Más de nueve años después de ser condenada, detienen a una mujer por el asesinato de su ex
María Alejandra Duhau fue detenida luego de que quedara firme la pena de 18 años que recibió por instigar el secuestro y asesinato del abogado Cristian Vázquez
El mismo día que el abogado Cristián Vázquez hubiese cumplido 59 años, su exmujer y madre de sus tres hijos fue detenida, acusada de haber instigado su secuestro y asesinato, en 2007. La viuda ya había sido condenada en septiembre de 2010. Sin embargo, un recurso de habeas corpus le concedió la libertad hasta que el fallo estuviera firme. "Fueron casi nueve años de esperar para que fuera presa. Es un gran alivio. Le deseo que cumpla lo que se merece, ni más ni menos. No me mueve la bronca ni la venganza, sino el afán de justicia. Ella destruyó una familia y el que obra mal debe cumplir con su pena", dice, emocionada, Ligia Vázquez, hermana de la víctima.
El 30 de abril pasado, al mediodía, detectives de la División Búsqueda de Prófugos y Personas Desaparecidas de la Policía Federal detuvieron a María Alejandra Duhau, de 59 años, en su departamento de la avenida Coronel Díaz al 2600, Palermo. La mujer, confiaron las fuentes, adoptó la misma actitud calma que había mostrado durante las audiencias del juicio en 2010, cuando el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Lomas de Zamora la condenó a 18 años de cárcel por ser coautora del delito de "privación ilegítima de la libertad agravada". En el debate también fueron sentenciados Marcelo Mansilla, considerado el amante de Duhau, y tres efectivos de la policía bonaerense que participaron del plan criminal (ver recuadro).
La fiscalía y el abogado querellante, José Vera, habían solicitado la inmediata detención de la mujer, que había llegado al juicio en libertad, y el tribunal lo convalidó. Sin embargo, tres días después, la Sala II de la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora hizo lugar al recurso presentado por la defensa y la condenada recuperó la libertad.
"En las 72 horas que mi excuñada estuvo detenida escribieron en la pared de mi casa que iba a morir, me tiraron por debajo de la puerta un sobre con letras pegadas diciendo que ahora me tocaba a mí y que iba a aparecer en pedazos dentro de una bolsa. También quisieron secuestrar a una de mis hijas. Lo que pasó con mi hermano fue muy pesado, era destapar una olla tras otra. Era casi imposible imaginar que se podía esclarecer el caso con la policía metida, pero se logró y fue algo muy importante", sostuvo Ligia.
El 14 de agosto de 2007, Cristian Vázquez salió de su estudio jurídico en el centro de Monte Grande a bordo de su VW Bora; iba a su departamento, en la misma localidad. En el camino fue interceptado por lo que parecía ser un control policial de rutina. Según lo reconstruido en el juicio, los policías Maximiliano Yazalde, Juan Alberto Álvarez y Alejandro Szibler, junto a Mansilla, capturaron al abogado y, a punta de pistola, lo llevaron a su domicilio. Revolvieron todo en busca, se presume, de dinero o documentación.
Para los investigadores, el móvil del hecho fue que Duhau, desde el divorcio, acusaba agriamente a Vázquez de haberla perjudicado en la división de bienes. En esa línea, el amante de Duhau se contactó con Yazalde, a quien conocía por haberse criado juntos en Lanús, y le propuso "escarmentar" al abogado a cambio de una fuerte suma.
"Mi hermano -cuenta Ligia- tenía la convicción de que algo le iba a pasar. El día anterior al secuestro le había dicho a mi mamá que Alejandra lo iba a matar. Había recibido llamados anónimos que le decían que la ex había contratado sicarios. Él justo estaba armando con otra abogada un escrito para que la Justicia estuviera al tanto de lo que le podía pasar, pero no llegó a presentarlo".
El cuerpo de Vázquez apareció el 27 de agosto en los bosques de Ezeiza. Según la autopsia, fue puesto de rodillas y ejecutado de dos tiros en la nuca. La data de muerte coincidió con el día del falso control policial. El cadáver estaba en buen estado por las bajas temperaturas de la zona.
"Para cometer el crimen hubo una inteligencia previa de al menos dos meses. Vázquez se cuidaba mucho, iba en auto del estudio a su casa y viceversa, no paraba en ningún lado ni andaba por la calle. Se les ocurrió simular un control policial que lo obligara a parar. Fue un acto criminal premeditado", remarcó Vera.
La huella digital de uno de los policías encontrada en un placard del departamento de Vázquez fue la pista que llevó hasta Mansilla y, en consecuencia, hasta Duhau.
"Mientras Cristian estuvo desaparecido -cuenta Ligia-, ella venía a lo de mi mamá, traía a los nenes y preguntaba como si nada si había alguna novedad en la investigación. Así se enteraba de cuáles eran los próximos pasos. Nunca mostró arrepentimiento ni siquiera en el juicio, y mientras estuvo libre se puso un centro de masajes en Recoleta. Muy mal no la estaba pasando".
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