Las pruebas contra José Potocar: un manuscrito del comisario prófugo y declaraciones de otros policías
Para el fiscal Campagnoli, el ahora detenido recibía dinero de la recaudación ilegal de la comisaría 35°, con jurisdicción en Núñez y Saavedra; lo acusan de ser el jefe de una asociación ilícita
Para el fiscal José María Campagnoli , que investiga presuntos hechos de corrupción de personal policial que se desempeñaba en la comisaría 35°, con jurisdicción en los barrio de Núñez y Saavedra, el suspendido jefe de la Policía de la Ciudad, José Potocar, en "abuso de su posición de poder, brindó una colaboración fundamental" para el desarrollo de la empresa criminal.
Potocar quedó detenido hoy, luego de que el juez de instrucción porteño Ricardo Farias hiciera lugar al pedido del fiscal Campagnoli. Pasará sus días de prisión en el edificio Centinela, de la Gendarmería Nacional, en Retiro.
"[Potocar] promovió su instauración [de la asociación ilícita], brindó la protección que un sistema permanente de corrupción como éste ineludiblemente requiere y lo blindó ante posibles detractores internos a través del uso arbitrario de los mecanismos administrativos policiales", sostuvo el representante del Ministerio Público en el dictamen donde pidió indagar y detener al ahora suspendido jefe de la fuerza de seguridad porteña.
En la resolución donde ordenó su detención y declaración indagatoria, el juez Farias explicó que Potocar está imputado de ser el jefe de una asociación o banda destinada a cometer delitos entre los que se destacan la recaudación ilegal de dinero a cambio de brindar seguridad.
"Los funcionarios que se desempeñan dentro de esta estructura y que responden a las órdenes del comisario Villarreal despliegan al menos dos concretos e ilícitos canales de cobro: por un lado, obtenían dinero de los «trapitos», mientras que, por otra parte, recolectaban parte de la recaudación de comerciantes y empresarios de la zona", afirmó el fiscal Campagnoli en un dictamen de septiembre pasado.
¿Qué pruebas llevaron a la detención de Potocar?
Cuando comenzaba la investigación, se secuestró en la oficina del por entonces jefe de la seccional 35°, comisario Norberto Villarreal, que actualmente está prófugo, un cuaderno con anotaciones hechas a mano.
"Se encuentra corroborado que los recuadros esbozados por el comisario Villarreal en el cuaderno secuestrado del interior de su oficina, explicaban la manera en que se distribuía el dinero que periódicamente obtenía mediante los canales de recaudación ilegal que para ese entonces comandaba".
Cuando comenzó la investigación,el 21 de abril de 2016, Potocar era comisario inspector y revistaba como jefe de la Dirección General de Comisarías (DGC), es decir que las 54 seccionales porteñas estaban bajo su órbita.
Como se dijo, en el cuaderno había anotaciones hechas a manose podía leer, entre otras, la palabra "Gorda" y las siglas DGC, acompañadas de los números 12 y 4. Los investigadores están convencidos de que se trataba del registro de la distribución del dinero. No tienen dudas de que DGC identificaba a la Dirección General de Comisarías y que "Gorda" era como le decían a la comsiario mayor Susana Aveni, detenida y procesada en la causa. Los números 12 y 4 eran, según la sospecha de los investigadores, la manera de abreviar 12.000 y 4000 pesos.
"En esto corresponde ser absolutamente claro: el hallazgo de este documento ilustra a la perfección cómo los provechos económicos de esta actividad criminal llegaban a manos de las más altas esferas de la -hoy- Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Irónicamente, los destinatarios finales de esta cadena de corrupción eran quienes debían velar por el control y cumplimiento de los deberes de quienes fueron confiados con la enorme responsabilidad de proteger a la gran cantidad de personas que habitualmente transita esta urbe", afirmó en el dictamen Campagnoli.
Pero también hay declaraciones de testigos como las de un cabo primero que declaró bajo juramento y de dos subomisarios imputados: Marcelo Stefanetti, procesado con prisión preventiva y Hernán Kovacevich, beneficiado con una falta de mérito.
El cabo primero que declaró como testigo sostuvo que "el dinero obtenido era “(…) trasladado en efectivo a los distintos organismos superiores, concretamente a la Circunscripción VII, ‘Asuntos Internos’ y a la Dirección General de Comisarias, a cambio de lograr estabilidad en el cargo y procurar su impunidad".
“Había que armar algo con los trapitos para cobrarles en los partidos, ya que había sido puesto en la jefatura de esa comisaría por Potocar y Aveni [era jefe de laCircunscripción VII ”, le habría dicho el ahora prófugo comisario Villarreal a Kovacevich, según declaró el subcomisario.
Según Kovacevich, como se negó a ser parte de la empresa criminal, fue víctima de hostigamiento laboral.
"Stefanetti sostuvo eque había escuchado que Aveni –en un claro e ilegal abuso del cargo de altísima responsabilidad pública que ocupaba– le exigía a Villarreal que le entregara cada vez más dinero, y que esa era la razón por la cual ella había influido en la designación de su “ladero” como jefe de la comisaría 35°", según se desprende del expediente judicial.
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