Vajilla vintage: el toque Bridgerton a la hora del té
La serie ambientada en la Inglaterra del siglo XIX disparó las ventas y las búsquedas relacionadas con esta ceremonia
¿Cuántos millennials darían hoy cualquier cosa por haber heredado la vajilla de la abuela, esa que sacaba a relucir los domingos o días festivos para agasajarlos a la hora del té? Probablemente, en estos momentos, muchos. Desde que la serie Bridgerton hizo su estreno en Netflix a fines de diciembre, no solo captó la atención del público la historia de la familia inglesa aristocrática del siglo XIX, sino las costumbres de los miembros de la alta sociedad de aquella época. Y entre ellas, por supuesto, está el famoso té de las cinco.
Que las series más populares del momento marcan tendencia en varios aspectos de la vida cotidiana no es ninguna novedad. Sin embargo, a veces, su influencia no es fácilmente medible. Cabe aclarar que este no es este el caso. En Google las búsquedas relacionadas con juegos de té alcanzaron un récord histórico en Estados Unidos, país -hay que decirlo- en el que esa infusión no goza de gran popularidad que digamos. Pero para afianzar más la tendencia, la red social Pinterest realizó una detallada medición de ese impacto y arrojó que desde su lanzamiento, la serie furor ha vuelto a poner de moda el té y todo lo relacionado con su delicada ceremonia.
Swasti Sarna, Insights Manager de Pinterest, asegura que desde el estreno de la serie las búsquedas en la plataforma sobre “estética Bridgerton” han aumentado unas 45 veces. “La gente suele acudir a Pinterest con el fin de buscar formas de llevar a su rutina estos momentos de la cultura pop, y en este caso, los usuarios de Pinterest están buscando todo lo relacionado con el universo del té. Las búsquedas de ‘té por la tarde en casa’ han llegado a triplicarse, y junto con ello, las de ‘recetas de té cremoso’, se han duplicado y ‘recetas de té de jengibre fresco’ crecieron un 67 por ciento. La vajilla típica para tomar el té también ha mostrado un interés creciente entre los usuarios, tanto es así que ‘juegos de té vintage’ y ‘juegos de té victorianos’ se han duplicado y triplicado, respectivamente”, cuenta la ejecutiva.
A esperar el invierno
Los datos proporcionados son a nivel mundial, pero ¿qué pasa en Argentina, donde la serie que mezcla cosas de Gossip Girl con los cuentos clásicos de Jane Austen también está entre las más vistas? Acá es difícil saber si el fanatismo se tradujo en mayores ventas. Sobre todo porque estamos en verano, y el té, aunque tiene su exquisita versión helada, es una bebida que se disfruta más en invierno que en épocas estivales.
“Acá la serie nos agarra a contramano. Creo que esa influencia la vamos a sentir recién más en este invierno -dice María Figueiras, coleccionista y hacedora de Flores y porcelana (@floresyporcelana), un emprendimiento que nació hace más de tres años después de transformar su hobby y pasión por la vajilla antigua en un negocio rentable.
A pesar del furor por Bridgerton, María destaca que el amor por lo vintage en relación al té ya venía desde antes de la serie. “De hecho, durante la cuarentena que coincidió con los meses más fríos, se sintió mucho ,ahí sí hubo un pico de ventas y había piezas de té como pinzas o palas para tortas que se vendieron todas y no pude reponer -asegura-. Lo que ocurrió fue que muchos que estaban encerrados en sus casas, con más tiempo libre, empezaron a ver el IG y se interesaron y empezaron a comprar algunas piezas sueltas o juegos de té inglés enteros. Lo que suele pasar es que una vez que te comprás una taza, querés comprarte otra y otra más. Es un universo que incita mucho a la colección”, explica María.
La tienda de Vajilla Boutique le rinde culto a la ceremonia del té con piezas que son verdaderas reliquias. Según afirman, la cuarentena también fue un impulso al afán por contar con unos lindos platos y tazas en la mesa. “En los meses de cuarentena hubo una explosión. La gente estaba obligada a estar guardada en su casa, muchos empezaron a cocinar y sintieron la necesidad de armar una mesa linda, con detalles”, aseguran y sostienen que hubo incluso muchos hombres que buscaron cambiar su vajilla por otra de estilo vintage.
María, en cambio, cuenta que el 90% de su clientela son mujeres: “Hoy por hoy lo que más gusta es la vajilla de loza inglesa, que es la clásica. Se busca bastante porque es cálida, tiene motivos florales y es romántica y delicada. La loza es de Inglaterra y la porcelana, en cambio, es más de Alemania -sostiene Figueiras-. En general la gente no se lleva el juego completo porque lo que más se usa es mezclar y combinar tazas, platos y teteras de distintos juegos pero que tengan cierta composición o armonía”, dice María, que empezó igual que muchos de sus clientes: comprándose una taza en el mercado de San Telmo hasta llegar a juntar tantas piezas que comenzó a venderlas y en 2017 abrió su IG, la gran vitrina moderna para mostrar los objetos más preciados.
Aunque las flores son las más demandadas, también hay líneas lisas de colores pasteles y filete dorado que suelen ser muy apreciadas. Otra cosa que cambió es la situación de uso: atrás quedaron los tiempos de las abuelas que desempolvaban la vajilla “especial” en contadas ocasiones: hoy la gente adquiere estas piezas para usar de forma cotidiana. “Ahora se compran para tenerlas y disfrutarlas. No están en una vitrina exhibidas de adorno, sino en las alacenas, bien a mano. La idea es que sea para uso casi diario”, cuenta María, algo en lo que coinciden desde Vajilla Boutique: “Se compran para todos los días. No se guardan, se disfrutan. Antes un juego se usaba dos veces al año, ahora está en la mesa de todos los días”.
Cada pieza, una historia
María asegura que hay algunas piezas a las que le cuesta soltar. “A muchas las tengo un tiempo y después de usarlas las suelto. Hay piezas que te atrapan, que cuentan una historia. En definitiva, a la gente le interesa eso, si vino desde Europa en barco, quién o quiénes habrán tomado en esa taza. Como la loza se craquela y se mancha, hay gente a la que no le gusta y otra le encanta porque quiere decir que tuvo un recorrido”.
A pesar de que suele pensarse que se trata de piezas inaccesibles, muchas veces la gente se sorprende: “Obviamente depende de la calidad, si fueron pintadas a mano, el sello. Pero a veces te sale lo mismo un plato inglés que otro que comprás en el súper, Además como se usa todo distinto, se puede ir comprando de a poco y sumar de a piecitas. Y cuando tomás té en estas tazas, ya no hay retorno: si posás los labios en un borde delicado en lugar de uno grueso, ya no querés volver”.
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