Efecto de la cuarentena: en abril no hubo secuestros extorsivos ni en la Ciudad ni en la provincia de Buenos Aires
"La cuarentena acható la curva". El especialista consultado por LA NACION no hacía referencia a los casos positivos de Covid-19 sino a la estadística oficial de secuestros extorsivos. Según un informe del mes pasado, no hubo casos de este tipo de delitos ni en la ciudad de Buenos Aires y ni en territorio bonaerense.
Así se desprende de las estadísticas oficiales de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), a cargo de Santiago Marquevich.
"En medio del aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el Gobierno nacional bajaron las estadísticas de todos los delitos, no solo los casos de secuestros extorsivos", explicó una calificada fuente judicial.
En todo el país, durante el mes pasado, solo hubo un caso de secuestro extorsivo. Ocurrió en Salta y los investigadores lo calificaron como un "narco secuestro", porque el hecho se había iniciado a partir de que un grupo de jóvenes se unió para hacer un pozo común y comprar un kilo de marihuana, según informaron fuentes judiciales.
En cambio, en marzo pasado, según el informe publicado en la página web de la Ufese, hubo tres secuestros extorsivos, en Lanús, Morón y Tres de Febrero.
En dos de esos tres casos las víctimas fueron liberadas tras el pago de un rescate. Solo uno de los hechos tuvo una duración superior a las tres horas.
En febrero pasado hubo seis secuestros extorsivos en todo el país: dos en Lanús, dos en Banfield (Lomas de Zamora), uno en Rosario y otro en Moreno. En cuatro de los seis hechos las víctimas fueron liberas después de pagar un rescate.
El mes con mayor cantidad de secuestros extorsivos fue enero, con siete hechos: cuatro en Longchamps, partido de Almirante Brown; dos en la ciudad de Buenos Aires y el restante en Lanús, siempre según los informes mensuales publicados por la Ufese.
Uno de los hechos ocurridos en enero pasado en la ciudad de Buenos Aires tuvo avances importantes la semana pasada con la detención, por parte de la Policía Federal Argentina (PFA), de cinco presunto secuestradores.
El caso que se les atribuye ocurrió el 25 de enero pasado cuando un comerciante fue secuestrado por tres delincuentes armados en Caballito. La víctima fue liberada en Gregorio Laferrere, partido de La Matanza, después de entregar cheques, dinero en efectivo y una computadora.
"Días después, los secuestradores se conectaron con la víctima para exigirle más dinero. El personal de la División Operativa Central de la PFA intervino en el caso, supervisó la negociación y acordó la nueva entrega. Para evitar exponer al damnificado, un efectivo asumió la entrega simulando ser un remisero", explicaron fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Los detectives organizaron un "discreto operativo de vigilancia" para monitorear la entrega del dinero. Pero los delincuentes no pensaban entregarse y cuando advirtieron la presencia policial comenzaron a disparar. En el tiroteo, según fuentes policiales, uno de los supuestos integrantes de la organización criminal murió y otro fue detenido.
En poder de los delincuentes, el personal policial secuestró armas de fuego, dos cargadores, cheques a nombre de la víctima del secuestro y una tarjeta SIM cuyo número coincide con el utilizado para realizar las primeras llamadas extorsivas.
La causa, a cargo del fiscal federal Carlos Stornelli, continuó hasta que la PFA, al cabo de allanamientos realizados en Beccar, partido de San Isidro, y en Turdera, Lomas de Zamora, detuvo a los otros integrantes de la banda.
Los sospechosos no solo se dedicaban a los secuestros extorsivos: también habrían protagonizado entraderas y robos de mercadería en tránsito, modalidad más conocida como piratería del asfalto.
Robos y hurtos
No solo bajaron las estadísticas de secuestros extorsivos. Solo en la ciudad de Buenos Aires, entre el 20 y 26 de marzo pasado, es decir, durante los primeros seis días de aislamiento social, preventivo y obligatorio, los hurtos y robos disminuyeron un 89 por cientoen comparación con el promedio de los días previos a la entrada en vigor del decreto presidencial.
En la Capital, ese registro de delitos había disminuido, incluso, si se toman en cuenta los datos de marzo del año pasado, cuando se notificó un promedio diario de 331 robos y hurtos, en tanto que en el lapso comprendido entre el 1 y el 19 de marzo pasados se denunciaron 225 hechos por día. A partir de la cuarentena ese indicador de delitos cayó a unos 28 casos por jornada, según informó oportunamente LA NACION.
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