Familiares de uniformados harán un bingo para pagar a un perito

ROSARIO.- Familiares de un grupo de policías que están detenidos por la supuesta desaparición forzada de un joven, cuyo cadáver fue encontrado en el río, decidieron organizar un bingo para recaudar fondos y afrontar los gastos de los peritajes de una nueva exhumación del cuerpo de Franco Casco.

"No tenemos más dinero para pagar a los abogados y a los peritos. Lo que venimos haciendo desde hace un tiempo son recitales, rifas y ahora un bingo para poder costear los gastos de la defensa", aseguró en diálogo con la nacion Sandra Benítez, esposa de Walter Benítez, un suboficial que está detenido desde hace 18 meses en el penal de Marcos Paz, junto con otros nueve efectivos de la policía de Santa Fe.

A principios de octubre de 2017, el juez federal de Rosario Carlos Vera Barros procesó a 30 uniformados por la desaparición forzada de Casco. De ese grupo de policías quedaron 18 con procesamiento avalado por la Cámara de Apelaciones en lo Federal. Diez se encuentran detenidos en el penal federal de Marcos Paz.

Los familiares de los policías detenidos quieren reunir dinero hasta el próximo 6 de abril para poder pagar los honorarios de un perito de parte para la segunda exhumación y cuarta autopsia a la que sería sometido el cuerpo de Casco. Los resultados de esos estudios están discutidos por la defensa. Deben reunir, según calculó Benítez, unos US$2000 para abonarle al perito José Speranza, que participó en las investigaciones por las muertes del fiscal Alberto Nismann y de Santiago Maldonado.

Franco Casco, de 22 años, oriundo de Florencio Varela, fue detenido en la seccional N° 7 de Rosario en octubre de 2014 y 22 días después su cadáver apareció flotando en el río Paraná.

"Los hechos perpetrados en el caso de Franco Casco son la continuación de prácticas específicas que el personal de la seccional venía realizando en el marco de un contexto de violencia institucional sobre las personas que allí se encontraban privadas de su libertad", señaló el fallo de Vera Barros. La defensa de los uniformados afirma que no hay pruebas de la muerte de Casco dentro de la comisaría.