Fue a reclamar por un robo, lo mataron y vecinos incendiaron la casa del supuesto ladrón

CÓRDOBA. Una pelea derivada de un robo terminó con un homicidio y con una vivienda incendiada en Villa del Prado, a pocos kilómetros de Alta Gracia. Leandro Vargas, de 26 años, fue a la casa de un supuesto delincuente a reclamarle que le devolviera lo que le habían robado. Empezó una pelea y Vargas recibió una puñalada en el cuello, que le provocó la muerte. Según su familia, la víctima ya había realizado denuncias por robos previos.

El hombre de 28 años quedó detenido como supuesto autor de homicidio simple; el fiscal Alejandro Peralta Otonello –a cargo de la causa- continúa con la investigación de los hechos. Confirmó que el arma que se usó en el crimen fue una “cuchilla”. Además de a Vargas, hirió a un joven de 17 años que lo acompañaba.

Peralta Olmedo investiga si hubo discusiones previas entre los protagonistas del hecho. Horas antes de ser asesinado, Vargas había hablado con Resumen de la Región, un medio de comunicación de la zona, para reclamar por la inseguridad.

“La vez pasada no solo me robaron, sino que le metieron una puñalada en la pierna a mi mujer y la policía tuvo que llevarla al hospital”, contó, al tiempo que afirmó que “todos” en el barrio sabían “quiénes son, pero nadie hace nada”. “Estoy cansado”, se resignó.

Después de la pelea que llevó a la muerte a Vargas –fue alrededor de las 19-, un grupo de vecinos se acercó hasta la casa del sospechoso, que era custodiada por la policía. Unas 50 personas atacaron a pedradas y con palos a los guardias y a la vivienda. Sin que los efectivos de seguridad los pudieran controlar, incendiaron el lugar.

Cuando llegaron más patrulleros, el fuego ya se había iniciado. Los bomberos extinguieron las llamas. No hubo heridos. Las armas de las que se dispararon balas de goma fueron secuestradas para ser sometidas a los peritajes correspondientes.

“Intervino personal policial, que tenía expresas órdenes de que se utilizara el ejercicio de la violencia en lo estrictamente necesario para que no haya episodios con otras consecuencias lesivas o trágicas”, explicó el fiscal, que debió iniciar actuaciones también por esas circunstancias.

La familia de Vargas, que era albañil y padre de dos niños, tiene las copias de las denuncias realizadas. La última exposición fue de ayer.