A 15 años de su secuestro buscan en Corrientes el cuerpo de Cristian Schaerer
En un punto del río Uruguay entre Paso de los Libres y Uruguayana, fuerzas de la policía federal de Brasil, la de Corrientes y la Gendarmería siguen un nuevo dato en procura de encontrar los restos de Cristian Schaerer, el joven secuestrado en la ciudad de Corrientes el Día de la Primavera, hace ya 15 años. Por ahora, el rastrillaje que debe hacer bajo el agua, en una zona de bañados con profundidades de hasta dos metros, no ha llegado a buen puerto.
El fiscal federal de Corrientes Flavio Ferrini y su par de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Uese), Santiago Marquevich, informaron que "las tareas desarrolladas en las inmediaciones del Río Uruguay, relativas a la búsqueda de los restos de Cristian Schaerer –secuestrado en la ciudad de Corrientes el 21 de septiembre de 2003- dieron resultado negativo hasta el momento", según publicó el sitio web institucional del Ministerio Público Fiscal de la Nación .
Juan Pedro Schaerer, padre del joven de 21 años por el cual se pagó un rescate de US$275.000, aunque eso no significó su liberación, dijo a la agencia de noticias Télam que las pistas que iniciaron una nueva búsqueda del cuerpo de su hijo "son verosímiles". Por el crimen fueron detenidos en Portugal, el 16 de noviembre del año pasado, José Rodolfo Lohrmann Krenz y José Horacio Maidana, que fueron indagados en Europa por los fiscales Ferrini y Marquevich, quienes solicitaron el procesamiento de ambos, que fue dictado en julio pasado por el juez federal de Corrientes Carlos Soto Dávila.
Schaerer sostuvo: "Por las averiguaciones que estuve haciendo, las pistas son concretas. Pero también eran concretas las pistas que me hicieron cavar más de 40 tumbas en Paraguay, por lo que hasta que no tengamos un dato cierto sobre la veracidad de los dichos de quienes indicaron el lugar donde puede estar el cuerpo de Cristian no quiero hacerme demasiadas ilusiones".
No obstante, puntualizó que "hay datos muy concretos en las declaraciones de los que dieron las pistas, como por ejemplo la presencia de ropa y una pala, que fue hallada en el lugar, pero el sitio está en este momento bajo dos metros de agua y es imposible excavar en esas condiciones. "Los que hablaron evidentemente tienen datos que concuerdan con todo lo que nosotros estuvimos investigando. Esperemos que esta vez podamos avanzar más".
La nueva búsqueda de su cuerpo se inició cuando un informante dijo tener datos de dónde se encontraba el cadáver de Cristian, reclamando cobrar la recompensa de 1 millón de pesos que ofrecida para quien aportara datos esenciales sobre el caso.
Según los datos suministrados por el informante, la banda liderada por el "Ruso" Lohrmann, de 53 años, y el "Potrillo" Maidana, de 57, atrapados en Portugal por robo de blindados y asaltos a bancos, habría enterrado los restos de Cristian Schaerer a un metro de profundidad en un área fangosa de muy difícil acceso en la costa del río Uruguay del puente internacional.
Participan de la búsqueda buzos provistos con ecosondas, georradares y cámaras submarinas, y científicos y antropólogos forenses de la Gendarmería y de la Policía Federal brasileña.
"Hasta el momento todos los huesos hallados pertenecen a animales, pero el operativo continúa y esperamos que, si baja un poco el agua en el lugar, podamos avanzar un poco más", dijo Juan Pedro Schaerer a Télam.
Esta semana se conocerá la sentencia en el juicio que se les sigue a Lohrmann y a Maidana en Lisboa por robos a bancos y blindados, tras haber sido detenidos en la ciudad de Aveiro cuando intentaban atracar un camión de caudales. Aunque la Justicia portuguesa ya concedió la extradición de ambos a la Argentina, esta aún no se puede concretar porque tienen otras causas pendientes con la Justicia de Bélgica.
Los hechos
Según publicó el portal de la Procuración General de la Nación, el 21 de septiembre de 2003, alrededor de las 23.30, Schaerer ingresaba al garage de su casa en la ciudad de Corrientes cuando fue interceptado por cuatro personas armadas que circulaban en un Fiat Duna, al cual lo obligaron a subir.
Al cabo de unos minutos frenaron la marcha y se cambiaron a un Chevrolet Corsa, que se dirigió hacia el sur hasta la Ruta 12, para luego adentrarse en la provincia de Corrientes y dirigirse a un galpón ubicado en el kilómetro 7,4 de la Ruta Nacional 118, donde la víctima permaneció cautiva los siguientes dos días en el interior de una casilla de madera.
El 24 de septiembre, los captores trasladaron al joven a Paso de los Libres, donde lo retuvieron aproximadamente 15 días en una chacra situada en la intersección de la calle Ernesto Montiel y la Ruta N°117, para luego llevarlo a una casilla del "Paraje Ombucito", tras lo cual fue sacado del país con destino a la ciudad brasileña de Uruguayana.
Desde la madrugada del 22 de septiembre los captores –a través de distintos medios- se comunicaron con la madre y el hermano de la víctima, y con su padre –que vivía en Paraguay-. Inicialmente se exigió un rescate de 5 millones de dólares. El 6 de noviembre de 2003, por indicación de los secuestradores, la madre de la víctima se dirigió a la ciudad paraguaya de Ciudad del Este, donde entregó a unos "intermediarios" la suma de US$275.000 por la liberación de su hijo.
Como se determinó posteriormente en el juicio oral en el que fueran condenados otros de los integrantes de la banda, el rescate se repartió en un hotel de la ciudad brasileña de Curitiba. Sin embargo, el joven nunca fue liberado y, hasta la fecha, su paradero sigue desconocido.
La pesquisa desarrollada por la Fiscalía Federal de Corrientes –con la colaboración de la Ufese- permitió identificar a parte de los perpetradores. En agosto de 2009 fueron sentenciados a 25 años de prisión dos cabecillas del grupo: Cristian Carro Córdoba y Raúl "Caniche" Salgán, al igual que el abogado Ángel Barbieri y Néstor Barczuk (uno de los cuidadores de Schaerer). Gonzalo "Paraguita" Acosta recibió 16 años de cárcel; Claudio Cornelli (otro de los cuidadores), 12 años, y Judit Alvarenga, 7. Cuatro años más tarde, la Cámara Federal de Casación condenó al policía Miguel Ángel Ramírez a 18 años de prisión; a los hermanos Sergio y Oscar Salgán y a María Esther Sudo, a 17 años, y al hijo de la mujer, Jorge Sudo, a 11 años.