La banda que robó 11 veces en cinco meses en la misma estación de servicio

Los sospechosos son oriundos de Córdoba, desde donde, se supone, viajaban a la ciudad de Buenos Aires para concretar su plan criminal. En solo cinco meses protagonizaron 11 robos a clientes de la misma estación de servicio. A las víctimas, a veces con un inhibidor del cierre centralizado o tras romper los vidrios de la ventanillas, les abrían los autos estacionados y les sustraían dinero, computadoras, tablets, ropa deportiva, perfumes, anteojos de sol e instrumentos médicos.

En los próximos días, el fiscal José María Campagnoli pedirá la elevación a juicio del expediente judicial. Cinco sospechosos se sentarían en el banquillo de los acusados. Un sexto está prófugo.

La banda oriunda de Córdoba habría actuado entre el 7 de septiembre de 2017 y, al menos, febrero de 2018 en la estación de servicio Shell situada en avenida General Paz al 4500, en Saavedra.

A una de las víctimas, que se presentó en el expediente como querellante, le robaron un maletín con 100.000 pesos, una credencial de prensa de la Cámara de Diputados de la Nación y una tarjeta magnética de acceso al Congreso Nacional y un teléfono celular después de abrirle la camioneta Jeep Grand Cheeroke que había dejado estacionada en el playón de la citada estación de servicio, mano hacia el Riachuelo.

"La actividad delictiva desarrollada consistiría en sustraer bienes muebles del interior de los vehículos que quedaban estacionados aprovechando la ausencia de sus ocupantes con el fin de de venderlos o utilizarlos posteriormente, todo en una clara división de tareas e intervinientes en cada uno de los sucesos", afirmó el juez en lo criminal y correccional porteño Manuel Gorostiaga en la resolución donde procesó a los sospechosos.

Los sospechosos, de entre 23 y 40 años, protagonizaron al menos 11 robos en cinco meses. La mayoría fueron en el playón de estacionamiento de la mano de la avenida General Paz hacia el Río de la Plata.

"La dinámica delictual [sic] de la asociación sería la siguiente: debido a la ubicación estratégica de las estaciones de servicio que habilitaba la fácil escapatoria al estar ubicadas sobre la avenida General Paz, los miembros de la asociación ilícita, valiéndose de un inhibidor de señal o a partir de la rotura de alguna de las ventanas los vehículos que escogían, previo determinar que se trataba de autos que contenían en su interior elevadas sumas de dinero o bienes de gran valor, lograban acceder a ellos y así, sustraer todo", sostuvo el juez Gorostiaga en su resolución a la que tuvo acceso LA NACIÓN.

Algunos de los integrantes de la banda aún no fueron identificados. Según un dictamen del fiscal Campagnoli, donde solicitó allanamientos, detenciones y las indagatorias de los sospechosos que lograron ser individualizados, cuando las víctimas, a pesar del inhibidor del cierre centralizado, lograban cerrar sus vehículos, los delincuentes usaban la fuerza para romper las ventanillas y abrir las puertas de los autos.

En uno de los hechos, ocurrido el 25 de octubre de 2017, la banda se hizo de un botín de $35.800, U$S4000 y 2000 pesos uruguayos que la víctima había dejado en el interior de su camioneta Hyundai H1.

No había horario para la banda. Podían actuar a la mañana o entrada la tarde. Hubo hechos a las 10 y otros entre las 18 y las 19.

Para detener e identificar a los sospechosos, el equipo de trabajo del fiscal Campagnoli hizo un profundo análisis de redes sociales para comparar las fotos publicadas por supuestos ladrones con las imágenes obtenidas con las cámaras de seguridad de la estación de servicio donde ocurrieron los robos.