La Cámara confirmó la prisión preventiva del acusado de violar a la joven venezolana

La Cámara confirmó la prisión preventiva de Irineo Humberto Garzón Martínez, acusado de haber drogado y violado a una joven venezolana a la que acababa de tomar como vendedora en su local de venta de uniformes médicos de la zona de Once. La resolución de la Cámara va en línea con la decisión que el mismo tribunal había tomado con respecto a la controversial excarcelación con la que la jueza Karina Zucconi había beneficiado al comerciante a pesar de haberlo procesado por el delito de abuso sexual con acceso carnal, que le permitió al imputado estar en libertad entre el 25 de enero, dos días después del hecho, y el 4 de febrero.

El fallo del Tribunal de Alzada se produjo a los efectos de regularizar la detención y la situación procesal de Garzón Martínez, al entender que el decisorio se ajusta a lo previsto en el artículo 312 del Código Procesal Penal de la Nación, teniendo en cuenta que en caso de recibir la condena por el delito del que se lo acusa, su cumplimiento no podrá ser dejado en suspenso. La causa está caratulada como “abuso sexual agravado por acceso carnal”, delito para el cual se prevé una pena de entre 6 y 15 años de prisión.

El comerciante permanece privado de su libertad. Fue detenido el 4 de febrero cuando La Cámara de Apelaciones revocó la excarcelación dictada por Zucconi, en respuesta al pedido de las fiscales Silvina Russi y Mariela Labozzetta. Los magistrados tuvieron en cuenta el “riesgo de fuga” frente a la expectativa de una elevada pena y pusieron en duda “el arraigo” del imputado, ya que había dado diferentes versiones sobre su lugar de residencia en sus declaraciones indagatorias.

El hecho por el que se acusa a Garzón Martínez se produjo el sábado 23 de enero, cerca de las 14, en el local de Paso 693, donde la denunciante había sido citada para una entrevista laboral que había coordinado el día anterior a través de Facebook.

Según la denunciante, el acusado le había pedido cenar ese día para “poder hablar sobre el trabajo”, propuesta que fue rechazada por la joven, que finalmente acordó presentarse el sábado por la mañana en el local de la calle Paso. Según contó la joven, durante la jornada de trabajo el acusado le ofreció varias veces “un vaso de gaseosa o de jugo”, y finalmente, aceptó tomar algo cerca del mediodía.

La joven relató a los investigadores que tras beber ese vaso de agua comenzó a sentirse mareada, por lo que le envió un mensaje a su madre, primero, y llamó a su hermana, inmediatamente después, explicándole la situación. La hermana de la joven avisó de manera urgente a su madre, que se encontraba cerca del comercio, en el Hospital de Clínicas, donde su marido está internado por haber sufrido un ACV.

La mujer enseguida denunció el hecho, por lo que personal policial arribó al lugar y encontró el local con las puertas cerradas y la persiana baja. Tras llamar varias veces, la policía ingresó, detuvo al hombre y hallaron a la joven tirada sobre una escalera en el fondo del comercio, con el torso semidesnudo y supuestamente bajo los efectos de psicotrópicos. Garzón Martínez intentó escapar, pero fue detenido por personal policial que secuestró del lugar, entre otras cosas, un blíster con pastillas.