Investigan si la odontóloga desaparecida fue envenenada con un poderoso insecticida
La sustancia, un pesticida usado por quinteros, fue hallada en el cuarto de hotel donde se suicidó el novio de la mujer
Ante el hallazgo de un potente insecticida en la habitación de un hotel platense donde se mató de un tiro Abel Casimiro Campos, el novio de la odontóloga desaparecida en Berisso , los investigadores intentan establecer si el suicida lo usó para, eventualmente, envenenar a Gisella Solís Calle.
A través de peritajes se busca determinar si el metomil, un insecticida útil para combatir plagas en los cultivos de tomate y lechuga, aparece en los restos orgánicos compatibles con fluidos estomacales hallados por técnicos de la Policía Científica en la casa de la profesional, de 47 años y de nacionalidad peruana, de la cual se perdió el rastro hace ocho días.
En esa vivienda de la calle 127 entre 58 y 59 los técnicos encontraron restos de comida en dos platos y dos copas de vino que serán analizados para establecer si en ellos hay metabolitos del insecticida. Según fuentes de la investigación, se trata de una sustancia de alta toxicidad que, en caso de ser ingerida, puede ocasionar dolor de cabeza, mareo, fatiga, debilidad muscular, letargo, pérdida de conciencia, náuseas y dolores abdominales.
"Los especialistas dicen que la ingesta de metomil puede provocar muerte por asfixia en muy poco tiempo. Pero no podemos asegurar que se haya utilizado ese veneno con Gisella", dijo una calificada fuente de la pesquisa.
Los detectives bonaerenses se abocaron a determinar si Campos obtuvo el veneno en alguna de las quintas instaladas en las afueras de La Plata, donde se lo utiliza para combatir el pulgón que ataca los cultivos de lechuga y tomate.
La escena del hecho
Al revisar la casa de Gisella, los técnicos no encontraron restos de sangre, pero sí de vómito. Los peritos también hallaron una mochila con los documentos de la odontóloga, un celular, restos de una cena para dos y la cama con las almohadas y sus respectivas fundas, pero sin una sábana. Signos de desorden, pero no de violencia.
La puerta de calle, cerrada, pero sin llave, indicaba que si la dueña de casa se había ido, planeaba regresar pronto. Eso no ocurrió.
Así como se investiga si Campos usó el metomil contra Gisella, tampoco se descarta que lo hubiese llevado consigo para suicidarse. Si el objetivo era ese, no recurrió al insecticida para quitarse la vida: el lunes a la madrugada, cuando la policía golpeó la puerta del cuarto que ocupaba en el Hotel Catedral, se disparó en la cara con una escopeta.
A pesar de la incertidumbre, los familiares de Gisella y la fiscal Ana Medina aspiran poder encontrar con vida a la odontóloga.
"Buscamos a una persona viva. Creo que se ha perdido, que está en estado de shock y eso la llevó a irse. Quizá Campos la golpeó y está en alguna quinta sin televisión. Tal vez no sabe que la están buscando. Tengo la sospecha de que ella está en algún lado y que perdió la memoria", expresó Mariela Solís, hermana de Gisella, que acompaña a sus padres, que llegaron desde Perú para seguir de cerca la búsqueda.
Hasta anoche, ninguna cámara de seguridad había registrado imágenes de Gisella después del 15 de este mes. Además, ningún testigo ubicó a la odontóloga fuera de su casa de Berisso.
A partir de las sospechas que surgieron sobre el novio de la odontóloga, grupos de policías se instalaron en los centros de monitoreo de La Plata, Berisso y Ensenada para revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad, sin esperar a que se remitan los archivos digitales.
En una de esas cámaras quedó registrado que Campos llevó a lavar su camioneta Nissan el día que desapareció Gisella.
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