Fernando Burlando: "Ningún bebe va a poder tapar el agujero que dejó Isidro"
El abogado de Piparo aseguró a LA NACION que espera una condena ejemplar para los imputados por la salidera; cuestionó la seguridad bancaria y destacó la valentía de Carolina en el debate; el lunes, el fallo
Se acercan horas decisivas para uno de los juicios que más conmovió a la opinión pública y que muchos, incluido su propio abogado, tildaron de "caso bisagra" en materia de políticas de seguridad bancaria.
El asalto a Carolina Píparo, que terminó en 2010 con la vida de su bebe Isidro a punto de nacer, representó un "verdadero detonante" y sembró la urgencia de promover medidas mucho más efectivas para proteger a los clientes en sus transacciones bancarias diarias.
Ahora, cuando las cartas ya están jugadas y sólo resta esperar el pronunciamiento de los jueces, su representante legal, Fernando Burlando, aseguró a LA NACION que confían lograr una "condena ejemplar" para la mayoría de los imputados. "Que la muerte los abrace tras las rejas", insistió en diálogo con este medio, de cara al fallo que se conocerá el lunes próximo.
Además de reflexionar sobre el desarrollo de un debate que se extendió durante dos meses y repasar los momentos de mayor peso, Burlando cuestionó "la falta de interés hacia el prójimo" que demuestran tener algunos bancos, e insistió en los riesgos que esto conlleva para toda la sociedad.
También le dedicó un apartado especial a Carolina y a su notable cambio de actitud a lo largo de las audiencias. "Pasó de ser muy temerosa a ser un ícono de la valentía femenina. El punto más álgido ocurrió cuando ella declaró y rompió en llanto. Recién ahí pudo empezar a mitigar tanto dolor", subrayó.
-Falta muy poco para que se conozca el fallo, ¿Qué evaluación realizás de estos dos meses de debate? ¿Estás conforme con el desarrollo que tuvo el proceso?
-No me sorprendió el desarrollo ni el manejo y la dirección del debate porque los tres jueces son personas que están desde hace mucho tiempo en la Justicia. La del juez Claudio Bernard fue una conducción brillante, al igual que la de las otras magistradas que estaban a su lado [Liliana Torrisi y Silvia Hoerr, del Tribunal Oral en lo Criminal II de La Plata]. Se trató de un debate ameno y llevadero, pese a las extensas horas de audiencia. Se hizo con sentido común y fue atractivo, tanto para las partes como para el público. También fue plenamente garantista, ya que permitió a todos los involucrados poder ejercer sus derechos y garantías en forma absoluta y completa. Nosotros [el estudio de abogados] pretendíamos eso, que esa chance no se restringiera a unos pocos.
-¿Qué opinión te merece la actuación del fiscal a cargo del caso, Marcelo Romero? ¿Habías tenido oportunidad de trabajar anteriormente con él?
-Es una persona de carrera. Fuimos compañeros en la universidad. Al día de hoy, mantiene sus cualidades. Como estudiante era brillante. A nivel profesional, nada que objetar. Son todos calificativos de excelencia.
-¿Cuáles son tus expectativas en torno al veredicto que se conocerá el lunes? ¿Por donde pasa tu intuición?
- Por lo que ha significado, el de Píparo ha sido un caso bisagra. Hemos tenido varios casos que marcaron un antes y un después en la legislación, y eso nos enorgullece. Entendemos que Píparo no es uno más. Mas allá de las connotaciones sociales, hoy la opinión pública se ve conmovida por el recuerdo de lo que le ocurrió a Carolina.
-La salidera que sufrió constituyó el puntapié inicial de algunas mejoras en el plano de la seguridad bancaria. ¿En qué medida considerás que quedó cubierta esa necesidad de reforzarla?
