Delincuentes robaron una camioneta delante de un colegio y balearon a un padre
La víctima, un empresario mendocino, había acompañado a su familia a una fiesta de egresados en Northlands School, en Vicente López, y recibió un disparó en la ingle
"¡Me desmayo, me desmayo!", repetía, mientras la sangre le salía a borbotones de la ingle. Apenas habían bajado su esposa y dos de sus hijas en la puerta del Northlands School, de Olivos, donde se haría una fiesta de fin de curso escolar, cuando un ladrón le quiso robar la camioneta. Entregó las llaves de la Toyota Hilux oscura y corrió. No se resistió, sólo quería irse de ahí. Pero le dispararon igual.
Daniel, un ex enfermero que había llegado al lugar para llevar la vajilla para la fiesta de los chicos de sexto grado en el prestigioso colegio de Vicente López, acudió en auxilio de Agustín Casabal. Al lado del empresario vitivinícola de 46 años ya estaba su esposa. Había escuchado el estampido y los gritos. Daniel se sacó la remera y le hizo un torniquete. Se sumaron dos médicos, padres de otros alumnos, y vecinos que acercaban toallas, porque la remera del ex paramédico no alcanzaba para contener tanta sangre.
Entre todos le salvaron la vida a Casabal. Luego una ambulancia lo llevó al hospital municipal de Vicente López y, de allí, fue transferido al Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT), en la ciudad de Buenos Aires, donde el empresario, dueño de Montequieto, una bodega familiar en la zona de Agrelo, en Luján de Cuyo, Mendoza, seguía anoche internado, estabilizado, pero en terapia intensiva.
Siempre estuvo lúcido, pero hablaba poco. No llegó a desmayarse. Contaba que le había entregado las llaves a los ladrones y repetía las letras y los números de la patente de su camioneta para que la pudieran seguir a través de las cámaras de seguridad.
Para los investigadores judiciales y policiales no hay dudas de que se trató de un caso al voleo, sin una inteligencia previa. "Continúa en terapia intensiva. Por suerte está fuera de peligro, pero va a tener una larga recuperación", sostuvo a LA NACION un amigo de la víctima.
El hecho ocurrió a 20 cuadras de donde en octubre de 2016 mataron a balazos en una entradera a Roberto Chwat, presidente de la tradicional editorial Sigmar.
Análisis de imágenes
La víctima esta vez fue Casabal, pero pudo haber sido cualquiera de los padres, alumnos o docentes que anteayer, cerca de las 17.30, llegaron al tradicional colegio en Roma al 1200.Era la fiesta de despedida de una de las hijas del empresario, egresada del sexto grado de la escuela primaria.
Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, la zona donde está el colegio Northlands, a 12 cuadras de la quinta presidencial, no se caracteriza por robos violentos. "Es inusitado la gravedad del ataque. Hay robos de vehículos, pero no a mano armada", agregó el informante.
El caso es investigado por el fiscal de Vicente López Alejandro Guevara que, junto con detectives de la policía bonaerense, analiza imágenes de las cámaras de seguridad del colegio y las filmaciones aportadas por la Municipalidad de Vicente López, datos que permitirían la reconstrucción del trayecto de los delincuentes.
El representante del Ministerio Público pudo verificar el hecho a partir de distintas filmaciones. Las primeras imágenes que recibió el fiscal Guevara, según informaron a LA NACION fuentes judiciales, fueron grabadas por las cámaras de vigilancia del establecimiento educativo y muestran cómo un delincuente se aproxima a Casabal apenas éste estacionó su vehículo.
"La víctima alcanza a bajarse de la camioneta y comienza a correr por Roma en sentido a la avenida Maipú, y arroja las llaves de la camioneta. El delincuente dispara y agarra las llaves", agregaron los informantes tras la observación del ataque sufrido por el empresario frente al colegio.
Casabal quedó herido y el ladrón se subió a la Toyota Hilux. "En ese momento, según las imágenes, se le pone a la par una camioneta VW Amarok de color claro y ambos vehículos salen de la zona de los hechos", indicó una fuente judicial.
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