Heredó una fortuna de su esposo, pero su codicia la llevó a prisión
Una trama policial que incluye millones de dólares, traición, codicia y un intento de asesinato asombra por estos días a la ciudad de Mar del Plata. Se trata del caso de una viuda que heredó de su esposo acaudalado 10 millones de dólares y que intentó, junto a su nueva pareja y a un advenedizo sicario, asesinar al abogado que trabajaba en su sucesión. Quería evitar pagarle sus honorarios.
La viuda en cuestión se llama Susana Esquivel y la herencia la recibió de su esposo fallecido, el empresario y hacendado Reinaldo Bensi. Ella era 40 años más joven que él, y era su empleada doméstica hasta el momento en que se casaron, en 2007.
Producto de un accidente de tránsito en la ruta 226, el hombre, que tenía una fortuna en propiedades y en un campo en Lincoln, murió el 29 de junio de 2014, según la crónica que realiza el diario La Capital, de Mar del Plata.
En el momento de la muerte de Bensi, Esquivel se encontraba embarazada de su amante, un hombre que vivía en la zona marplatense de playa chica, cerca de donde vivían ella y su esposo. Cuando nació la hija de Esquivel, comenzaron los problemas por la sucesión de la herencia de casi 10 millones de dólares que había dejado Bensi.
Fue ahí cuando la mujer decidió contratar al abogado Carlos Castillo, para que le manejara los trámites de la sucesión. El letrado no sabía entonces que, por ese trabajo, iba a terminar con un disparo en su rostro.
Esquivel, viuda, reciente madre y con problemas legales, conoció al policía Miguel Ángel Marote y se puso en pareja con él. Aparentemente, ese amor le despertaba confianza a la mujer, ya que le firmó a su novio un poder prácticamente absoluto sobre todos sus bienes.
El plan y la contratación del sicario
El fiscal que sigue la investigación de este caso, Juan Pablo Lódola, afirma que está acreditado que, a comienzos del mes de junio de 2015, Susana Esquivel y su pareja Marote acordaron que debían asesinar al abogado Castillo, para evitar pagarle los 200.000 dólares de honorarios que le debían. Fue entonces que, para concretar su objetivo, contactaron a Nicolás Ramírez, a quien contrataron para matar al abogado.
El monto que se le prometió al sicario no pudo ser determinado. Se sabe que Esquivel lo habría contratado a través de Facebook, que el joven, de 25 años, viajó de Balcarce a Mar del Plata para verla, pero supuestamente para comenzar una relación romántica con ella.
Según la declaración de Ramírez fue el policía Marote el que, bajo amenaza, le habría ordenado matar al Castillo. Hay que "quemarlo" o "bajarlo", le habría dicho el uniformado a Ramírez.
El intento de homicidio
El 15 de junio de 2015 fue, finalmente, el día en que el abogado fue atacado. Ese día, la viuda Esquivel había concertado una cita con su abogado para cuando su estudio, en el centro marplatense, se encontrara vacío.
A las 20.40 se reunieron. Ella le dijo que tenía que salir para buscar a su hija a la vereda, que la había dejado en el auto con su hermano. La mujer salió y volvió con Ramírez, que se presentó como su familiar. Cuando entró al lugar, el falso hermano de Esquivel sacó un arma, le dijo a Castillo que se tirase el piso y le disparó en la cara. Después de eso, se fue del lugar junto a la viuda y su hija.
"Ella me lo armó, me lo hizo, me pegaron un tiro" le dijo el abogado atacado a su hijo en el Hospital Privado la Comunidad, donde se encontraba internado. Más tarde, el mismo Castillo daría información específica para que Esquivel y Marote fueran detenidos por la policía. Además, reconocería a Ramírez como la persona que le había pegado el tiro en el rostro.
La víctima intuía que la viuda y el policía podrían llevar a cabo una acción criminal de tal calaña. Casi un año antes de ser baleado, Castillo le había dicho a Esquivel que cualquier ataque que pudiera sufrir él o su familia los atribuiría a ella y a su entorno.
El caso en la justicia
Los tres, la viuda, su pareja, y el presunto sicario, quedaron imputados por "homicidio triplemente agravado por el concurso de dos o más personas, por precio o promesa remuneratoria y por el uso de arma de fuego en grado de tentativa".
Ramírez arregló una condena de 13 años y 6 meses en abril de 2019. Había logrado, representado por la defensora oficial, María Laura Solari, el mínimo de pena que se otorgaba para ese delito. Fue en un juicio abreviado en el Tribunal Oral en la Criminal Nº2 de Mar del Plata.
Esquivel y Marote no aceptaron arreglar su situación en juicio abreviado como lo hizo Ramírez. El TOC N°2 y el fiscal Lódola buscan coordinar nueva fecha, luego de algunas complicaciones con la defensa de Esquivel, para dar inicio al juicio, que estaba programada -en un principio- para los primeros días de mayo.
"Se desprende que Susana Esquivel tuvo una activa participación en el hecho, preparó el escenario de los mismos al decirle a la víctima que iba a ir con un hermano hasta el estudio, eligió un horario donde la víctima estuviera sola, asistió junto Ramírez, quien residía en la ciudad de Balcarce y a quien presentó como su hermano", concluyeron los investigadores
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