El Anillo Digital permitió recuperar cada día unos 20 vehículos robados
La importancia de la utilización de la tecnología para prevenir delitos quedó demostrada este año con el Anillo Digital, el sistema de 570 lectores automáticos de patentes de la Capital, conectado a un centro especial de monitoreo. Con el uso de ese dispositivo, asociado con el registro de vehículos con pedido de captura, la Policía de la Ciudad pudo recuperar cada mes un promedio de 20 autos robados.
El control y el seguimiento de rodados fueron esenciales en decenas de investigaciones sobre organizaciones criminales. En un caso, el empleo de los lectores de patentes, las cámaras de la ciudad y el despliegue de patrulleros guiados por los operadores de videovigilancia permitieron el arresto de una banda de piratas del asfalto en el preciso instante en el que ejecutaban su último golpe.
"Estamos poniendo toda la tecnología para lograr combatir a las mafias y poder vivir cada día más seguros en la ciudad", dijo el vicejefe del gobierno porteño, Diego Santilli, actualmente a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad.
Según los funcionarios porteños, el esquema de protección electrónica -cuya primera etapa fue inaugurada en abril de 2017- empezó a mostrar los resultados previstos al completarse la colocación de los 570 lectores de patentes, que en las áreas comunes, como la avenida General Paz, es compartido con las autoridades bonaerenses.
Gracias a la vigilancia remota fueron recuperados este año 235 vehículos robados. Además, se investigaron las rutas utilizadas frecuentemente por otros 840 autos sujetos a investigaciones judiciales.
El Anillo Digital tuvo capacidad para controlar diariamente más de dos millones de patentes. La verificación automática permite el chequeo de la base de datos de vehículos robados. Ante un caso positivo el sistema emite un aviso a los operadores del centro de monitoreo, que pueden disponer un operativo para perseguir y capturar a los sospechosos. Los lectores de patentes están ubicados, especialmente, en las zonas de alto tránsito entre la Capital y el Gran Buenos Aires.
"Todos los ingresos y egresos a la ciudad están monitoreados por cámaras y por los lectores de patentes. Son una herramienta muy importante en las investigaciones", explicó el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro.
Casos de éxito
Sostuvo el funcionario que ese sistema fue utilizado para la reciente captura de la organización criminal que robaba vehículos de alta gama, cuyos movimientos pudieron ser trazados hasta los tres lugares del conurbano donde la banda guardaba al menos 12 vehículos deportivos que habían sido robados.
"En ese caso, si bien modificaban las patentes de los vehículos para usar registros de autos de igual marca y modelo, al tener cargados esos datos en el Anillo Digital automáticamente aparecieron las alertas, lo que permitió detectar la trazabilidad de estos coches, ver hacia dónde iban, y eso condujo la investigación hacia tres domicilios en la provincia de Buenos Aires donde se recuperaron los 12 vehículos de alta gama", agregó D'Alessandro.
Uno de los casos emblemáticos del uso del sistema de lectores de patentes se registró en agosto pasado, cuando la detección de dos vehículos con pedido de captura derivó en un inmediato operativo que impidió el robo a comerciantes que se dirigían a La Salada, en Lomas de Zamora.
El sistema de vigilancia electrónica emitió una alerta por dos vehículos robados -un Toyota Corolla y un Peugeot 3008- que habían atravesado el portal con cámaras instalado en el cruce de General Paz y la autopista Luis Dellepiane, en dirección al Riachuelo. El centro de monitoreo ubicado en la zona de Puente La Noria activó el protocolo de búsqueda e interceptación de vehículos sospechosos, por lo que dirigió móviles policiales hacia un operativo cerrojo. El Peugeot tenía pedido de captura desde hacía 20 días; se descubrió que en ese lapso el auto había sido utilizado para cometer un asalto a un repartidor de mercaderías. El seguimiento vehicular a través del sistema de cámaras de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires -posible por un acuerdo de cooperación entre ambos distritos- permitió la visualización directa de otro intento de robo. Sin saber que eran monitoreados, los delincuentes habían abordado una furgoneta que llevaba mercadería a La Salada. Entonces, fueron detenidos.
Los funcionarios porteños estiman que la instalación del Anillo Digital desalentó, además, a bandas de secuestradores que capturaban a sus víctimas en la Capital y cruzaban rápidamente al conurbano para mantener desde allí las negociaciones extorsivas. Por lo pronto, en el gobierno de la ciudad consideran que los lectores de patentes resultaron un positivo aporte al facilitar la recuperación de 235 vehículos robados y colaborar en más de 800 investigaciones judiciales.
Dos centros de monitoreo
Las imágenes de los autos que pasan por los portales o las cámaras lectoras de patentes y las eventuales alertas son enviadas a los centros de monitoreo situados en Vicente López y en Puente La Noria. Las cámaras son de videovigilancia y lectoras de patentes. Hay 45 pórticos con cámaras lectoras distribuidos en las avenidas que conducen a otros tantos accesos a la Capital. El sistema coordina esfuerzos y recursos de la Ciudad y de Buenos Aires.