque además con el barbijo puesto no sabes quien habla, quién hace ruido, y los sonidos interfieren mucho. Hoy más que nunca se necesita absoluta silencio”, destaca Kuo y sostiene que como en varios colegios los cursos están dividios en burbujas, al ser menos chicas, ayuda a la enseñanza.
Otros recursos que apelan los docentes de idiomas son los tecnológicos, que se volvieron verdaderos aliados para la enseñanza y aprendizaje de lenguas extranjeras. Algunos incluso ponderan las clases por Zoom, sin tapabocas de por medio. Una metodología que Tomás aplica para su ingreso al secundario, y le permite juntar las ventajas de ambas. “La presencial es más entretenida, pero len a virtual estás sin tapabocas y es mejor, así parece que aprendés más”, resume, y destaca también que la maestra se apoya en el inglés para explicar algunas sonidos en alemán.
El papel de las neuronas espejo
En neurociencias se habla mucho últimamente de las neuronas espejo, que son fundamentales para aprender todo lo que tiene que ver con habilidades sociales, empatía y capacidad de lectura facial. Según los especialistas, tienen un rol preponderante en lo que es la lectura de intencionalidad del otro. Gracias a ellas lloramos cuando vemos una película triste, o nos contagiamos la risa de un amigo. Esas neuronas son especialmente importantes en el desarrollo de los niños pequeños que son capaces, por imitación, de utilizar y reconocer cientos de expresiones emocionales. Por ejemplo, la sonrisa sirve como un asertivo de que el interlocutor está de acuerdo o a gusto con la conversación, o por el contrario, una mueca puede decir t lo opuesto. “El tapabocas no representa una interferencia en el lenguaje, sino en la comprensión del vínculo social. Todo lo que tiene que ver con lo gestual se ve interferido, pero aquellos niños que estén en situación de aprendizaje perfectamente van a poder aprender los conceptos de matemática o de lengua -plantea Andrea Abadi, psiquiatra infanto-juvenil y directora del Área de Neurodesarrollo y Condición del Espectro Autista de Centro Cites de Ineco-. Lo que sí puede suceder es que los más pequeños estén molestos y demasiado pendientes del tapabocas, generando una interferencia a nivel atencional -reconoce-. Además, está comprobado que los niños sienten mucha más motivación cuando pueden observar toda la cara del docente y no solo sus ojos. Y lo mismo le sucede a los docentes, que aprecian mucho mejor la intencionalidad del niño con la cara descubierta”.
A pesar de que no interfieren con la transmisión de conocimiento, para Abadi, cuando se trata de aprender un idioma, donde lo gestual cumple un papel fundamental, entonces el aprendizaje sí se ve afectado. “Todo aquello que tenga que ver con la ubicación de la lengua dentro del paladar como puede ser un idioma extranjero donde se utiliza mucho la apoyatura gestual para poder enseñar, con el tapabocas se va a ver interferido -confirma Abadi-. Sin embargo se pueden utilizar o bien tapabocas trasparentes de acetato que permiten la visión de la cara, los labios y la lectura gestual, o apelar a algunos recursos a través de la web que pueden utilizarse para suplir el impedimento del alumno de observar la boca del docente. Esto se puede hacer a través de videos o programas que dan la fonética de los vocablos o letras y a veces también corrigen las pronunciaciones. Sin duda, esta situación nos invita a buscar los recursos disponibles y pueden ser una buena estrategia de apoyo a la hora de estudiar un idioma”, dice la especialista de Ineco.
Otra cuestión muy útil es compartir estrategias. “Entre nuestros docentes hay un trabajo colaborativo y se comenta lo que le funcionó a uno para que el otro lo tome. Estamos en una situación inédita, donde es necesario apelar a la creatividad”, dice Kuo. Acaso, quienes trabajan hace mucho con niños, saben que ellos mejor que nadie poseen una “plasticidad cerebral” que permite suplir cualquier obstáculo. Incluido el tapabocas.ß
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