El delito, la violencia y el miedo paralizan a los vecinos de Lanús
Cansados de los robos y los ladrones, la gente salió a la calle para exigir soluciones a las autoridades; dicen que viven con el temor de que, en cualquier momento, pueden ser víctimas
El hombre tiene ganas de llorar. Aún no lo puede creer. Mira las estanterías de su negocio y siente bronca e impotencia. La inseguridad lo arruinó tanto en lo económico como en lo emocional: delincuentes ingresaron en su local y le robaron la última colección de ropa, le sacaron cerca de 400 jeans y otras mercaderías por un valor de $ 300.000. El hecho ocurrió en las últimas horas a metros de la plaza de Valentín Alsina, en Lanús , distrito del sur del conurbano bonaerense bautizado por sus vecinos como "la Capital nacional del delito".
"Me arruinaron. Lloré todo el día. Tengo bronca, impotencia y miedo por mis hijos", afirma a LA NACION el comerciante, de 50 años, que pidió que no se publicara su nombre y apellido por temor a represalias con sus hijos. A metros de él, su esposa, indignada, sostiene: "La situación está cada vez peor".
El robo sucedió durante la madrugada de anteayer. Voceros del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense dijeron a LA NACION que para ellos el hecho no existió, porque no tenían constancia de la denuncia policial, pero el comerciante afirmó que hizo la presentación en la comisaría de Valentín Alsina.
La rabia que expresó el matrimonio se multiplica cuando se camina por las calles del partido de Lanús. La gente tiene miedo. Está cansada de la inseguridad.
El delito no se detiene. Lo puede afirmar Beatriz Bilevich, de la joyería Bilevich, situada en Villa Industriales, a 50 metros de la comisaría local. La cercanía con la dependencia de la policía bonaerense no impidió que en lo que va del año ya sufriera tres robos.
"No es una manera de vivir, pero es lo que está pasando en estos momentos", explica con una sonrisa Bilevich.
En Lanús viven 520.000 personas. Según fuentes de la Municipalidad, la policía bonaerense cuenta con 500 uniformados para recorrer las calles y hacer patrullajes preventivos. "Sin contar los 93 policías con carpeta médica", explica un funcionario municipal.
Para tratar de combatir la inseguridad, algunos vecinos decidieron "autovigilarse" para lavar los automóviles (ver aparte). Otros, por culpa de los delitos de los que fueron víctimas, comienzan terapias psicológicas.
Según las últimas estadísticas del Ministerio Público Fiscal bonaerense, durante el primer semestre de este año, en el Departamento Judicial de Lomas Zamora, del que depende Lanús, se abrieron 53.028 causas penales, más otras 1436 del fueron penal juvenil. Se trata del Departamento Judicial del conurbano con más hechos delictivos en los primeros 180 días de 2012.
El 15 de abril de 2009, Daniel Capristo, un vecino de Valentín Alsina, padre de tres hijos, fue asesinado a quemarropa por un menor de edad. Lanús salió a las calles para pedir más seguridad y tres años y medio después, la historia parece repetirse: los homicidios de Juan Bautista González, de 75 años, asesinado delante de sus nietos , y el de Alicia Dubau vuelven a movilizar a la gente que, indignada, pide urgentes soluciones.
"Lo que vivimos en Lanús es inexplicable. Es tierra de nadie. Pensé que la muerte de mi hermano iba servir para cambiar la realidad, pero todo indica que no. Nunca hubo una mejora de la seguridad en el distrito", dice Norma Capristo, hermana de Daniel.
La mujer cuenta que hace pocas horas fue a la Municipalidad para hablar con un funcionario y pedirle dinero de la "caja chica" para comprar un cigüeñal a un patrullero de la comisaría de Valentín Alsina. "No es exagero, esa es la realidad", asegura Capristo.
El miedo se siente entre la gente. Hay comercios que atienden con la puerta cerrada para tratar de prevenir hechos delictivos.
"Por primera vez decidí trabajar con la puerta cerrada", sostiene un comerciante que tiene una zapatería en el centro de Valentín Alsina desde hace 34 años. Y agrega: "Lamentablemente en Lanús nos acostumbramos a vivir con miedo".
Anteanoche, como lo informó lanacion en su edición de ayer, más de 4000 vecinos se reunieron en la puerta de la Municipalidad para exigir urgentes medidas para combatir el delito.
Voceros del intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, sostienen que parte de la manifestantes eran de la oposición al jefe comunal.
Además, las fuentes reiteraron que durante la marcha de los vecinos , Díaz Pérez llamó al ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, para pedirle que se hiciera presente y les hablara a los vecinos, como hizo en Cañuelas después de un doble crimen.
"De los diez patrulleros que nos mandaron después de los homicidios de González y de Dubau, dos llegaron remolcados por una grúa. Así no se puede dar soluciones", dijo un colaborador del intendente.
Bronca y dolor de la gente
Temor e impotencia de los que nacieron en el distrito
DAMIÁN BURRIEZA
Vecino de Valentín Alsina
- "Hoy en día es muy peligroso vivir en Lanús. Como padre tengo miedo de lo que pueda pasarles a mis hijos"
- "Todos los sábados uno lava el auto en la calle y otros cuatro vecinos salen a la puerta para vigilarlo. Es una forma de cuidarnos"
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