-Hubo algunos cambios para mejorar la seguridad bancaria y luchar contra la inseguridad en ese ámbito. Eso es algo que pudimos observar. Sin embargo, también vimos que existe una gran falta de compromiso por parte de las mismas entidades: falta actitud y amor al prójimo. Durante el juicio, hemos escuchado decir: "Eso paso en la calle", como queriendo establecer que cuando suceden dentro del banco [ese tipo de situaciones] tienen valor y fuera no. Se diluye entonces el interés por dar una mano. En ese sentido, advertimos una ausencia de normas de procedimiento y de respeto por códigos de ética. El empleado bancario no es un empleado común, sino alguien que tiene la responsabilidad de operar con dinero. ¿Cómo no va a cuidar al cliente y si al dinero? Creo que hay que hacer un cambio muy grande de mentalidad y establecer normas de procedimiento. Lo que se hizo [hasta ahora en materia de seguridad bancaria] fue bueno. El hecho de Carolina fue un detonante para que ocurriera. Pasa que tiene más efecto el pánico que genera un hecho, que la legislación en sí misma.
-¿Cuán avanzada está la Argentina en ese aspecto en comparación con otros países?
-Tenemos enormes diferencias. Al ciudadano argentino le cuesta conducirse con una tarjeta de crédito. Eso hace que tengamos características totalmente distintas. En otros lugares, se hace un uso efectivo del plástico. Acá no hay que olvidarse de que la delincuencia está detrás de todos estos grandes montos de dinero y de lo que el cliente va a extraer. En esas idas y vueltas, los ladrones se encuentran a la orden del día. Son situaciones que no escapan a nadie.
-Volviendo al juicio, ¿Por qué excluiste de tus imputaciones a Carlos Burgos (el primer sindicado como el autor del disparo contra Carolina?
-Romero lo acusa de asociación ilícita y pidió para él 15 años de prisión. Nosotros entendemos que encaja más el supuesto de una coautoría funcional dentro de la célula delictiva que el de una asociación ilícita.
-¿Cuánto incidió en esto el testimonio de Carolina, que se rectificó y apuntó contra Carlos Moreno (otro de los acusados) como el autor del homicidio?
-Fue muy categórico su reconocimiento y demostrativa su afirmación. Tomamos entonces otros elementos de prueba que nos ayudaron a certificar que no había ninguna duda.
-¿Crees en el arrepentimiento del marcador,"Pimienta" Silva, y en su deseo de recuperación que le manifestó a Carolina?
-Silva actuó de marcador y lo hizo con mucha eficiencia. Cada uno aquí cumplió un rol y un papel que lo desarrolló eficientemente. Estuvo mejor Silva que los policías y la seguridad que tenían que proteger a los clientes del banco. Son generaciones perdidas, desde el punto de vista social. La que está perdida es la sociedad, mientras estén creciendo este tipo de bestias. Acá siguen existiendo siete responsables. Esa célula delictiva necesitaba un cómplice involuntario que fue el banco.
-¿Cómo la viste a Carolina a lo largo de las audiencias? Su ánimo lógicamente fue fluctuando...
-Pasó de estar muy temerosa a ser el ícono de la valentía femenina. Fue un orgullo. Tan voluntariosa... Realmente, me facilitó el trabajo. Sin desmerecer a mi estudio y colaboradores, fue una abogada más, con mucho sentido común.
-Carolina tomó este juicio como una catarsis. A veces, uno no puede hacer un luto acorde con la situación. Ella no conoció a su bebe, más allá del contacto de haberlo tenido en su panza durante tantos meses. Se dieron situaciones muy extrañas. Aunque traté de evitarle aquellas que pudieran generarle dolor y angustia, ella quiso ver las fotos. El punto más álgido [del juicio] se dio cuando declaró y rompió en llanto durante toda la audiencia. Fue lo mejor que hizo, desde el punto de vista psicológico. Recién ahí pudo empezar a mitigar tanto dolor. Es tanto el vacío que deja la ausencia de un bebe, sumado a la esperanza con la que uno lo espera. Podrán venir cien bebes, pero ninguno va a poder tapar el agujero que dejó Isidro.
-¿Consideras que Carolina logrará esa "condena ejemplar" que pidió desde un principio?
Cuando empezó el juicio yo había pedido la pena de muerte, que era lo que cada hombre y mujer de esta sociedad seguramente pensaba cuando trataba de darle un castigo a esta gente. Pensaba que la mejor manera de librar esto era con la vida. Pero como la Argentina no contempla esa variante, pensé que la mejor pena que podía pedir era la máxima [perpetua], para que la muerte los abrace tras las rejas. Es una pena extensa con la que pueden volver a ser hombres y dejar de ser las bestias que fueron.
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