Tiempo de domos: refugios burbuja para (re)conectar con la naturaleza
Aliados del glamping, son los más elegidos en épocas de pandemia para escapadas en entornos agrestes
uy a tono con el concepto de burbuja instalado por la pandemia, los domos se imponen como hábitats que facilitan la reconexión con la naturaleza. Económicos y fáciles de instalar, cuentan con el equipamiento necesario para unos días de relax en entornos agrestes y unas noches de ensueño bajo las estrellas. Literalmente. La estructura de vidrio y madera, envolvente, invita a vivir una experiencia nocturna particular, con el cielo como techo.
Los domos son los nuevos protagonistas del glamping, la tendencia que combina glamour y camping. Se trata de dispositivos de formato geodésico que ofrecen lo mejor de los dos universos: servicio de hotel de categoría y destinos alejados al aire libre. En tiempos de incertidumbre donde muchos buscan alternativas antiestrés y distancia social garantizada, esta propuesta resulta atractiva y disruptiva a la vez. Los sucesos se aceleraron, y las opciones para alojarse de forma segura también: ahora son una oportunidad para reinventar la escapada.
Corcho, celulosa y materiales ecológicos conforman los pilares constructivos de los domos cuyas medidas estándar van desde los 20 a 30 metros cuadrados si están proyectados para emprendimientos turísticos. Por su versatilidad también se usan en festivales, muestras, exposiciones y fiestas al aire libre. Entre el catálogo de beneficios sustentables, estos dispositivos abovedados reducen la huella de carbono, garantizan durabilidad y requieren poco mantenimiento. Además, son ignífugos y su revestimiento de celulosa inyectada promueve el aislamiento térmico y acústico.
Domos Córdoba (@domoscordoba) es uno de los emprendimientos que diseña y fabrica las estructuras que luego se integran a distintos paisajes. Desde la Patagonia y las sierras cordobesas hasta la provincia de Buenos Aires y el Festival Lollapalooza, entre otros escenarios. Al frente de la movida están Juan José Sánchez (30) y Juan Ignacio Olveira (33), junto al arquitecto Armando Gross, especialista en bioarquitectura. Con más de 170 domos instalados, los socios estiman en $65 mil pesos el costo por metro cuadrado.
El tiempo de instalación varía entre uno o dos meses y cada propietario elige el diseño de interiorismo y el equipamiento. “Estamos recibiendo más consultas que las habituales. La pandemia impulsó el interés y la gente busca cada vez más propuestas amigables con el medio ambiente. Estas estructuras son antisísmicas y aerodinámicas, ideales para la alta montaña: se adaptan a climas extremos”, explican.
Bajo las constelaciones
Esta ventaja fue la que tuvieron en cuenta Ena Borsani y Facundo Faccio, de Domos Moquehue (@domosmoquehue), un lodge instalado en el corazón de un bosque milenario de araucarias. Frente al arroyo Quillahue, los domos se incorporan al paisaje de Villa Pehuenia imprimiendo una huella futurista, sobre todo a la noche, cuando se transforman en faroles andinos y el único sonido que se escucha es el agua de deshielo. “Desde febrero que tenemos todo completo para Semana Santa, notamos más interés que el de costumbre”, destaca Ena sobre sus burbujas deco. Entre los amenities hay jabones y detergentes biodegradables y shampoo y acondicionador sólido y artesanal.
Tiburcio Begue y Martina Rodríguez, de Bariloche, buscaban un lugar para pasar unas mini vacaciones. La pareja, él publicista y ella psicóloga, quería algo especial para bajar un cambio. Y descubrieron en la propuesta de Moquehue lo que necesitaban: “Fuimos a desconectar. Todo está pensado para lograrlo, dormimos bajo las estrellas porque ahí no hay contaminación lumínica. Fue espectacular. Como la estructura es esférica la estufa a pellet, ecológica, tardó apenas unos minutos en aclimatar el espacio”, comenta el publicista.
“Tanto el equipamiento como el diseño interior fueron especialmente seleccionados en función de un desafío: ambientar los domos con una estética cordillerana bajo la filosofía cruelty free. La consigna fue clara: Sin cueros ni textiles que provengan de animales”, destaca Cynthia Piazzoni, interiorista referente de la Patagonia.
“Me sentí segura y protegida del viento. Pero a la vez, inmersa en la Naturaleza. Sin necesidad de trasladarme para disfrutar el paisaje”, plantea Nora Hernández, contadora, que viajó desde Lanús a Villa Pehuenia.
Desde El Chaltén reporta Vero Palazzo, creadora de contenido digital: “Queríamos vivir una Patagonia con mucho contacto con la naturaleza pero sin perder ciertos detalles que valoramos un montón: una ducha caliente, una cama de esas de las que te cuesta salir y una deco que potencia cada rincón”, dice sobre su estadía en Chalten Camp. Y aclara: “El sonido del viento a veces se siente fuerte, la calefacción es únicamente por salamandra. La electricidad es limitada a ciertos horarios. Son detalles propios de estos lugares alejados, pero se priorizan otras cosas. Amamos pasar dos noches acá”.
El padre de la criatura
Mucho antes que la bioarquitectura difundiera sus principios de eficiencia y funcionalidad, Richard Buckminster Fuller (1895-1983) se consideraba un científico del diseño anticipatorio integral. Arquitecto, inventor y activista por el medio ambiente, Fuller desarrolló la cúpula geodésica, símbolo futurista por excelencia, una figura geométrica en la que la mayor área puede cubrirse con la menor cantidad de material y sin necesidad de cimientos. El dispositivo fue estrenado en la Biosfera de Montreal, el pabellón de los Estados Unidos para la Exposición Mundial de 1967. Su diseño hoy es sinónimo de refugio rústico y agreste, resistente, fácil de montar y trasladar y que requiere de pocos materiales. Un legado milenario que a su vez se remonta a las rucas (casa mapuche), los tipis (tiendas con pieles de bisonte de los pueblos nómadas de Estados Unidos) y otras construcciones esféricas.
Desde el sitio Glamping Hub, la start up española de reservas de alojamientos atípicos, señalan que se duplicaron los geo domos: “Incluso considerando solo enero y febrero de 2020 frente a 2021, percibimos un aumento de más del 200% en la cantidad de domos agregados. La tendencia ya venía en alza pero se disparó por la pandemia”, explica Olivia Grafton, del equipo de marketing de la compañía.
De capricho boutique a necesidad, de propuesta excéntrica a solución los domos ganan terreno.