Los rastros de sangre fueron determinantes para acusar a una mujer por la muerte de su esposo
La fiscalía pidió llevar a juicio a Verónica González por el asesinato de Carlos Bustamante; un hijo de la pareja había sido estrangulado en 2011
La fiscal que investiga el homicidio de Carlos Bustamante, asesinado a golpes en marzo de 2019 en la ciudad de Miramar, pidió ayer que la esposa de la víctima, Verónica González, sea sometida a juicio oral como única acusada del crimen, cometido en la misma casa donde en 2011 fue estrangulado un hijo del matrimonio, informaron fuentes judiciales.
El pedido de la fiscal Florencia Salas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de dicha localidad balnearia, se produjo en las últimas horas, luego de que un peritaje psiquiátrico complementario realizada en diciembre último indicó que la mujer comprendía la criminalidad de los hechos que se le imputan. González, de 51 años, está acusada del "homicidio agravado por el vínculo y por alevosía" de Bustamante, de 66 en el momento de su muerte, quien fue golpeado en la cabeza mientras dormía en el domicilio en el que ambos convivían en Miramar.
Bustamante fue atacado a golpes el 22 de marzo y falleció al día siguiente en el hospital Interzonal General de Agudos de Mar del Plata, donde había sido trasladado. Según fuentes judiciales, la hipótesis de la fiscalía es que la mujer es la autora de este crimen, que conmocionó a la comunidad local por ser cometido en la misma casa, ubicada en la calle 27 entre 46 y 48, donde Gastón, el hijo de 12 años del matrimonio, fue estrangulado en 2011 en circunstancias jamás esclarecidas. Esa muerte se investiga en otro expediente, pero en casi nueve años no se pudo resolver ese asesinato.
Entre las pruebas valoradas por la fiscal Salas para acusar a González se destacan los estudios de ADN realizados sobre la ropa de la sospechosa que determinaron que una serie de manchas de sangre halladas en algunas de esas prendas se correspondían con el perfil genético de la víctima. "Las manchas aparecieron en prendas que la imputada tenía puestas debajo de otras", indicó a Télam un fuente cercana a la investigación.
La fiscal valoró también que en el dedo anular de la mujer se encontró "material genético" perteneciente a la víctima, pese a que la imputada se "limpió las manos". Salas subrayó, además, que todas las manchas que había en la casa donde fue atacado mortalmente Bustamante pertenecían a la víctima.
"La hipótesis es que ella estuvo en el baño limpiándose la sangre, ya que se acreditó que había sangre limpiada. La cortina del baño tenía sangre y no esta acreditado que la víctima hubiese ido al baño; y lo mismo en el caso de la habitación de Gastón", informó uno de los investigadores. A su vez, la fiscalía tuvo en cuenta que si bien las imágenes de cámaras de seguridad incorporadas a la causa registraron movimientos de la imputada entre las 12 y las 13.10 del día del hecho en una sucursal bancaria, "todo indica que la agresión se produjo antes", en momentos en que distintos testimonios la ubican en el domicilio.
Una de las últimas pruebas incorporadas a la causa fue el peritaje psiquiátrico complementario que reveló la mujer "es punible, no es inimputable" y está en condiciones de enfrentar un proceso oral. Para la fiscal, "tanto en esta pericia como en otra realizada en abril se determina la capacidad de comprensión de la imputada".
Ahora será el Juzgado de Garantías 1, a cargo de Daniel De Marco, el que deberá notificar a la defensa oficial de la mujer del pedido de la fiscalía, y las fuentes judiciales estimaron que, en caso de no existir planteos en sentido contrario, el caso podría llegar a juicio antes de fin de año. González se encuentra alojada en la Unidad Penal 50 de Batán desde el 23 de marzo último y desde el 26 de abril cumple prisión preventiva.
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