Golpe de película: los boqueteros de Rosario se llevaron 45 millones de pesos
ROSARIO. La fiscalía de Rosario estimó que el botín del golpe a la empresa de caudales Brinks fue de 45 millones de pesos, una fortuna que los ladrones se llevaron sin disparar un solo tiro, luego de hacer un boquete en una de las paredes de una casa lindera, donde retuvieron a una familia que vive allí, para acceder al depósito donde estaban las sacas con dinero.
Este miércoles la fiscalía de Rosario reveló que, de acuerdo al arqueo que realizó la empresa de caudales Brinks, la suma sustraída sería de unos 45 millones de pesos. Según las fuentes judiciales consultadas por LA NACION, los asaltantes se llevaron entre 20 y 25 sacas con dinero en efectivo del depósito de la empresa situada en Presidente Roca al 2769, en el centro de la ciudad.
De acuerdo a la investigación, el robo se ejecutó a las 21.30 del lunes. Participaron entre cinco y siete ladrones, quienes hicieron un boquete de 80 centímetros en una de las paredes de una casa contigua para acceder al depósito de la compañía y llevarse las bolsas con dinero.
La familia que fue tomada de rehén no sufrió agresiones ni violencia de parte de los ladrones, según explicó una de las víctimas, a quien le quedó un enorme boquete en una de las paredes de su residencia. “Nos hicieron un trabajo de inteligencia; se ve que conocían el movimiento de mi casa, porque se sorprendieron por la presencia de mi hija y de mi nieto”, dijo Guillermo Algañaraz, de 62 años, propietario de la vivienda.
La noche del robo, este hombre, que vive en la casa con su hermano, recibió la visita de su hija y de su nieto. “La puerta estaba abierta porque estaba esperando a mi hija, que nos venía a visitar con el nene. Se ve que conocían el lugar y que hicieron trabajos de inteligencia previo”, sostuvo el hombre, un docente jubilado. Explicó que detrás de su hija “se metieron los delincuentes” y agregó que los asaltantes “se sorprendieron cuando vieron” a su nieto, atento a que uno de ellos preguntó: “¿Por qué tanta gente?”.
Según reconstruyeron los investigadores, dos hombres maniataron a las cuatro personas, las encerraron en una habitación y mantuvieron una “guardia” sobre los rehenes. Otro grupo comenzó a agujerear la pared lindera, que da al depósito de la empresa Brinks. Trabajaron con herramientas propias y también tomaron algunas que había en la casa, explicó Algarañaz.
Voceros del caso indicaron que la empresa Brinks posee personal de seguridad propio, aunque aparentemente no estaban por el feriado largo. También, que una vecina advirtió los ruidos durante la noche del lunes, por lo que, a los gritos, le preguntó a su vecino si sucedía algo. Algarañaz contó que uno de los ladrones le pidió que respondiera que estaban arreglando un caño, mientras el resto de la banda terminaba de abrir el boquete en la pared.
Lo extraño del caso es que la empresa de caudales no tenía personal de seguridad activo en el momento del robo ni tampoco un sistema de alarmas con la sofisticación que amerita un lugar donde se acopia tanta cantidad de dinero.
Los investigadores creen que los ladrones escaparon por el fondo de la residencia de la familia retenida, que da a unas vías del ferrocarril. “Nos dejaron atados; después de que se fueron estuvimos más de media hora hasta que pudimos liberarnos”, contó el docente jubilado, para agregar que también les llevaron los teléfonos, con el fin de incomunicarlos. Finalmente, Algarañaz logró salir de su casa con las manos atadas a la espalda y pidió ayuda a un taxista, que avisó a la policía.
La causa, que en un primer momento recayó en la Unidad Fiscal de Flagrancia, pasó a la de Investigación y Juicio. La fiscal Juliana González quedó a cargo del relevamiento de imágenes de cámaras de seguridad de las calles de la zona.
Más leídas de Seguridad
22 años después. Qué dice el fallo de 401 páginas por el que condenaron a Nicolás Pachelo por el crimen de María Marta
El “Piojo” de Monserrat. Cayó el “bicidealer” que cruzaba el conurbano para vender microdosis en un bar
“Estaba muy acomodado”. La familia del adolescente que apareció dentro de un freezer denuncia que lo mató un tío