Tucumán: uno de los policías acusados de matar a Facundo Ferreira fue detenido por robar una cartera
El 8 de marzo pasado, Facundo Ferreira, de 12 años, fue muerto de un tiro en la nuca en la capital de Tucumán cuando iba de acompañante en una moto. El disparo, según la investigación judicial, salió del arma de unos efectivos que los perseguían: Mauro Díaz Cáceres y Nicolás Montes de Oca, del comando motorizado 911, que les dispararon dos cartuchos de postas de goma y 11 proyectiles de plomo. Un análisis toxicológico posterior al hecho reveló que Montes de Oca había consumido cocaína y marihuana el día del homicidio . Aunque la fiscal del caso pidió cuatro veces la detención de los policías, distintos jueces lo denegaron y los agentes continuaron en servicio. Hasta que, días atrás, Montes de Oca terminó detenido y esta vez sí fue dado de baja de la fuerza. Pero no por el asesinato de Facundo, sino por robar una cartera.
Según fuentes policiales, el sábado pasado Montes de Oca, que iba en una moto, le arrebató la cartera a una mujer en la localidad de Ingenio Lastenia, situada a pocos kilómetros de la capital tucumana. El robo fue denunciado el mismo día y Montes de Oca fue detenido tras una persecución. Después del robo, según informó el diario local La Gaceta, el jefe de la Policía de Tucumán, José Díaz, se disponía a firmar el pase a disponibilidad.
"Frente a este nuevo hecho surge evidente la selectividad del sistema penal. La misma persona imputada por homicidio agravado, con marihuana y cocaína en sangre mientras disparaba más de 11 veces en la vía pública con su pistola calibre nueve milímetros y con numerosos hechos que entorpecieron la causa de Facundo, no estuvo ni un minuto detenido y continuó en funciones como policía. Y ahora que lo encuentran en un robo quedó detenido y seguramente le pedirán prisión preventiva porque ese es el criterio habitual de las fiscalías", contó a LA NACIÓN Emilio Guagnini, abogado de Abogados y Abogadas del NOA en Derechos Humanos y Estudios Sociales (Andhes) y representante de la querella por parte de la familia de Facundo.
Y agregó: "Es evidente que los funcionarios miden la opinión pública más que el correcto funcionamiento de las fuerzas de seguridad, así que como para parte de la sociedad molesta más un motoarrebato que el homicidio de un chico pobre y estigmatizado ahora seguramente tendrá prisión preventiva y lo pasarán a disponibilidad".
El caso de Facundo Ferreira quedó en vuelto de suspicacias sobre los movimientos y decisiones de la policía y de la Justicia. Los Ministerios de Seguridad de la provincia y de la Nación inmediatamente después del hecho defendieron públicamente a los efectivos que protagonizaron el hecho y plantearon coincidentemente que el episodio que terminó con la vida del chico había sido producto de un enfrentamiento, aun cuando la investigación judicial no había concluido.
"Tenemos que bajar la violencia y eso es que chicos de 12 años no estén armados, no usen armas como si nada. Si ese chico le tira a un policía, el agredido en ese caso es el policía, tiene todo el derecho a defenderse. El que decide la acción violenta es el responsable de la violencia", había declarado oprtunmanente la ministra nacional, Patricia Bullrich. En la misma línea, el ministro de Seguridad de Tucumán, Claudio Maley dijo: "No se trató de un caso de gatillo fácil, ya que los agentes actuaron contra un claro ataque y contra una agresión, como es su deber y obligación".
Ante esto, la fiscal intensificó su investigación y, tras de varios peritajes, un dermostest y un barrido electrónico, confirmó que el menor no había disparado, sino que los tiros se habían iniciado del lado de los agentes. Después de esto, se presentó en la fiscalía un exagente del comando 911 que denunció ante la fiscal que dos efectivos le habían ofrecido "resolverle un problema" para que pudiera retornar a la fuerza a cambio de atentar contra la casa de la familia de Facundo. Este hecho terminó por convencer a la fiscal de pedir la prisión preventiva de los agentes imputados, pero el juez de turno rechazó el requerimiento y dejó en libertad a los agentes, que siguieron en funciones.
"Pensamos que tenían que estar presos desde antes. Hemos dicho que son un peligro para la sociedad. Si ya era un delincuente, ¿por qué estaba en la calle? Igual que Díaz Cáceres: ¿por qué sigue libre si fue el que le disparó a Facundo? Y este Montes de Oca, me vuelvo a preguntar, ¿por qué recién ahora está preso si ya tenía que estarlo?, lo mató a Facundo siendo cómplice de Cáceres", contó a LA NACIÓN, Rita Ferreira, la tía de Facundo. Y agregó: "Tenemos mucho miedo porque la policía nos amenaza".
La familia de la víctima afirma que desde el día de la muerte de Facundo los episodios intimidatorios en su contra son constantes. Denunciaron que el 8 de agosto pasado personal del comando 911, fuerza a la que pertenecen los dos efectivos imputados, comenzó a disparar balas de goma y de plomo contra su casa. También, que les mataron al perro y que lesionaron a Rita Ferreira, tía de Facundo. Además, en el expediente se denunció que, en diferentes días de marzo, después del hecho, un patrullero se detuvo en la puerta del domicilio de los Ferreira y un uniformado les apuntó con una escopeta e insultó a los familiares.
Lo último que se había hecho público del caso fueron las filmaciones de las cámaras de seguridad en las que se ve el momento en que un grupo de menores, a bordo de tres motos, ingresan de contramano por una avenida céntrica. Entonces, los dos efectivos comienzan a seguirlos. En las imágenes no se llega a ver el momento de los disparos, pero pocos metros después se ve cómo los dos menores caen sobre el pavimento; Facundo, con el disparo en la nuca y, sobre la espalda, las marcas de las balas de goma. Las filmaciones muestran a uno de los agentes señalados como autores del disparo que segó la vida del menor participar del levantamiento de las vainas servidas tras el hecho, algo que está expresamente vedado en cualquier protocolo de intervención criminalística de una escena del crimen.
Montes de Oca sigue detenido mientras ya fue comunicado de que fue exonerado de la fuerza de seguridad. Desde el Ministerio de Seguridad provincial se informó que "se iniciaron las actuaciones administrativas para pasar a disponibilidad a un agente policial que fue aprehendido este sábado por la tarde por la Policía de Tucumán, sospechado de haber participado de un arrebato perpetrado en la localidad de Lastenia, departamento de Cruz Alta. Así lo dio a conocer el jefe de Policía, José Díaz".
La fiscal que tienen a cargo el robo de Montes de Oca, Adriana Reinoso Cuello, dijo que el efectivo tiene que quedar aprendido en la dependencia policial.
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