Disminuyó este año 21 % la cantidad de homicidios en las calles porteñas
En los primeros nueve meses de 2021 se notificaron 70 asesinatos, mientras que en ese lapso del año pasado habían sido verificadas 89 muertes
Pese al evidente aumento de la movilidad social entre el período más duro de la cuarentena y la nueva realidad de estos días, los homicidios en la ciudad de Buenos Aires disminuyeron 21 por ciento al compararse el período de enero a septiembre de este año con lo sucedido en 2020. La cifras oficiales en territorio porteño señalan que en los primeros nueve meses de 2021 se notificaron 70 asesinatos, mientras que en ese lapso del año anterior habían sido verificadas 89 muertes.
En el repaso estadístico aparece una de las posibles causas para la caída de la cifra de homicidios, algo que no se da por igual en la región metropolitana, con una violencia que crece en el conurbano y preocupa a las autoridades. En el caso porteño el amperímetro de los crímenes es muy sensible a los sucesos dentro de tres asentamientos: las villas 31, 21-24/Zavaleta y 1-11-14.
En conjunto bajaron allí las muertes violentas, pero con fuertes diferencias en cada uno de esos barrios populares. En total, los asesinatos en esas tres villas cayeron 37,5 por ciento, al registrarse este año 25 casos frente a los 40 homicidios ocurridos entre enero y septiembre de 2020. Interrumpir las luchas por el control de la venta de drogas resulta clave en ese aspecto. Esa situación quedó expuesta en la villa 31, por ejemplo.
En el barrio de Retiro, pegada a la terminal de ómnibus, a pocos metros del Edificio Centinela y de los principales tribunales, la villa 31 fue entre diciembre de 2019 y marzo de 2020 escenario de una miniguerra narco. Eso tuvo eco en la estadística de homicidios. Las cifras actuales exponen otra situación: solo tres muertes este año y ocho meses sin asesinatos, según la información oficial. Algo similar a lo sucedido en las últimas semanas en el asentamiento ubicado en el barrio de Barracas.
En la zona conocida como villa 21-24/Zavaleta también disminuyeron los homicidios, pero en ese caso hay alrededor de ese dato algunas circunstancias interesantes: por allí habrían caminado Los Monos en un intento de la banda rosarina de buscar contactos en la región metropolitana. Las muertes en 2020 ascendieron a 18. Este mes se inició con un conteo anual de ocho asesinatos en ese asentamiento de Barracas.
La mitad de esos casos se notificaron en el primer trimestre. Y no es esa una información menor, porque en marzo comenzó un cambio en la prevención del delito en esas dos villas que hace tiempo se fusionaron en un solo asentamiento. En ese momento empezó a retirarse la Prefectura y a tomar su lugar la Policía de la Ciudad, en un sistema de salida de fuerzas federales del territorio porteño que se inició este año en Puerto Madero. La reforma de la vigilancia en Barracas se completó en junio pasado. Trascendió que desde ese momento no hubo víctimas mortales allí.
Desde marzo pasado, la Policía de la Ciudad instaló más sistemas de videovigilancia en la villa 21-24/Zavaleta. Con 69 nuevos equipos se alcanzó en ese asentamiento un total de 105 cámaras. Y se replicó la experiencia que se había iniciado en la villa 31 al disponerse de un centro de control cuya única misión es monitorear y dar respuesta a las situaciones de inseguridad que sucedan dentro del asentamiento de Barracas. Para eso se armó una unidad de Prevención Barrial, que recorre esa zona, en un esquema de vigilancia directa que dio resultados en Retiro.
“Desde el Ministerio de Justicia y Seguridad profundizamos el método de gestión del Sistema Integral de Seguridad Pública que comprende la formación, la tecnología, el despliegue territorial de la policía, la respuesta inmediata a través del 911, el patrullaje y la gestión policial para poner al servicio de los vecinos todo el sistema de seguridad”, dijo el ministro Marcelo D’Alessandro.
Las autoridades porteñas pusieron especial cuidado en prevenir asesinatos en asentamientos, porque es una de las claves para sostener una de las tasas de homicidios más bajas entre las capitales americanas. Con un total anual de 127 asesinatos, el año pasado quedó establecida una relación de 4,13 homicidios cada 100.000 habitantes. El mejor registro de los últimos 25 años se obtuvo en 2019, con una tasa de 3,32. Los funcionarios porteños confían en mantener la actual tendencia y cerrar el año con una tasa de homicidios cercana a 3.
Una de las preocupaciones para alcanzar esa meta tiene su foco en la villa 1-11-14. Es el único territorio donde los crímenes aumentaron. En los primeros nueve meses de 2020 se habían notificado en el Bajo Flores cuatro homicidios, pero esa cifra trepó a 11 en el mismo período de este año. Y fuera de ese corte estadístico apareció rápido otro caso este mes: un vendedor de drogas ejecutado a la vista de vecinos.
La banda del narco conocido como Dumbo –prófugo buscado por su frustrado intento de colonizar el barrio Mugica en Villa Lugano– arremetería en la villa 1-11-14 contra el grupo liderado por el recientemente detenido Pantro.
Ese asentamiento es el único enclave que sostienen las fuerzas federales en territorio porteño y el acuerdo de palabra alcanzado con las autoridades nacionales y porteñas mantendría esa situación hasta, al menos, mediados del año próximo. Por ahora, es la única zona de la ciudad que no muestra una disminución de homicidios.
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