Por Máximo Ravenna y Alejandra Raichuni
A medida que el verano se acerca, aumenta la preocupación por perder peso con el objeto de mejorar nuestro aspecto físico y recuperar nuestro peso saludable. Debemos recordar, que para mantener un peso estable y adecuado no resulta eficaz, ni apropiado para la salud, ocuparnos de nuestra alimentación solo en el verano. Debemos adquirir hábitos alimentarios correctos que se mantendrán durante todo el año, para vivir en equilibrio y tener una buena relación con nuestro cuerpo. Comencemos entonces por saber como podemos mejorar la relación con nuestra alimentación y que pasa con nuestro cuerpo.
Energía: La cantidad de energía o calorías que nuestro cuerpo utiliza cada día satisface dos necesidades: la actividad diaria y el metabolismo basal o energía necesaria para mantener las funciones vitales del organismo en reposo, como ser el bombeo del corazón, la respiración, el mantenimiento de la temperatura corporal, la función renal y el tono nervioso.
Estas funciones utilizan el 70% del total de las necesidades diarias, es un gasto calórico alto solo para mantenerse vivo. Por lo cual, para poder cumplir con estas funciones vitales es imprescindible ingerir una cantidad adecuada de alimentos. Pero, las necesidades de energía varían de un individuo a otro, por lo tanto, las cantidades de alimentos también varían según el sexo, la edad, la actividad física y los momentos biológicos (niñez, adolescencia, embarazo, lactancia y senectud).
Es decir, que las calorías o energía que aportan los alimentos debe ser similar a la que se gasta para mantener el peso. Si la cantidad de alimentos que se ingieren es mayor a la que se gasta aparece la obesidad y si la cantidad de alimentos que se injieren es menor a la que se gasta se adelgaza.
Alimentación equilibrada: Nuestra alimentación debe ser mixta y equilibrada. Mixta ya que debe incluir alimentos de todos los grupos para aportar los nutrientes necesarios y equilibrada ya que estos grupos de alimentos deben tener una proporción entre si.
Con una alimentación mixta y equilibrada evitamos enfermedades como la obesidad, dislipemias, diabetes, hipertensión arterial, ciertos tipos de cáncer además de no tener déficit de energía y nutrientes y conservar un peso adecuado.
Qué pasa con los líquidos: Durante el verano con las altas temperaturas y el gasto de energía extra producen una pérdida importante de líquidos por sudoración, por lo tanto conviene aumentar el aporte de hídrico. Para ello, disponemos de agua, jugos de frutas Light, licuados de agua con frutas, gaseosas bajas calorías, te, te de frutas, te de hierbas, mate, mate cocido, café y caldos.
Cuáles son los nutrientes: Los nutrientes son las sustancias aprovechables de los alimentos que cumplen distintas funciones: Los hidratos de carbono y las grasas aportan energía fundamental para las funciones vitales y los músculos (verduras, frutas, cereales de grano entero, legumbres). Las proteínas construyen y mantienen los tejidos y mantienen el sistema de defensas para evitar infecciones y enfermedades (leche, queso, carnes, huevo). Las vitaminas y minerales, agua y fibra regulan las funciones de nuestro cuerpo, intervienen en el crecimiento, mantenimiento de la vida y reproducción. (Frutas y verduras)
No podemos negar la estrecha relación que existe entre nuestro cuerpo y los alimentos.
La licenciada Alejandra Raichuni es coordinadora del Departamento de Nutrición del Centro Terapéutico Dr. Máximo Ravenna.
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