Fabián Perroni. "Creo que están subiendo el hurto y un poco el robo"
Estará a cargo desde la próxima semana de una fuerza con más de 90.000 agentes y buscará que las comisarías recuperen un rol central en la prevención; descartó los rumores sobre secuestros en cercanías de colegios
El nuevo jefe de la policía bonaerense, comisario general Fabián Perroni, se presentó con un duro diagnóstico: los delitos que más afectan a los vecinos están en aumento. "Creo que están subiendo el hurto y un poco el robo", dijo en una entrevista con LA NACION. Y vinculó esa situación con "problemas económicos y sociales". Perroni comenzará a comandar la fuerza con más de 90.000 agentes la semana próxima, luego de la salida de Pablo Bressi, y adelantó algunos ejes de su futura gestión. Explicó que quiere que las comisarías tengan un mayor peso en los barrios y recuperar la confianza del vecino para que, por ejemplo, no se expandan rumores como los que señalan la existencia de una ola de secuestros arededor de colegios. Y buscó aportar tranquilidad: "Hace 25 años que escucho esos trascendidos. Pero nunca encontramos nada".
Perroni fue imputado en 1992 por apremios ilegales. En su presentación como jefe de la policía bonaerense explicó que finalmente los testigos no lo identificaron como el autor de golpes, por lo que la causa en su contra no prosperó. Ahora piensa en reformar el sistema de seguridad para que las comisarías vuelvan a tener peso propio. Buscará la confianza de los vecinos para evitar, por ejemplo, la propagación de rumores como la supuesta ola de secuestros alrededor de colegios.
- Sin embargo, los vecinos desconfían de la policía y muchas veces ven a los uniformados como cómplices de los delincuentes, ¿cómo piensa revertir esa situación?
- Lo que pasó fue que el gobierno anterior hizo política partidaria y usaron a la policía y a la seguridad para juntar votos. Todavía estamos pagando las consecuencias de la mala gestión del [comisario general] Hugo Matzkin que vació las comisarías.
-¿Usted dice que no fue acertada la policía de Alejandro Granados, que impulso las policías locales?
-Lo que pasó es que se dejaron de lado a las comisarías. Y cuando pasa algo el vecino siempre va a las comisarías. Si hay alguien que vende droga en el barrio el vecino lo denuncia en la comisaría, si sufre un secuestro va a la comisaría. Pero durante mucho tiempo se las dejó de lado y cuando se realizaba la denuncia los vecinos no encontraban respuesta, a lo sumo estaba un policía sin móvil y sin medios para ayudarlo.
-¿Pretende que regresen las viejas comisarías a la provincia de Buenos Aires?
-Queremos estar más cerca del vecino con mayor presencia en las calles. Cuando me nombraron comisario en Lomas de Zamora yo caminaba todos los barrios y la gente me planteaba los problemas. Creo que es una situación que te genera un vínculo. Si el comisario del barrio donde vivís conoce a sus vecinos se genera un vínculo, ese vínculo luego deriva en un compromiso por la seguridad del lugar y eso hace que el policía tenga que dar respuesta a sus vecinos. Por eso: hay que volver a ganar la confianza del vecino.
-¿Cuál es el delito que más le preocupa?
-Me preocupan todos los delitos. El que más me duele es el homicidio en ocasión de robo: cuando matan a un vecino para robarle es irreparable. No hay consuelo por más que metamos a la banda o a los asesinos presos. La policía en general da una respuesta rápida y estos hechos son esclarecidos, pero no se repara el daño.
-¿Se está mejor en seguridad que en gestiones anteriores?
-Si me rijo por las estadísticas, sí estamos mejor. Ahora si se lo preguntás al vecino que le robaron seguramente no se está mejor. Uno no puede ir con una estadística a mostrárselo a un vecino que ha sufrido un delito. En ese sentido tenemos que ser realista y darle más contención. Entre las cosas que hemos mejorado figura la baja de secuestros extorsivos, la piratería del asfalto y el robo automotor.
-¿Cuál fue el delito que más creció?
-Creo que están subiendo el hurto y un poco el robo. El arrebato creo que es un problema social económico más que delictual, es mi opinión, lo vinculo a eso. El hombre o la persona que comete un hecho [de esta naturaleza es] porque no tiene nada, no va a robar un banco porque no está preparado para eso, sino sale y arrebata una cartera para comer. No lo justifico. Tiene que ir preso. Pero me parece que hay una situación económica social y lo relaciono a esto que está pasando
-¿Cómo se lo puede prevenir?
-Con la presencia policial, porque una persona que tiene necesidades no tiene arma. Se puede evitar con más policías en la calle.
-Hereda una fuerza con el 12 % de sus efectivos sumariados y con causas penales y sumario por corrupción. ¿Cree que la estructura de la policía está corrupta?
-Mi sensación es que antes no pasaba nada y que había continuidad. Se hacían denuncias anónimas pero no se investigaba. Sin embargo, esas denuncias que antes se tiraban al tacho de basura hoy se investigan.
-¿Usted tuvo una causa por apremios ilegales?
-Sí... pero todo se trató de una equivocación. Fue en el 92 durante unos operativos que participé estando en la comisaría 1a. de La Plata. Me convocaron de la 9a. y yo hice un allanamiento en Tolosa que dio negativo. En otro allanamiento, comandado por Walter Abrigo (el oficial más comprometido por la desaparición del estudiante de periodismo Miguel Bru en agosto de 1993) se golpeó a dos detenidos. El abogado hizo la denuncia por torturas y cuando declararon los dos detenidos dijeron que el que había participado junto con Abrigo era un uniformado al que le dicen "el Perro", como a mí. Pero, en una rueda de reconocimiento los propios detenidos aseguraron que yo no era el agresor. De todas maneras quedé demorado por cuatro días.
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