Olfato y emoción

31 de mayo de 2000

NUEVA YORK (The New York Times).- El sentido del olfato, como dejó en claro Marcel Proust, está íntimamente ligado a los sentimientos y la memoria.

Por eso, no sorprende que en la esquizofrenia, una enfermedad que desbarata las capacidades emocionales de los que la sufren, el sentido del olfato está dañado.

Las personas con esquizofrenia frecuentemente despliegan una alteración de la respuesta emocional que les hace difícil relacionarse con otros. Pero ellos también, descubrieron los investigadores, muestran déficit en su capacidad de identificar y recordar olores.

Ahora, un estudio que apareció en la revista de la Asociación Americana de Psiquiatría de este mes, sugiere que estas anormalidades en el sentido del olfato tienen su raíz en una estructura cerebral anormal.

Utilizando resonancia magnética, el doctor Bruce Turetsky, profesor de psiquiatría de la Universidad de Pensilvania, examinó los bulbos olfatorios -que se encuentran entre la nariz y el cerebro- de 26 pacientes esquizofrénicos y 22 individuos de control. Los bulbos de los pacientes con esquizofrenia eran un 23% más pequeños que aquellos de las personas sanas.

El estudio, afirmaron los especialistas es el primero en revelar anormalidades estructurales en zonas primitivas del cerebro que también están involucradas en el procesamiento emocional.

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