Estudios de big data y análisis en baños, nuevos métodos para detectar patrones de consumo

La reaparición en el mercado ilegal de enteógenos -sustancias vegetales o preparados con propiedades psicotrópicas-, el arribo de nuevas drogas sintéticas (algunas de ellas, con composiciones infrecuentes o novedosas) y muertes recientes por inhalación de conocidos estimulantes líquidos incrementan la preocupación de los investigadores científicos del Observatorio Argentino de Drogas (OAD).

Para mejorar los controles y diseñar sistemas preventivos más eficaces, los especialistas comienzan a trabajar en distintas estrategias, entre las cuales se destacan los estudios de poblaciones ocultas, el trabajo de los equipos de big data e incluso análisis de restos orgánicos obtenidos de los desechos disponibles en baños químicos instalados en fiestas electrónicas.

Durante una cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA) realizada en Buenos Aires el mes pasado, la directora del Observatorio, la doctora en Psicología María Verónica Brasesco, afirmó que el problema del abuso de sustancias tóxicas en la Argentina "es cada vez más complejo".

Además, confirmó que se registra una creciente "tolerancia social del consumo" de estupefacientes acompañada de un "aumento de los cuadros clínicos agudos", entre los cuales nombró, por ejemplo, intoxicaciones severas por consumo de una planta del género Brugmansia, denominada comúnmente floripondio, usada en rituales chamánicos y de alto contenido alcaloide.

Desde el OAD explicaron que para el diseño de estrategias vinculadas a la reducción de la oferta y demanda de drogas es necesario generar evidencia científica. Y agregaron que, últimamente, las respuestas arrojadas por los relevamientos tradicionales que se realizan para prevenir las adicciones no conformaban a los investigadores.

Por este motivo los especialistas estatales debieron encarar también el "estudio de fenómenos sociales" y "estudios etnográficos en poblaciones ocultas", entre otros nuevos métodos, utilizando enfoques diferentes de los que se conocían hasta ahora y trabajando en colaboración con observatorios de otros países para "recoger la complejidad del problema y trasladarla a los gestores de las políticas públicas", según explicaron desde el OAD.

Los investigadores argentinos destacaron en la cumbre de la OEA la efectividad de un método que surgió en Uruguay, donde los científicos recogen muestras para análisis en los baños químicos de las fiestas electrónicas. Así, por ejemplo, detectaron peligrosos cannabinoides sintéticos que eran desconocidos para los especialistas y que, sin embargo, ya circulaban entre la población.

Entre 2010 y 2017, "el consumo de éxtasis en niños y adolescentes aumentó 200 por ciento" en la Argentina y la edad más baja de las personas que utilizan esta droga pasó, en el mismo lapso, de 16 a 14 años, aunque el promedio de iniciación es de 22 años.

En el Observatorio Argentino de Drogas confirmaron que actualmente se aplican en el país estudios cualitativos implementados originalmente en Chile para determinar por qué, a pesar de la presión social, hay adolescentes que eligen no consumir marihuana.

"Los observatorios del mundo estábamos centrados en estudiar los factores de riesgo, pero no estudiábamos los factores de protección", dijo la directora del OAD.

En la Argentina, al menos 434.721 personas probaron alguna vez en su vida drogas alucinógenas como el LSD (ácido lisérgico), mientras que 152.701 personas consumieron inhalantes o solventes, como el popper; a su vez, 144.584 usaron ketamina -un fuerte anestésico para caballos utilizado en humanos como droga de efecto desinhibitorio- y 1.176.351, opiáceos.

Roberto Moro, director de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar), dijo a la nacion que hace casi cuatro años concentraron gran parte de sus recursos en afianzar el trabajo de prevención a nivel local y, en ese sentido, destacó que 110 municipios han desarrollado planes de abordaje integral de los consumos problemáticos de drogas. Estos planes, sostuvo Moro, reposan sobre varios pilares, entre los que se destacan la interacción de los jóvenes con los líderes barriales y la participación en actividades deportivas.

En el país, al menos 1.786.301 personas de entre 12 y 65 años dijeron que probarían alguna droga si se les presentara la oportunidad, "aunque sea de modo experimental". A su vez, 4.362.853 personas reconocieron que alguna vez sintieron curiosidad por consumir.

Desde la Sedronar confirmaron también la formación de un nuevo equipo integrado por especialistas en big data para cruzar bases de datos estatales y analizar las tendencias y características estructurales del problema de las drogas.

La información oficial señala que de las 292.052 personas que consumieron cocaína en la Argentina durante el último año relevado "105.028 son dependientes y, entre ellas, 2165 son niños y adolescentes".

Estrategias

De los métodos emergentes utilizados para generar estrategias de prevención se destaca también el desarrollo vecinal de cartografías participativas y mapas de consumo de drogas, técnica mediante la cual se cruzan datos socioeconómicos que permiten detectar cuáles son las personas con mayor vulnerabilidad y dónde instalar algún tipo de dispositivo de atención.

Con respecto a las nuevas técnicas que permiten detectar drogas sintéticas, la directora del OAD dijo: "Neciamente decíamos que muchas nuevas sustancias psicoactivas no se consumían en la Argentina. Pero comenzamos a realizar análisis de los foros digitales abiertos de usuarios de drogas y fue muy interesante, porque descubrimos una cantidad de sustancias que estaban siendo consumidas y sobre las cuales nosotros no teníamos datos".

Entre las investigaciones etnográficas de poblaciones ocultas realizadas en la Argentina para comprender detalladamente, por ejemplo, los comportamientos y patrones de consumo de grupos muy específicos se destaca el "Estudio sobre consumo de sustancias psicoactivas de jóvenes judicializados en centros de responsabilidad penal juvenil" de la provincia de Buenos Aires. Brasesco dijo que este estudio quiebra el lazo mítico que une consumo de drogas con delincuencia al evidenciar, por ejemplo, que menos de la mitad de los menores de 18 años detenidos (el 46%) consumieron cocaína alguna vez en su vida.

En la actualidad, más allá de los métodos emergentes aplicados, la Sedronar realiza diversas investigaciones; por ejemplo, estudios epidemiológicos de población general y de estudiantes, caracterizaciones de consumo en poblaciones específicas, vigilancia epidemiológica, estudio de factores de riesgo, generación de instrumentos para evaluar indicadores sociosanitarios, y generación de sistemas de alerta temprana para nuevas drogas psicoactivas.

Condena a narcos en Corrientes

Tres hombres fueron condenados a penas de entre seis y diez años de prisión por integrar una banda narco detenida el 18 de noviembre de 2016 cuando trasladaba más de una tonelada de marihuana en Corrientes. Edgardo Principatto, de 56, recibió la pena más alta; su hijo Ignacio, de 31, ocho años y medio de cárcel, y el camionero Marcelo Damota, de 47, seis años de prisión. Por pedido del fiscal de Corrientes Carlos Schaefer, los imputados comenzarán a ser investigados también por lavado de activos provenientes de esa maniobra criminal.

Cocaína en Salta

Efectivos de la Gendarmería nacional incautaron más de 64 kilos de cocaína y detuvieron a dos narcos en un control en el acceso al barrio Bicentenario, de Tartagal, Salta. Según se informó, un vehículo se llevó por delante un retén instalado en la ruta 34 y sus ocupantes no se detuvieron. Se montó un operativo que culminó con la detención de los sospechosos en la ruta 86; al reconstruir el derrotero del rodado se llegó a un paraje en el que habían sido dejadas abandonadas tres bolsas de arpillera que contenían 69 ladrillos de cocaína.