Encontraron ahorcado al acusado del homicidio de Recoleta

Juan Pablo Machado Kuschel, chileno, de 42 años, estaba preso desde la semana pasada, acusado del homicidio de un joven misionero de 25 años cuyo cuerpo fue hallado envuelto en una cortina de baño en las escaleras de un edificio de Recoleta. El sospechoso, ayer a la tarde, apareció ahorcado en el sector de duchas de una alcaidía de la Policía de la Ciudad, donde estaba alojado.

Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales. Machado Kuschel estaba detenido en la Alcaidía 1 de la Policía de la Ciudad, en Retiro. Según los voceros consultados, todo se descubrió cuando el sospechoso no contestaba los llamados que le hacía el celador, que estaba a la espera de que terminara de ducharse.

"Después de que pasaran los diez minutos establecidos para el aseo y ante la falta de respuesta a los llamados, el celador ingresó en el sector de duchas y encontró a Machado Kuschel colgando del duchador con una tela de su propia ropa", afirmaron fuentes policiales.

Según agregaron los informantes, el celador no puede ingresar en el cuarto de duchas. "Por protocolo, se debe ubicar a una distancia prudencial y sin visualización a los efectos de no violar la intimidad" del recluso, explicaron.

El sospechoso había sido detenido el jueves pasado en un edificio de Guido al 1900, donde vivía, después de que el encargado encontrara, en las escaleras, a la altura del cuarto piso, el cuerpo de un joven apuñalado y envuelto en una cortina de baño.

La víctima fue identificada como Gustavo Benítez, de 25 años, oriundo de Eldorado, Misiones. Según informó oportunamente la agencia de noticias Télam, cuando fue indagado por el juez Pablo Ormachea y la fiscal Silvana Russi, Machado Kuschel negó haber sido el autor del crimen y dio a entender que del homicidio habían participado otras personas; solo admitió haber sacado el cadáver y las ropas de Benítez fuera de su departamento.

De acuerdo a los testimonios ya reunidos en la causa, la víctima podría haber ido al departamento a venderle drogas a Machado Kuschel, de quien se pudo determinar que ya había tenido episodios violentos y problemas con hombres a los que contactaba por servicios sexuales, agregó Télam. Por la muerte del imputado interviene la fiscal en lo criminal y correccional Cinthia Oberlander.

El crimen

Como se dijo, el homicidio de Benítez se descubrió el jueves pasado, poco antes de las 10, cuando el encargado del edificio realizaba tareas de limpieza y al llegar a las escaleras del cuarto piso encontró a un hombre muerto, desnudo y envuelto en una cortina de baño que, a simple vista, presentaba manchas de sangre en la espalda.

El encargado y los vecinos llamaron al 911 y de inmediato arribaron al edificio personal policial, la fiscal Russi y funcionarios del juzgado N°18.

De inmediato, la representante del Ministerio Público y los policías comenzaron a entrevistarse con habitantes del edificio para intentar determinar en qué departamento podría haber ocurrido el crimen y todos los testimonios apuntaron a Machado Kuschel, ya que había quejas contra él y problemas en el consorcio por los hombres extraños que hacía ingresar al edificio, dijeron las fuentes.

Por orden judicial se allanó el departamento, donde fue detenido el chileno como sospechoso del crimen, luego de que se encontraran dentro del inmueble rastros de sangre, la presunta arma blanca homicida y el faltante de la cortina de la ducha del baño, signo de que había sido usada para envolver el cadáver.

La víctima fue identificada un día después, a partir de las huellas digitales que los peritos tomaron del cadáver luego de la autopsia y que fueron cotejadas con la base de datos del Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad (Sibios), donde están cargadas las improntas dactilares del padrón argentino.

Debido a que el joven no respondía los mensajes desde el miércoles de la semana pasada, un día antes de que fuera hallado su cadáver, su familia había publicado una foto pidiendo que ante cualquier información se comunicaran con la policía.