Cayó la banda que robó en la casa de un juez de la Suprema Corte bonaerense
No dejaban nada librado al azar. Previo a cada golpe analizaban si la casa en la que se disponían a robar tenía cámaras, alarmas u otras medidas de seguridad. Además, antes de ingresar llamaban por teléfono para asegurarse de que la vivienda estuviera vacía. Se sospecha que con ese nivel de organización ejecutaron al menos 30 atracos en propiedades de Lomas de Zamora y de la ciudad de Buenos Aires. Una de sus víctimas fue Héctor Negri, juez de la Suprema Corte de Justicia bonaerense. Le sustrajeron dinero en efectivo, joyas y alhajas que después redujeron, como lo hacían con otros botines de hechos similares, en una joyería de la calle Libertad, en el centro porteño. Ahora, y después de una extensa investigación a cargo del juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) detuvieron a cinco presuntos integrantes de esa banda.
La pesquisa comenzó cuando el juez federal Villena investigaba una organización criminal que se dedicaba al acopio de armas y municiones. En las escuchas surgió que también se dedicaban al robo de casas en la zona sur del conurbano y en distintos puntos de la Capital.
El robo en la casa de Negri, en Banfield, ocurrió en junio del año pasado. El ministro del máximo tribunal de justicia provincial vive enfrente del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, según publicó en su momento la agencia de noticias Télam.
"Ningún delito debe quedar impune. Este tipo de operativos requieren del profesionalismo de las fuerzas federales, que se despliegan en el territorio con todos los instrumentos necesarios, desarrollando tareas de investigación para capturar a los involucrados y ponerlos a disposición de la Justicia", dijo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En 13 allanamientos realizados en las últimas horas, detectives de la División Investigación del Robo Organizado de la PFA secuestraron 40.000 pesos, 6000 dólares, diez relojes de lujo (la mayoría, Rolex), una cantidad importante de joyas, cinco pistolas, más de 1000 municiones, un Volkswagen Vento, un BMW y tres camionetas (una Renault Trafic, un Fiat Ducato y una Fiat Strada).
"Antes de cada robo, además de analizar los sistemas de seguridad de la propiedad, los delincuentes llamaban por teléfono. Si eran atendidos disimulaban y decían que se habían equivocado de número. Y esperaban una nueva oportunidad", explicó una fuente de la investigación.
En las próximas horas los cinco sospechosos detenidos serán indagados por el juez Villena.
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