Doble crimen en Vicente López. Lograron abrir los dos teléfonos del acusado y quedó al descubierto una información clave
Los fiscales del caso recibieron un informe que confirma que los dos celulares de Martín del Rio no fueron usados para enviar o recibir mails y chats de WhatsApp durante la ventana horaria en la que, según la investigación, fue a la casa de sus padres y volvió a su auto; el imputado había dicho que en ese momento -en el que se presume que ocurrieron los homicidios- él estuvo dentro de su auto enviando y contestando mensajes
Los investigadores del doble crimen cometido en Vicente López lograron abrir los dos teléfonos celulares secuestrados al imputado Martín Santiago Del Río y establecieron que, en el horario crítico del día del crimen, el acusado no contestó mails ni mensajes con su móvil, como había mencionado en su declaración indagatoria.
“Verificamos otra mentira más de Martín Del Rio en su indagatoria. Dijo que entre las 16.50 y las 18.30 estuvo en su auto contestando mensajes y mails. Ese es, en parte, el periodo en que va y viene de la casa de las víctimas. Ayer se abrió su mail y se chequeó que ese día, el 24, no envió ningún mail ni tampoco durante ese horario usó el teléfono, ni con datos ni con GSM. Es decir que corroboramos nuestra hipótesis de que lo dejó encendido en su auto para despistar mientras iba y volvía de matar”, dijo a LA NACION una calificada fuente de la investigación.
La idea de dejar “vivo” el celular, es decir, encendido dentro de la camioneta, le permitía armar una coartada, no ser geolocalizado y despistar mientras iba y volvía de matar”, sostuvo un vocero del caso.
Es que al día siguiente de su detención, cuando fue indagado, Del Río explicó que tras una reunión que culminó a las 16 en un bar de Palermo, caminó hasta el Hipódromo de dicho barrio porteño, allí se tomó un taxi y volvió a su camioneta, que había dejado estacionada en Núñez, donde permaneció hasta las 18.30 contestando mensajes de WhatsApp y mails.
Dos son los celulares peritados, el primero y más importante por ser el que usaba el día del doble crimen y el que arrojó estos datos, es un Samsung Galaxy A80 que le fue secuestrado a Del Río el día de su detención, el 7 de septiembre, cuando llegaba a su casa del barrio Barrancas del Lago, de Nordelta, Tigre. El otro, es un Samsung Galaxy S8+, que fue secuestrado en el allanamiento que los fiscales y la policía hicieron en un departamento que Del Rio alquilaba en el edificio “Forum Alcorta”, de Belgrano, y que ya se determinó que utilizó en algún período como “backup”.
”Ese es un teléfono que era de su madre, pero que él usó cuando mandó a reparar el suyo. Encontramos mensajería de la época en la que lo tenía su mamá, pero también algunos mensajes de cuando lo tuvo en su poder Del Río”, explicó una fuente.
Más allá de esta primera inspección que hicieron los técnicos y los fiscales, los dos aparatos ya fueron peritados con UFED (Dispositivo Universal de Extracción Forense, según sus siglas en inglés), un software con el que los fiscales pudieron hacer una copia de todo el contenido que tengan sobre llamadas entrantes y salientes, tráfico de datos, mensajería, fotografías, audios y cualquier archivo que esté alojado en su memorias internas o tarjetas SIM.
Los fiscales de la causa, Alejandro Musso, Martín Gómez y Marcela Semería, ahora deberán analizar y procesar toda esa información para buscar algún mensaje o dato que sirva para la investigación.
El abogado jubilado, expolicía y comerciante José Enrique Del Río, de 74 años, y su esposa María Mercedes Alonso, de 72, aparecieron asesinados –él de tres balazos y ella de uno–, el pasado 25 de agosto en el interior de su automóvil en el garaje de su casona de la calle Melo 1101, de Vicente López.
Su hijo menor, Martín Del Río, fue detenido el 7 de septiembre como autor de un presunto doble parricidio, y quedó imputado por “doble homicidio cuádruplemente calificado por el vínculo, la alevosía, por criminis causae (matar para lograr la impunidad) y por el uso de arma de fuego”, delito para el que se prevé como única pena la prisión perpetua.
Para el equipo de fiscales, el comerciante que heredó los negocios de su padre fue quien el 24 de agosto por la tarde llegó a la casa de la calle Melo, con alguna excusa convenció a sus padres para subirse al auto Mercedes Benz E350 estacionado en la cochera y los ejecutó con una pistola calibre 9 milímetros desde el asiento trasero, para luego simular un robo en la propiedad y huir de la escena del crimen.
Los fiscales creen que el móvil fue económico, ya que no podía sostener la mentira de una mudanza que les había prometido a un departamento de Núñez valuado en más de un millón y medio de dólares que no había terminado de comprar.
La defensa de Del Rio presentó un pedido para liberar al acusado al considerar, entre otros puntos, que la data de la muerte estimada en las autopsias no coincide con el momento en el que para los fiscales se cometió el doble crimen.
Sin embargo, como informó LA NACION, los fiscales recibieron este lunes el informe de un coloquio de forenses, integrado por cuatro profesionales en la material –incluido el médico que realizó las autopsias–, en el que se estimó la data de las muertes en una “ventana” de 36 horas desde el momento de realización de las necropsias. Dentro de esa ventana horaria es que Martín del Rio entró y salió de la casona de Melo y Gaspar Campos, según lo reconocieron su hermano, su suegro y su amante.
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