Alberto Fernández prometió ayuda a la familia del joven que fue encontrado muerto en el río
ROSARIO.- Unos minutos antes de que se subiera al palco frente al Monumento a la Bandera en Rosario, el presidente Alberto Fernández se reunió durante más de 20 minutos con los familiares de Carlos Orellano, un joven de 23 años cuyo cadáver fue encontrado anteayer en el río Paraná, a pocos metros del lugar donde se desarrolló el encuentro. Los padres de la víctima reclaman justicia por su hijo y que se investigue el supuesto encubrimiento de efectivos de la policía de Santa Fe.
Dos horas antes de la llegada de Fernández, más de mil personas se concentraron en la estación Fluvial, frente al Monumento a la Bandera, donde luego se realizó el acto por el 208° aniversario del izamiento de la bandera protagonizado por Manuel Belgrano. La muerte de Orellano provocó preocupación en la clase política local y entre los rosarinos que se plegaron a la protesta de la familia.
Atravesado por ese contexto, el presidente centró su discurso en el acto, acompañado por varios integrantes del gabinete, en los problemas de seguridad que enfrenta Rosario, una ciudad donde los refuerzos de los operativos conjuntos entre las fuerzas federales y provinciales no están dando resultados. Este año se registraron 44 homicidios.
El Presidente pidió disculpas por el demorado inicio del acto y en ese momento explicó en el palco que había recibido a los padres de Orellano. "Estuve con la familia de Carlos, ellos me necesitaban más que ustedes hoy en día", aseguró Fernández. "Vamos a hacer todo lo que haga falta para que dejemos de reclamar justicia para uno y justicia para el otro y veamos castigados a los culpables de tantos delitos", señaló el mandatario a pocos metros del lugar donde una importante cantidad de rosarinos había expresado minutos antes su exigencia a una investigación por la muerte de Orellano.
La familia de ese joven denuncia que la víctima fue golpeada en la madrugada del pasado lunes por patovicas dentro del boliche Sr. Ming, a pocos metros del Monumento a la Bandera, y que tras ese incidente no se supo más sobre su paradero (de lo que se informa por separado). El cuerpo apareció flotando cerca de esa disco.
El mensaje presidencial también fue dirigido a los asesinatos mafiosos. "Los criminales no tienen derecho a adueñarse de la vida de los rosarinos", aseguró Fernández en un discurso en el que criticó a la justicia y evitó hacer mención a la polémica sesión en la Cámara de Diputados en la que se aprobó el proyecto que recorta las jubilaciones de los magistrados y de los diplomáticos. Si esa ley se aprueba en la justicia federal de Rosario se producirían siete renuncias de magistrados. Ese fuero es el que investiga las causas de narcotráfico.
Fernández, en cambio, hizo propia la crisis de seguridad que sufre Santa Fe: "Me voy con el compromiso de tener solucionado para el 20 de junio, cuando nos veamos otra vez, mucho de los problemas que tienen los rosarinos con la inseguridad". Y agregó: "Los rosarinos van a encontrar muchas respuestas del gobierno nacional a la inseguridad".
"Esta es una ciudad donde cada vez me es más grato volver, pero es una ciudad donde la justicia tiene que hacer más de lo que hace", aseveró el jefe de Estado. Sus críticas a la justicia de manera general generaron cierto desconcierto entre los funcionarios judiciales porque el presidente no fue aclaró si se refería a la federal o a la provincial. O a ambas.
El presidente puso en la agenda el problema del narcotráfico en su primera visita a Rosario, unos minutos después de que el gobernador Omar Perotti y el intendente de Rosario Pablo Javkin evitaran enfocarse en ese tema al centrar sus posturas en el perfil de Belgrano y el significado histórico de la Bandera. "Necesitamos que la ley le gane a la violencia", fue la frase deslizada por el jefe municipal en referencia a la muerte de Orellano.
Perotti, quien junto al intendente participaron de la reunión que mantuvo la familia Orellano con el presidente, prefirió no salirse del guión institucional, que el propio Fernández pareció cambiar a último momento. "Hoy esa Bandera nos tiene que cobijar para pelear contra adversidades tan duras como en aquel momento, con otras formas, el hambre, la desocupación, la falta de justicia, la violencia, el narcotráfico y la creencia de que los violentos tienen razón o un espacio para burlar a la justicia", resaltó el gobernador.
Por su parte, Edgardo Orellano, el padre del joven fallecido, dijo luego de su encuentro con el presidente Fernández: "No confío ni en la Justicia ni en la policía de la provincia de Santa Fe".
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