Inédito: un juicio por femicidio en vivo, con barbijos y con la querella del Estado
La Justicia de La Pampa dará a conocer esta semana el veredicto del juicio que se le sigue, a puertas cerradas por la pandemia de coronavirus, a un exboxeador acusado de haber asesinado el año pasado a su pareja, Valeria Coggiola. En el proceso, la Secretaría de la Mujer provincial actúa como querellante por primera vez en un caso de femicidio.
Norma Álvarez, madre de la víctima, afirmó que espera que el acusado "vaya preso de por vida" aunque nada le "devolverá" a su hija, según publicó la agencia de noticias Télam.
Valeria Coggiola tenía 30 años cuando la madrugada del domingo 25 de junio de 2019 fue asesinada de 16 puñaladas en General Pico, donde residía con sus hijos, de 3, 12 y 13 años.
Por el femicidio es juzgado Enzo Walter Gauna, de 26 años, boxeador, changarín y pareja de la víctima desde noviembre de 2018.
"La cuchilla estaba en la mesita de luz y la ataqué. A partir de ahí, no me acuerdo de nada más ni de cuántas puñaladas le pegué. Me enteré de cuántas fueron por el diario", declaró el acusado durante el juicio, en el que es asistido por el abogado Gastón Gómez.
En los alegatos, el fiscal Guillermo Komarofsky y la Secretaría de la Mujer provincial, en representación del Estado como querellante, pidieron que Gauna sea condenado a prisión perpetua por el delito de "homicidio doblemente agravado por haber sido cometido contra su pareja y contra una mujer".
El debate es presidido por el juez Marcelo Luis Pagano, quien al igual que todos los demás intervinientes en el proceso, incluido el acusado, lleva un barbijo colocado durante las audiencias, que se desarrollan a puertas cerradas.
En una de las jornadas del juicio, el presidente del tribunal le pidió a Gauna que se retirara el barbijo por un momento: "Estamos juzgando a una persona a la que no le hemos visto la cara. ¿Podríamos vérsela?", inquirió.
En el debate, cuya sentencia se podría conocer el jueves próximo, declararon amigos en común a la víctima y el acusado que coincidieron en que Gauna estaba enojado con su pareja porque días antes del crimen ella se había practicado un aborto en el hospital y no sabía si estaba embarazada de él o de otro hombre.
Uno de los testigos afirmó que el acusado le había confesado: "Lo que me está pasando por la cabeza es ir a 'limpiarla'... no tengo nada que perder a esta altura". Gauna, que al inicio del debate se había negado a declarar, a esa altura manifestó: "Le pido perdón a toda la familia".
La secretaria de la Mujer pampeana, Liliana Robledo, explicó a la agencia Télam que la posibilidad de que fueran querellantes surgió a partir de la modificación del Código Penal, que la habilitó a ser parte en "femicidios o juicios por potenciales femicidios".
"El caso de Valeria Coggiola es la primera experiencia en la que nuestra secretaría se constituye como querellante en un juicio por femicidio", señaló Robledo.
La secretaria resaltó que la postura de la querella es que Gauna sea condenado a prisión perpetua por entender que "sería la única manera de obtener justicia para la familia de Valeria".
"Marca un cambio de paradigma, implica la presencia y visión del Estado, y la impronta que le ponemos en la erradicación de violencia de género, que en este caso en su máxima expresión porque terminó en un femicidio", concluyó.
El ataque ocurrió a las 4 del 25 de junio de 2019 en una casa situada en la calle 106 entre 23 y 25, del barrio El Molino, de General Pico, unos 135 kilómetros al norte de Santa Rosa, la capital provincial.
Según las fuentes, una hora después de cometido el crimen de Coggiola el sospechoso se trasladó con su ropa aparentemente manchada con sangre hasta la vecina localidad de Catriló, donde residía, y una vez allí le confesó a un familiar suyo lo que había hecho.
Ante esta situación, ese familiar realizó luego la denuncia a la policía, por lo que efectivos de la fuerza y funcionarios judiciales se trasladaron hasta la vivienda de la víctima y hallaron su cadáver.
En la escena del crimen, los investigadores encontraron el cuchillo con el que la habían apuñalado. Mientras, Gauna fue detenido por la policía en Catriló y puesto a disposición de la Justicia.
Según la pesquisa, al momento del crimen los tres hijos de la mujer dormían en otra habitación de la misma vivienda y comenzaron a gritar cuando fue hallado el cuerpo, tras lo cual fueron retirados del lugar, puestos al cuidado de su abuela materna, y se les brindó contención profesional.
"Solo resta esperar que vaya de por vida preso, aunque eso nunca me devolverá a mi hija, que era una persona maravillosa, una madre increíble que amaba a sus hijos; ahora solo me quedan sus últimos audios de WhatsApp, en los que se reía y se la notaba muy bien", dijo a Télam la madre de la víctima.
Y agregó: "No puedo creer que hablamos hasta la una de la mañana del domingo y a la madrugada ya estaba muerta".
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