Desbarataron una banda que traficaba animales salvajes en la Ciudad

Todos los domingos se instalaban en las inmediaciones de la feria de Nueva Pompeya, a pocos metros de la estación Sáenz del ferrocarril Belgrano Sur, para exhibir animales salvajes que ponían a la venta.

Entonces se comenzó una investigación sobre comercio ilegal que, en las últimas horas, después de tres allanamientos en Villa Soldati, Nueva Pompeya y Pilar se logró recuperar 133 serpientes, 33 saurios, jilgueros, cardenales, cabecitas negras, jilgueros rojos, reina mora y rey del bosque, entre otras especies.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. La investigación, a cargo del fiscal Matías Michienzi, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental de la Fiscalía de la Ciudad, avanzó después de analizar las filmaciones Centro Único de Monitoreo de Imágenes de la Policía de la Ciudad, lo que posibilitó identificar a las personas y a los vehículos que se instalaban los domingos en las inmediaciones de la feria.

"Así se logró seguir el rastro hasta los depósitos que proveían a los puesteros de especies protegidas", según se informó en un comunicado de prensa de la Fiscalía de la Ciudad. Con las pruebas reunidas, el representante del Ministerio Público porteño solicitó los allanamientos de tres depósitos. El juez Norberto Tavonanska, titular del juzgado Penal Contravencional y de Faltas N° 17, hizo lugar a la solicitud y ordenó los procedimientos, que estuvieron a cargo del Departamento Unidad Federal de Investigaciones Especiales de la Policía Federal Argentina (PFA).

Los detectives policiales se encontraron en los depósitos allanados con jilgueros, cardenales, cabecitas negras, jilgueros rojos, reina mora y rey del bosque, entre otros ejemplares. "También se secuestraron especies que eran utilizadas como llamadores para atraer y cazar otras aves", agregaron las fuentes consultadas.

En el allanamiento hecho en el depósito de Pilar se descubrió un criadero de reptiles del que se secuestraron 133 serpientes de distintas especies (pitones, culebras y boas) y de 33 reptiles (gecos, varanos y escincos, entre otros).

"Los establecimientos y sus responsables no se encontraban en los correspondientes registros, por lo que el fiscal Michienzi, solicitó la clausura provisoria de los tres lugares. Asimismo se demoró a las presuntos encargados de cada depósito con el objeto de identificarlos y certificar si cuentan con antecedentes penales", se agregó en el comunicado de prensa.

Según se informó, en los procedimientos también participaron inspectores de la Dirección General de Fiscalización y Control de la Agencia Gubernamental de Control porteña. "También se sumaron voluntarios de las ONG Aves Argentinas y Pájaros Caídos, quienes colaboraron en la clasificación y posterior traslado de las especies. Como producto de esta experiencia, todas las especies fueron trasladadas al centro de rescate Delta Terra de la Fundación Azara. Superados los análisis de rigor y la eventual recuperación de heridas y enfermedades, las especies serán liberadas en sus correspondientes hábitats naturales", se informó oficialmente.