Misiones: Diez años después del juicio por la muerte de una hija la condenaron por el abuso de otra

POSADAS. María Ovando fue condenada hoy a 20 años de prisión por el Tribunal Penal Nº1 de Eldorado, por haber facilitado o no haber impedido el abuso de una hija y de una nieta. Es la segunda vez que esta mujer misionera enfrenta a la Justicia, acusada por algo relativo a su rol de madre: en 2011 fue sentenciada por "abandono de persona agravada por el vínculo", al morir una hija suya, de 3 años, por desnutrición. En segunda instancia terminó absuelta.

Ovando vivió en la extrema pobreza: fue madre por primera vez a los 14 años y a los 37 ya había dado a luz a 12 hijos. Su historia dividió aguas entre quienes la juzgaban por no ser una "buena madre" y quienes la defienden y sostienen que se la estigmatiza por su condición de pobre.

El proceso legal "expuso ante todo el país las arbitrariedades y la extrema peligrosidad de un Poder Judicial que criminaliza la pobreza y hostiga a los sectores más vulnerados" y mantuvo a la mujer detenida desde marzo de 2011 hasta el juicio que la absolvió, recordó en un comunicado el Equipo de Derechos Humanos Justicia y Género, que asumió su defensa en el caso de hace más de una década. Ahora volvió a quedar atrapada en el fuero penal.

No impidió el abuso de una hija y una nieta

La causa por la cual se condenó hoy a Ovando es por haber facilitado o no haber impedido el abuso de una hija y de una nieta suyas, que en el momento de los hechos tenían 5 y 9 años, respectivamente.

Estas dos niñas no vivían con Ovando cuando se produjeron los hechos por los cuales hoy fueron condenados la mujer, su pareja y un amigo de ambos. Previamente, un juzgado le había quitado la guarda de las niñas, cediéndolas a otra familia, con la que vivían.

La sentencia de hoy, además de a Ovando, alcanzó a Iván Laurindo, de 23 años, pareja de Ovando en el momento de la detención, y a Lucas Sebastián Ferreira, de la misma edad, amigo de ambos. Laurindo fue condenado a 18 años de prisión y Ferreyra, a 12.

"Laurindo era conviviente y guardador, y además hubo más episodios de este muchacho que del otro [Ferreyra]. El guardador es como si fuera el padre o la figura paterna", explicó el fiscal Federico Rodríguez en declaraciones a Radio Libertad. Rodríguez, que había pedido una pena de 22 años de cárcel para Ovando, quedó conforme con el fallo.

"En el caso de Ovando, ella es la madre y es mucho más grave porque ella es la entregadora de su hija. Cuando se produjeron los primeros hechos una de las chiquitas tenía 3 años. La caracterización jurídica fue 'complicidad primaria omisiva' en los abusos. Además, ella fomentó esta actividad por dinero", señaló el fiscal.

El Equipo Misionero de Derechos Humanos, Justicia y Género y referentes del feminismo pidieron en su momento la recusación del fiscal Rodríguez por "hostigamiento y estigmatización" hacia Ovando.

En aquella petición se denunció que el caso de Ovando es "de los casos más emblemáticos de la desidia y misoginia del Poder Judicial misionero".