Seguirá preso el policía que baleó a un limpiavidrios en la avenida 9 de Julio

En su declaración indagatoria explicó que la noche del jueves pasado se dirigía a un centro de salud para llevar a atender a su bebé recién nacido y que, cuando detuvo la marcha de su auto en un semáforo en rojo, en la avenida 9 de Julio y Venezuela, un limpiavidrios lo amenazó al grito de “‘¡dame la plata, los voy a matar!”. Entonces, según dijo ante la Justicia Sergio Aquino, integrante de la Policía Federal Argentina (PFA), con su arma reglamentaria disparó en dirección al suelo y se fue a buscar un control policial para denunciar lo sucedido. El proyectil hirió en una pierna al joven que pedía dinero. Al entender que hay riesgos procesales, el juez en lo criminal y correccional porteño Damián Kirszenbaum rechazó el pedido de excarcelación que hizo la defensa del uniformado, quien continuará detenido, acusado de lesiones agravadas por el uso de arma de fuego y abandono de persona.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. “La investigación se encuentra en un estado incipiente y se han ordenado en autos diligencias de prueba, por lo que entiendo que de recuperar su libertad, al menos a esta altura, podría el encausado intentar obstaculizar el progreso de la pesquisa”, explicó el magistrado en su resolución.

El hecho por el que está preso Aquino ocurrió a las 23 del jueves pasado y fue registrado por una cámara de seguridad. En las imágenes se observa el momento en que el limpiavidrios se acerca al vehículo conducido por Aquino, un VW Gol.

En la filmación se puede observar que el limpiavidrios se acerca al auto del lado del acompañante, donde estaba la esposa de Aquino -que también revista en la PFA-, y hace un gesto como si pidiera permiso para limpiar el parabrisas. Ante la negativa, y cuando el joven cruzó por delante del auto, el conductor avanzó y le tiró el coche encima. En ese momento, el sujeto se acerca a increpar al automovilista y se produce el hecho que ahora es materia de investigación judicial.

“¡Dame la plata, los voy a matar!”, habría dicho el limpiavidrios, según sostuvo Aquino en su declaración indagatoria.

El breve intercambio verbal dio paso a la acción. Primero, Aquino le pegó un golpe de puño, situación que fue respondida con otra trompada de parte del limpiavidrios. Después, el policía disparó y se fue del lugar, mientras que el limpiavidrios, herido, fue saltando hacia la vereda.

A raíz de la intervención del Centro de Monitoreo Urbano (CMU) del gobierno porteño se irradió el alerta policial y así se logró localizar e interceptar el Volkswagen Gol implicado y se detuvo a su conductor.

“El comportamiento evidenciado por el encausado, sumado a su condición de personal policial, llevarían a considerar el riesgo de que en libertad intente hacer valer la posibilidad que su función le otorga para obstaculizar la investigación, influyendo sobre la víctima o dificultando la posibilidad de contar con las pruebas necesarias para avanzar en la pesquisa”, afirmó el juez al rechazar el pedido de excarcelación presentado por el abogado de Aquino, Jorge Alfonso.

Aquino prestaba servicio en la División Central de Datos de Drogas de la PFA. Después de su detención fue pasado a disponibilidad preventiva.

“Entiendo que la actitud evidenciada por el encausado al darse a la fuga luego de efectuar el disparo sobre la persona de la víctima es una pauta objetiva clara para presumir que podría intentar sustraerse al proceso. Adviértase que la huida del lugar, amén de ser un indicativo de la posible intención de no afrontar las consecuencias del proceso, en este caso tiene el agregado de que con ello aumentó el riesgo sobre la vida o la salud del damnificado”, sostuvo el juez.

En la resolución, el magistrado también tuvo en cuenta la visita de personal policial que tuvo Aquino en su lugar de detención.

“Del sumario surge que personal policial de la Policía Federal Argentina, de la División donde presta funciones, se presentó en la dependencia donde se encontraba detenido Aquino a los fines de entrevistarse con el nombrado sin autorización del juzgado. Si bien no queda claro aún el objeto de dicha visita, ni la autoridad de la cual emanara dicha orden, lo cierto es que pone en evidencia la facilidad con la que la víctima puede intentar ser contactada, situación que claramente se incrementaría con el inculpado en libertad”, dijo el juez.

Fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación explicaron que tanto Aquino como su esposa estaban de licencia. Él, por vacaciones, y ella, por maternidad.

“Una vez notificadas de lo sucedido, las autoridades de la PFA iniciaron los sumarios administrativos correspondientes y se firmó el pase a servicio pasivo. También se informa que la institución no le brindará ningún tipo de asistencia jurídica al oficial involucrado. Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación se informa que se mantendrá un detallado seguimiento del sumario administrativo y del expediente judicial en curso”, explicaron desde la cartera conducida por Sabina Frederic.