La reacción de un repartidor de agua permitió salvar a dos jubilados capturados por ladrones

"No queremos nada", gritó un hombre desde el interior de la casa situada en Güiraldes al 2100, en Don Torcuato, para evitar que se acercara el repartidor de los bidones de agua.

Esa respuesta y el hecho de ver la puerta entreabierta de la casa, llamaron la atención del sodero y advirtió que algo malo pasaba. Luis el jubilado que vive en esa casa nunca le gritaba de esa forma.

Entonces, el repartidor siguió de largo, sospechó que el matrimonio de jubilados era víctima de una entradera, se dirigió al puesto policial situado a la vuelta de la casa y alertó a uno de los uniformados de la comisaría local.

Cuando el policía llegó a la vivienda observó cómo el conductor del automóvil Renault Sandero Sport blanco arrancaba a toda velocidad. El policía alcanzó a tomar parte del número de la patente e ingresó en la casa donde encontró, maniatada y golpeada a Ester, 93 años, la esposa de Luis.

Según fuentes policiales, al menos cuatro asaltantes aprovecharon que Luis, de 87 años, sacaba la basura para irrumpir en la vivienda y golpear al dueño de casa y a su esposa para que les dijeran dónde guardaban dinero y otros objetos de valor.

Luego de golpear a ambos jubilados, los delincuentes huyeron en el Renault Sandero blanco. A través de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona, los policías lograron establecer la ruta de escape utilizada por el ladrón que manejaba el vehículo.

Así, los policías de la Dirección de Investigaciones de Tigre hallaron el automóvil en una casa de Moreno. Con esta pista y luego de identificar a los otros dos sospechoso, los efectivos solicitaron los allanamientos de urgencia a la fiscal de Don Torcuato María Virginia Toso.

Durante los allanamientos, realizados en viviendas de Moreno, los policías apresaron a tres sospechosos, todos mayores de edad y recuperaron parte de los elementos robados en la casa del matrimonio de Don Torcuato.

Los detenidos habría sido identificados por fuentes policiales como Cristian Villalba, Julio Laprida y Matías Leiva.

Los investigadores cruzan información con casos de similares características para tratar de establecer si la banda fue responsable de otros asaltos ocurridos en la zona.