La madre de Priscila cambió de estrategia y pidió contar su versión

Con la sospecha de que podría haber sido responsable de la muerte de su hijo de un año y medio ocurrida en julio pasado y con una abultada cantidad de pruebas que la vinculan con el homicidio de Priscila, su hija de 7 años, se presentará a declarar hoy la madre de la víctima.

A través de su defensor oficial , la mujer y su pareja -padrastro de la niña- le comunicaron al fiscal de Berazategui, Carlos Riera, que querían contar su versión sobre las circunstancias de la muerte de Priscila.

Los investigadores del homicidio de la niña, cuyo cuerpo calcinado fue hallado el martes pasado en la orilla del arroyo Plátanos, en Berazategui, intentaban determinar al cierre de esta edición las circunstancias que rodearon la muerte de otro de los hijos de la mujer.

"En julio, se me murió un hijo. Se ahogó con su propio vómito", le confesó la mujer a un policía. A partir de este relato y teniendo en cuenta lo que ocurrió con Priscila, los investigadores no descartaban la posibilidad de revisar si ese niño murió como consecuencia de un accidente o si fue víctima de un homicidio.

Hasta el momento, la hipótesis del fiscal Riera es que la mujer, identificada por fuentes judiciales como Silvia Beatriz Lafuente, habría matado a golpes a la su hija, luego le habría pedido a su pareja -un bombero exonerado de la Policía Federal- que la ayudara a deshacerse del cuerpo, quemaron el cadáver en la parrilla de la casa en la que vivían y lo arrojaron al arroyo Plátanos.

Para fundar la imputación, el representante del Ministerio Público contaría con los testimonios de los hermanastros de la víctima, que dijeron que Lafuente le habría propinado varias palizas; también, las declaraciones de vecinos que afirmaron que la mujer sometía a malos tratos a la niña. A eso se suman los resultados de los peritajes que dan cuenta del levantamiento de restos de tejidos epiteliales y ropa de la parrilla donde se habría intentado quemar el cuerpo de Priscila.

Además, el fiscal sumó en las últimas horas una nueva prueba: el video grabado por una cámara de seguridad en la que aparecía la familia llevando un carro de bebe, supuestamente, con el cuerpo de la niña dentro.

Cuando se presenten a declarar hoy por la mañana, tanto Lafuente como Pablo Verón Bisconti, el padrastro de Priscila, intentarán refutar todas y cada una de las pruebas que el fiscal utilizó para solicitar y justificar las detenciones.

El calvario del padre

Priscila había llegado a la casa de Plátanos donde la mataron el 27 de octubre pasado. Debido a que su madre la dio a luz en un móvil policial, nunca tuvo partida de nacimiento y no quedó asentada en el Registro de las Personas. Su madre la abandonó cuando tenía un año y medio. Desde ese momento, su padre, Gabriel Leguiza, y su nueva pareja quedaron al cuidado de la pequeña.

Pero, el 27 de octubre pasado, Lafuente se habría presentado en la casa de Leguiza y le habría reclamado la tenencia de Priscila. "Dejala que se venga conmigo para que conozca a sus hermanas", le habría dicho Lafuente al padre de la niña. A partir de ese momento, comenzó el calvario del padre de la niña, ya que Lafuente nunca le restituyó a Priscila.

Debido a que no había partida de nacimiento nunca pudo probar que era su padre, y ni la policía ni la Justicia le tomaron la denuncia. Dos meses después, le devolvieron a su hija, pero en un ataúd.

Ordenaron suspensiones por un crimen

El gobernador de Mendoza, Francisco Pérez, ordenó ayer suspender a todos los funcionarios que intervinieron en el caso de los maltratos que sufría Luciana Rodríguez, la nena de 3 años asesinada a golpes y por cuyo crimen detuvieron a su madre y al padrastro. Según informó la agencia Télam, Pérez dijo a la prensa que el personal de la Dirección del Menor se hará cargo de las otras dos hijas de la pareja. Los detenidos fueron identificados por la Justicia como Rita Estefanía Rodríguez Ríos, de 24 años, quien dio muerte a su hija, y Jorge Orellano Carrizo, de 36.