"Es una zona insegura, te matan por nada"
Damián Burrieza vive hace 42 años en Valentín Alsina y no se resigna a que el delito le gane a la tranquilidad
Caminaba con orgullo. Con sus manos lleva uno de los bastones de madera que sostiene a el cartel que dice "Justicia por Juan Bautista", por el jubilado asesinado delante de sus nietos el 21 del mes pasado. La víctima era su vecino, en Valentín Alsina. El hombre no se resigna, pero afirma: "Hoy en día es muy peligroso vivir en Lanús".
Damián Burrieza tiene 42 años y desde que nació vive en Valentín Alsina. Era uno de los más de 4000 vecinos que anteanoche salieron a las calles para pedir seguridad y una solución a los problemas que sufren por culpa del delito en Lanús.
"Como padre tengo miedo de lo que pueda pasarles a mis hijos", cuenta a LA NACION mientras camina por las calles del centro de Lanús junto con la multitud.
Por temor a que su hijo Jonathan, de 22 años, sea víctima de la inseguridad, Burrieza todos los días sale a las 6.30 de su casa y lo acompaña cinco cuadras hasta la parada del colectivo.
"Sé que no voy a poder impedir nada, pero uno así se siente un poco mejor porque hoy Lanús se convirtió en tierra de nadie", afirma.
El vecino cuenta que en los tres años que pasaron desde que comenzó a acompañar a su hijo a tomar el colectivo, nunca vio a policías en tareas de patrullaje por las calles de Valentín Alsina.
"A esa hora de la mañana sólo una vez vi a unos gendarmes, pero a la policía bonaerense nunca la vi pasar", asegura.
Burrieza vive a 150 metros de la casa de la familia González. Todavía siente bronca por el brutal crimen de Juan Bautista, quien tenía 75 años y fue asesinado delante de sus nietos cuando intentó defender a su hijo, que estaba amenazado por un delincuente.
"Da mucha bronca lo que pasó. Te pones en la piel de los hijos de Juan Bautista y es tremendo lo que sucedió, es gente muy trabajadora. Lamentablemente, Lanús es una zona muy insegura. En 15 años cambió mucho la situación. Te roban y te matan por nada. No te queda otra que vivir con miedo. Antes no era así", sostiene Burrieza, mientras piensa en la manifestación de la semana próxima.
El hombre cuenta que él y otros vecinos de Valentín Alsina, desde hace poco tiempo, decidieron tomar algunas medidas preventivas para tratar de evitar ser víctimas de la delincuencia.
Por ejemplo, todos los sábados, cuando uno de ellos decide lavar su automóvil, un grupo de tres o cuatro vecinos sale a la calle y trata de vigilar para que no pase nada. "Es una forma de cuidarnos", sostiene Burrieza a LA NACION.
"Espero que la situación mejore, que se pueda solucionar y podamos vivir con mayor tranquilidad", afirma el vecino, que fue testigo de la época donde Lanús era una zona segura y se podía caminar sin miedo por las calles. Hoy eso no ocurre.
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