¿Te preocupa el aumento de peso durante esta época? Es normal
El coronavirus y sus cuarentenas nos cambiaron el cuerpo; aprender a manejar el estrés de retomar la vida con unos kilos extras es importante para afrontar la situación
NUEVA YORK (The New York Times).– Volver a la vida previa al distanciamiento social va a ser una gran alegría. La vuelta a los pantalones sin elástico, quizá no tanto.
El coronavirus cambió muchas cosas en la vida de las personas, lo que incluye, para muchas de ellas, su cuerpo. Los gimnasios cerraron, las guarderías desaparecieron y, aunque la comida se convirtió en un consuelo para algunos, a otros se les fue el apetito debido a la ansiedad. La dieta mediática de un año de malas noticias también puede haberles sacado una o dos arrugas nuevas. Estas son solo las cosas que pueden haber ocurrido al seguir las recomendaciones de distanciamiento social.
Si has sentido inquietud por tu aspecto durante el confinamiento, debes saber que no eres la única persona que se ha sentido así. En enero, David Frederick, profesor adjunto de psicología de la salud en la Universidad de Chapman, pidió a voluntarios que describieran cómo influyó la pandemia en su imagen corporal. El 48% de las mujeres encuestadas dijo que la pandemia había contribuido a generar sentimientos negativos sobre su peso. Cuando se les preguntó cómo se sentían en general en cuanto a su atractivo, el 43% de las mujeres y el 26% de los hombres afirmaron que el Covid-19 influyó en su percepción de manera negativa.
Estas sensaciones pueden tener distintos orígenes, entre ellos las rutinas de ejercicio interrumpidas o el tiempo adicional que pasamos frente a las pantallas. Investigadores en Gran Bretaña, en un estudio publicado en la revista Personality and Individual Differences en febrero, propusieron la premisa de que consumir más contenido de medios –que tiende a favorecer cuerpos esbeltos– podría contribuir a la ansiedad por la imagen corporal. Los investigadores también descubrieron que el encierro ha contribuido especialmente a desencadenar conductas dañinas, como los atracones, en quienes lidian con un trastorno alimentario o con antecedentes de trastornos alimentarios.
Pero no tiene por qué ser así. “Estás bien; tu cuerpo está bien”, dijo Joy Cox, quien estudia en la Universidad de Rutgers el estigma que existe en torno al peso. “La verdad no creo que lo digamos con la frecuencia suficiente”. En lugar de pensar en las imperfecciones de tu cuerpo, ¿por qué no te concentras en el hecho de que tu cuerpo te sostuvo mientras atravesabas una pandemia mundial y te permitió llegar hasta este momento y ser un superviviente? Eso es extraordinario y vale la pena celebrarlo.
A continuación, te decimos cómo acallar esa crítica interior mientras te preparas para volver a salir al mundo. Tómate un momento para pensar en la parte de tu cuerpo que te molesta. Luego piensa en el origen de esa ansiedad. Lo más probable es que alguien te haya dicho que esa parte de tu cuerpo era un problema, dijo Cox.
“Si fue un miembro de la familia quien dijo: ‘Ay, mira esa gordura’”, explicó, esa persona podría estar cargando con la percepción que otros tienen de su propio cuerpo, y no necesariamente con lo que esta piensa de sí misma.
Lo que importa es lo que tú piensas de tu cuerpo porque, sencillamente, tú eres quien vive en él. Cox te insta a despojarte de la negatividad que otros han implantado y a empezar a enfrentarte a tu cuerpo con hechos. ¿Esos muslos? Son fuertes y te han cargado durante kilómetros. ¿Tus brazos? Pueden cargar las bolsas de la compra en un solo viaje. ¿Tu cuello? Sostiene un cerebro lleno de información importante.
Si tu propia mente escupe pensamientos negativos, intenta practicar “detener el pensamiento”, una técnica que se utiliza con frecuencia en la terapia cognitiva conductual, dijo Cox. Cuando un pensamiento negativo sobre tu cuerpo aparezca en tu cerebro, di: “Detente”. A continuación, sustituye ese pensamiento por otro positivo. Por ejemplo: si estás de pie frente al espejo y notas la grasa de tu vientre, detén ese pensamiento y recuerda que tu cuerpo ha gestado a un bebé o ha corrido maratones.
Escapar de las dietas
La cultura de la dieta está en todas partes: por ejemplo, en los términos “los 15 de la cuarentena” o “los 19 del covid” o los “coronakilos”. Estas frases que hacen referencia al aumento de peso impulsaron la idea en las redes sociales y en los sitios de cultura popular de que, en medio de las enfermedades masivas, el desempleo y otros males pandémicos, un aspecto que merecía tu energía emocional era mantenerte lo suficientemente delgado para entrar en tus pantalones de mezclilla.
Aunque nadie haya encontrado nunca ningún defecto en tu cuerpo, lo más probable es que hayas asimilado ideas sobre cómo deben ser los cuerpos. Es muy posible que esas ideas estén muy apartadas de nuestra salud real. Estas ideas están relacionadas con la necesidad incesante de vender productos dietéticos, afirmó Connie Sobczak, cofundadora y directora ejecutiva de Body Positive, una organización sin fines de lucro que lidera la capacitación respecto a la positividad corporal. La creación de una jerarquía de cuerpos buenos, mejores y superiores genera oportunidades de mercado para vender lo que necesitamos para conseguir esos cuerpos
Analiza bien tu consumo de medios de comunicación y redes sociales. Considera la posibilidad de dejar de seguir o silenciar a los amigos, influentes y celebridades que promueven la delgadez. ¿Un paso adicional? Denuncia (aunque solo sea para ti mismo) los ejemplos de gordofobia en programas de televisión, películas y demás. Cuando empieces a señalar de manera intencional la cultura de la dieta cada vez que la veas, te sorprenderá cómo ha impregnado nuestro discurso diario.
“Necesitar ropa nueva porque la vieja ya no te queda no es una señal de fracaso personal, en especial durante una pandemia”, comentó Cox. Usar ropa que no te queda bien no solo es incómodo, sino que te cohíbe. Si puedes darte el lujo de comprar algunas cosas nuevas, compra prendas que te hagan sentir bien, dijo Sobczak.