Condenados a prisión perpetua por el homicidio de un exagente de inteligencia
Lucas Fazzalari no podía parar de robar. Tiene 32 años, de los cuales, más de diez, los pasó en la cárcel. Ayer, sumó la sexta condena en su contra. El Tribunal Oral (TOC) N°3 de La Matanza lo sentenció a prisión perpetua más la accesoria con tiempo indeterminado, una pena similar a la que le impusieron Carlos Eduardo Robledo Puch, el mayor asesino serial de la historia criminal argentina, en la década del ‘70.
Para la Justicia, Fazzalari fue el autor material homicidio de José Martín Bignasco, jubilado de la ex SIDE, ocurrido el 2 de mayo de 2017 durante el asalto a una pizzería de Villa Luzuriaga.
Los jueces del TOC consideraron a Fazzalari responsable del homicidio criminis causae del exgente de inteligencia.
A Bignasco, de 62 años, lo asesinaron delante de su esposa y de su hija. Había concurrido a la pizzería, situada en Carabobo y Rivera Indarte, para festejar su retiro de la ex SIDE,
En medio del festejo tres delincuentes irrumpieron en el local y, a punta de pistola, exigieron a los clientes y al cajero que entregaran el dinero y los objetos de valor que tenían encima.
A pesar que estaba jubilado, Bignasco llevaba una pistola calibre 380. El último de los motochorros que ingresó en el local, que habría sido identificado como Jeremías Herrera, revisó a Bignasco y advirtió que estaba armado.
Entonces, comenzó una pelea en la que también intervino Fazzalari. Durante el forcejeo, el exagente de la vieja SIDE cayó al piso, pero alcanzó a disparar contra Herrera, a quien hirió en el abdomen. En ese momento, a Herrera se le cayó el casco y Fazzalari le disparó dos balazos a Bignasco.
Luego de balear al exagente, los tres delincuentes huyeron de la pizzería y dejaron abandonado a Bignasco, ante los gritos desesperados de su esposa e hija. Malherido, el exagente de inteligencia fue llevado en ambulancia a una clínica privada de la zona, donde falleció.
En las últimas horas, el TOC N° 3 de La Matanza, integrado por los jueces Raúl Elhart, Diana Nora Volpicina y Alfredo Drocchi, condenó a Fazzalari a la pena de prisión perpetua más la accesoria por tiempo indeterminado al fundamentar el fallo en el artículo 80 del Código Penal.
El monto de la pena impuesta a Fazzalari coincidió con el pedido de la fiscal Celia Cejas, quien estuvo a cargo de la acusación durante el juicio oral.
Antecedentes penales
Antes de matar a Bignasco, Fazzalari había sido condenado en cinco oportunidades. En todos los casos, a pesar de que era reincidente recuperó rápidamente la libertad. La mayoría de las causas penales por las que fue condenado Fazzalari fueron por robos. En uno de los casos, el hecho comenzó como un asalto y terminó con una condena por lesiones leves, que tiene una pena menor a la del robo con armas.
Aunque vivía en Morón, Fazzalari robaba en La Matanza y San Martín.
A partir de la reconstrucción del episodio que terminó con el homicidio del exagente de inteligencia, los investigadores determinaron que los tres delincuentes huyeron en la misma moto con la que llegaron a la pizzería.
Debido a que Herrera resultó herido, sus cómplices lo abandonaron en el hospital de Morón. Allí fue encontrado por los efectivos de la policía bonaerense que habían alertado que, durante el asalto y homicidio contra la pizzería de Villa Luzuriaga, uno de los delincuentes había sido baleado.
Fazzalari fue apresado un mes después. Estaba detenido por otro robo cometido en San Martín, cinco día después que asesinó al exagente de inteligencia.
Con respecto a Herrera, los jueces decidieron condenarlo a prisión perpetua al considerarlo coautor del homicidio de Bignasco. Según fuentes judiciales, Herrera sumó la tercera condena en su contra.
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