El crimen de Lucas González: confirman la prisión de otros ocho policías acusados de encubrir el homicidio

La Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional porteña confirmó las prisiones preventivas de otros ocho integrantes de la Policía de la Ciudad acusados de encubrir el homicidio de Lucas González, el futbolista juvenil de Barracas Central asesinado en noviembre pasado.

Entre los uniformados detenidos se encuentra el subcomisario Ramón Chocobar, quien además está procesado y próximo a enfrentar un juicio oral en el marco de una causa por trata de personas, que investiga la Justicia Federal. Lo acusan de haber falsificado un acta.

Las prisiones preventivas fueron confirmadas por la Sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional porteña y alcanzaron, además de a Chocobar, a los comisarios Juan Romero y Fabián Du Santos, al subcomisario Roberto Inca, al inspector Héctor Cuevas y a los oficiales Sebastián Baidon, Daniel Espinoza y Jonathan Martínez. Así lo informaron fuentes judiciales citadas por la agencia de noticias Télam.

En el caso de los primeros siete, los magistrados Alberto Seijas, Julio Lucini y Mariano Scotto rechazaron las apelaciones de las defensas en base a la gravedad del delito que se les imputa y el peligro de entorpecimiento de la investigación aún en curso, mientras que la apelación en favor de Martínez fue desestimada por “improcedente”.

Sobre el caso del subcomisario Chocobar, la resolución judicial señala que “no puede soslayarse que el acusado registra una causa en la que se le enrostra haber confeccionado un acta de levantamiento de clausura apócrifa para dejar sin efecto la inhabilitación dispuesta sobre una residencia donde se investiga la comisión del delito de trata de personas”, según Télam.

Tanto Chocobar como el resto de los diez policías acusados de encubrir el crimen de Lucas están procesados con prisión preventiva por encubrimiento doblemente agravado por ser funcionarios públicos en concurso real, con la privación ilegal de la libertad doblemente agravada de sus tres amigos, y porque cometieron vejaciones en desempeño de un acto de servicio.

“No pueden pasarse por alto las graves características de los episodios que se le atribuyen en esta investigación pues habrían privado ilegalmente de la libertad a las víctimas y alterado rastros y pruebas del delito”, cuya autoría se les atribuye a los policías Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi, agrega el fallo. Los tres policías fueron los primeros detenidos y procesados por el homicidio agravado de Lucas y la tentativa de homicidios de tres amigos que lo acompañaban.

Según los camaristas, los acusados integrarían “el grupo de funcionarios que arribó al lugar instantes después del suceso e intentó aparentar un enfrentamiento armado, para lo cual, entre otras acciones, se habría introducido maliciosamente –”plantado”– un arma de utilería en el rodado que ocupaban las víctimas”, al mismo tiempo que cometieron vejaciones contra los jóvenes.

Asimismo, los jueces consideraron que “se podría presumir la existencia de riesgo de presión a los damnificados, a sus familiares y testigos”, teniendo en cuenta “la relación de poder, recursos y condiciones que deriva de que los imputados integren una fuerza de seguridad”. También destacaron, según Télam, la posibilidad de que “exista riesgo de fuga de ser excarcelados”, debido a que, de ser declarados culpables en un futuro juicio, las penas que les corresponderían superan el límite previsto por ley para el cumplimiento de una prisión condicional.

De esta manera, son 11 los policías procesados con prisión preventiva hasta el momento. La semana pasada, en un fallo de 17 páginas al que también accedió la agencia Télam, la misma Sala IV había revocado el procesamiento de las oficiales Micaela Fariña y Lorena Miño por la falta de mérito “para procesar o sobreseerlas” y, en efecto, ordenó sus libertades.

En el fallo que liberó a las policías, los camaristas argumentaron que, al dictar el procesamiento de ambas policías, el magistrado de primera instancia “ponderó que fueron las primeras en llegar al lugar, que los menores les pidieron auxilio atemorizados y en estado de shock, todo lo cual no se compadecía con el hecho de enfrentamiento anunciado” por los otros efectivos.

El crimen

El asesinato de González, de 17 años, ocurrió el 17 de noviembre de 2021, alrededor de las 9.30, cuando el joven y tres amigos, de su misma edad, salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Suran del padre de uno de ellos. Allí, fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Ciudad, sin patente ni signos de ser un vehículo policial, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.

La investigación judicial realizada hasta el momento señala que los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles y huyeron del lugar. En este momento, comenzó la persecución policial que acabó con los tiros desde distintos ángulos, que habrían sido disparados desde el móvil en el que iban a bordo los policías Isassi, López y Nieva.

Según fuentes policiales, al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impactó en la cabeza de Lucas, quien murió horas más tarde.