Inteligencia previa, "marcadores," motochorros y choferes: así funcionaban dos bandas que protagonizaron 29 robos
Se las identificó como "la banda de la Chili" y "la banda de Cami". Aunque sus "alto mandos" eran independientes, compartían parte de su "mano de obra". Operaban con un mismo modus operandi y funcionaban con "marcadores", autos que hacían los seguimientos, asaltantes y motociclistas que se llevaban los botines. Tenían el mismo objetivo: robar maletines, carteras y mochilas con dinero que sus víctimas, a las que seguían desde que salían de estacionamientos de la City, hubieran retirado de bancos o financieras. Las dos organizaciones, desbaratadas después de 40 allanamientos y 23 detenciones, habrían protagonizado al menos 29 hechos delictivos en la Capital.
Así lo dieron a conocer hoy en una conferencia de prensa el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; su segundo, Diego Santilli (que también está a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad); el secretario de Seguridad, Marcelo D'Alessandro, y el jefe de la Policía de la Ciudad, Gabriel Berard. Aprovecharon la presentación del desbaratamiento de ambas bandas para dar a conocer que, según la estadística de la Ciudad, entre enero y octubre de este año los robos en la modalidad motochorros retrocedieron un 54%; en la comparación con igual periodo de 2018 la baja fue del 7 por ciento.
Según se informó en la presentación, al cabo de tres meses de investigación, la Policía de la Ciudad llevó a cabo entre el 15 de octubre pasado y el 5 de este mes los operativos que terminaron con la captura de 23 presuntos integrantes de ambas bandas.
Para dar con los sospechosos, los detectives policiales trabajaron con las cámaras de seguridad del Centro de Monitoreo Urbano, con cámaras privadas y con lectoras de patentes del Anillo Digital para reconstruir recorridos de vehículos, identificar coches y personas y, finalmente, detener a los sospechosos.
"Esta fue una investigación de casi tres meses y muchas horas de investigación. El Anillo Digital fue fundamental para tener la traza de cómo se movilizaban. Las víctimas eran seguidas desde que salían de alguna financiera o banco; eran marcadas y las seguían hasta el estacionamiento donde hubiesen dejado sus autos", explicó D'Alessandro.
Según explicaron fuentes oficiales, los "objetivos" de los delincuentes estaban focalizados en estacionamientos del microcentro. "Allí las víctimas eran marcadas al momento de retirar el vehículo, eran seguidas durante un trayecto y, luego, terminaban siendo sorprendidas en distintos puntos de la Ciudad o del conurbano por varios delincuentes que, tras romper los cristales del coche o agredir o distraer al damnificado, le sustraían el maletín, la cartera o la mochila en la que hubieran guardado los valores que ya sabían que tenían; luego, escapaban en moto", dijeron los informantes.
Los delincuentes de ambas bandas, según las fuentes consultadas, contaban con una estructura piramidal, en cuya cúspide los "líderes" decidían qué trabajos realizar, qué vehículos utilizar y quiénes participarían de cada golpe en particular; ellos se encargaban de armar la logística del atraco y de repartir más tarde el dinero obtenido.
En la segunda línea de esta pirámide se ubicaban los dueños de los vehículos con los que se cometían los delitos. Los investigadores detectaron que los autos y motos que participaban de los hechos tenían en muchos casos los mismos dueños y que los choferes poseían cédulas azules emitidas por el Registro de la Propiedad Automotor.
Circulaban de forma legal en vehículos propios, con lo que evitaban sospechas y podían eludir fácilmente los controles que se realizan en el microcentro, especialmente sobre motos.
El resto de los detenidos eran las personas que realizaban los robos, que formaban parte de la tercera línea de la estructura criminal. Ellos conducían los autos, agredían a las víctimas, transportan a los agresores o les permitían la fuga en moto con cada botín.
Al término de los operativos fueron secuestrados cuatro vehículos, varias motos, cédulas verdes y azules y registros de conducir, 30 teléfonos celulares, uniformes, cajas de delivery y una bicicleta (porque en algunos casos los "marcadores" simulaban ser repartidores) y un inhibidor de señales de cierre centralizado de vehículos.
La causa en la que se investigó a la "La banda de la Chili" está a cargo del juez en lo criminal y correccional porteño Walter Candela. La investigación comenzó el 19 de junio pasado cuando dos autos y tres motos cometieron un robo en un estacionamiento de Hortiguera al 700, Caballito.
Las motos, con dos tripulantes cada una, ingresaron en el garaje y asaltaron al conductor de un auto que había llegado instantes antes. Lo habían seguido desde un estacionamiento de Corrientes al 400, a metros de la oficina en la que trabajaba la víctima. La investigación derivó en la detención de 12 sospechosos.
El expediente que puso bajo la lupa a "la banda de Cami" está a cargo de la jueza Paula González y avanzó con la detención de 11 sospechosos (cinco hombres y seis mujeres).
Delito en baja
"Hoy podemos decir con orgullo que todos los delitos en la Ciudad vienen bajando, pero por supuesto tenemos mucho más para seguir trabajando", sostuvo Rodríguez Larreta en la conferencia de prensa en la que presentó el resultados de estos operativos.
El jefe de Gobierno porteño informó que "entre enero y octubre de este año bajaron un 54% los casos de delitos protagonizados por motochorros". También destacó que "el robo de autos bajó un 50%; los homicidios, un 50%, y también se redujo la cantidad de secuestros"
Santilli, en tanto, explicó: "Uno de los flagelos que veíamos era el robo en moto. Creamos una fuerza especial, en febrero de este año, para ir en busca de estos delincuentes, y junto con las áreas de Investigaciones y de Robos y Hurtos empezamos a hacer un trabajo de seguimiento. Todo esto lo pudimos hacer porque tenemos planificación, actitud de la policía, mucho compromiso y, sobre todo, tecnología".
Según enfatizaron en la presentación, entre el 1 de enero y el 31 de octubre de 2019 los delitos de motochorros bajaron un 54%. Mientras que en enero se produjeron 1185 casos, en octubre hubo 541. En la comparación con igual periodo de 2018, la baja es del 7% (8219 casos contra 8869). Desde julio se produjeron las bajas más significativas comparadas con los mismos meses en 2018. El delito de motochorros disminuyó un 16% en julio, un 33% en agosto, un 41% en septiembre y un 48% en octubre.
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