Murieron dos adolescentes de 15 y 16 años al tirotearse con policías en La Matanza
Protagonizaron un raid delictivo en González Catán; tres menores fueron detenidos
Salieron a robar como pirañas y los mató la policía. Dos chicos, de 15 y 16 años, fueron abatidos por la policía luego de un asalto, persecución y tiroteo en González Catán. En tanto que tres de sus cómplices, uno de ellos, de 14 años, fueron detenidos.
Con las muertes de los dos adolescentes en González Catán, suman tres los menores fallecidos en dos hechos ocurridos en La Matanza y en Rosario, en 24 horas. Con respecto al chico, de 15 años, asesinado en Rosario, el móvil del homicidio fue un ajuste de cuentas.
Mientras que los dos adolescentes que murieron en La Matanza fueron abatidos cuando cometían robos. A este episodio hay que sumarle un hecho ocurrido en San Francisco Solano, partido de Quilmes, donde un policía baleó en una pierna a un ladrón, de 15 años, que intentó robarle la camioneta que tenía estacionada en la puerta de su casa.
El violento episodio que derivó en la muerte de dos adolescentes ocurrió mientras los vecinos realizaban una marcha de velas, para reclamar frente a la municipalidad de La Matanza, situada en San Justo, medidas de contra la inseguridad. La sede del gobierno local había sido rodeada por vallas de la Policía Federal, en un radio de cien metros. La manifestación fue convocada tras los asesinatos del kiosquero Roberto Sabo y del referente de la comunidad boliviana, René Mendoza, ocurridos en Ramos Mejía y Villa Dorrego, respectivamente.
A partir de la reconstrucción del hecho, realizada por la policía, se determinó que el raid delictivo comenzó en Víctor Martínez al 7400, cuando el dueño de un Fiat Siena fue sorprendido en la puerta de su casa por tres delincuentes, dos de ellos armados que, a punta de pistola le exigieron que entregara el vehículo.
El dueño del vehículo, de 66 años, avisó al número de emergencias 911. Desde la Subestación Sur de La Matanza se emitió un alerta con pedido de secuestro del Fiat Siena negro. En la hora siguiente a la sustracción del automóvil, se recibieron dos llamados por robos cometidos en las adyacencias de La Bastilla y Atalco. Esos asaltos fueron concretados, en la modalidad piraña por sospechosos que se movilizaban en un vehículo de similares características al que había sido robado en Víctor Martínez al 7400.
Una patrulla policial de la comisaría de González Catán se cruzó con el Fiat Siena en La Bastilla y Atalco. Entonces, los policías intentaron interceptarlo, pero el conductor aceleró y huyó. En ese momento comenzó una persecución que incluyó un tiroteo. Desde el vehículo, que estaba ocupado por cinco sospechosos, abrieron fuego contra los policías.
Al llegar al cruce de Balboa y Senguel, otra patrulla policial se sumó a la persecución. Desde el Fiat Siena, los asaltantes comenzaron a disparar contra el segundo móvil. En la esquina de Báez, entre Senguel y Zepellin ese patrullero chocó contra el Fiat Siena y logró que el conductor perdiera el control del rodado.
Cuando los policías se acercaron al Fiat Siena encontraron al conductor y al chico que ocupaba el costado izquierdo del asiento trasero, fallecidos. En tanto que, los uniformados lograron apresar a los otros tres sospechosos, de 14, 16 y 17 años.
Al revisar el automóvil, los peritos encontraron un revólver calibre 22 y una réplica de arma de fuego. Debido a que hubo efectivos de la policía bonaerense involucrados en el tiroteo y muertes, los peritajes quedaron a cargo de técnicos de la Gendarmería.
Con respecto a los menores abatidos, se pudo saber que uno de ellos fue identificado, mientras que la Justicia, procuraba confirmar la identidad del segundo fallecido quien, además tenía el arma de fuego en su poder.
Las muertes de los adolescentes, de 15 y 16 años, que robaron y se enfrentaron con la policía confirman una tendencia que puso descubierto el incremento de la participación de menores en hechos de sangre.
El jueves pasado, un sargento de la Policía Local de Esteban Echeverría baleó en una pierna a un adolescente de 15 años que intentó robarle la camioneta que se hallaba estacionada frente a su casa de la localidad bonaerense de San Francisco Solano.
Según fuentes policiales, el violento episodio se registró en la calle 888 entre 838 y 839 de dicha localidad del partido bonaerense de Quilmes, en la zona sur del conurbano. Un llamado de un vecino alertó al número de emergencias 911 sobre el intento de robo de una camioneta a un policía, que se resistió y efectuó tres disparos.
Ante los policías, el dueño de casa señaló que se encontraba en el interior de su casa, franco de servicio y vestido de civil. En esas circunstancias, escuchó ruidos provenientes de la calle, donde se encontraba estacionada su camioneta utilitaria Fiat Fiorino, por lo que se asomó y vio a un sospechoso al costado del rodado, con aparentes intenciones de robo. Siempre según su versión, el sargento tomó su arma reglamentaria Bersa Thunder Pro, salió a la calle y le impartió la voz de alto al asaltante.
Fuentes policiales y judiciales informaron que el ladrón se abalanzó sobre el dueño del vehículo con dos cuchillos en sus manos, por lo que el policía le efectuó tres disparos.
Tanto el episodio ocurrido en San Francisco Solano como las muertes de los adolescentes registradas en González Catán, constituyen un reflejo de las estadísticas que indican que ascendieron 3,5% los homicidios protagonizados por menores de edad y que el 65% los delitos cometidos por menores fueron con armas de fuego.
Pero en los últimos 60 días la situación se agravó. Según fuentes judiciales, hasta agosto pasado, en un juzgado de Garantías del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil bonaerense, con jurisdicción en una de las zonas de mayor conflictividad criminal del conurbano, se dictaban dos medidas de seguridad por turno contra un menor no punible. A partir de septiembre, en ese mismo juzgado se dispusieron ocho medidas de seguridad por turno contra chicos menores de 16 años.
Debido a que no se los puede procesar penalmente porque para la ley son no punibles, los chicos detenidos por cometer delitos deben ser sobreseídos y enviados con sus familias. Aunque el artículo 64 de la ley 13.634 concede al magistrado la posibilidad de dictar una medida de seguridad, también conocida como “medida restrictiva de la libertad ambulatoria”. El efecto práctico de esta medida radica en que el chico que cometió un delito, aunque tenga menos de 16 años, sea alojado en un instituto de menores.
Durante esta semana se conocieron hechos de sangre donde estuvieron involucrados menores no punibles. En el homicidio del kiosquero Roberto Sabo, en Ramos Mejía, la Justicia dictó una medida de seguridad contra una chica, de 15 años, que participó como cómplice de Leandro Suárez, de 29 años, acusado de ser el autor material del homicidio.
Las cámaras de seguridad registraron cómo la joven actuaba de “campana”, mientras su pareja mataba a Sabo, dentro del local.
El martes, un día después de la manifestación de vecinos en la comisaría de Ramos Mejía, un chico, de 15 años, fue apresado cuando protagonizaba un raid delictivo con otros cuatro ladrones, de entre 16 y 17 años, en Venancio Flores y Paso, en Lomas del Mirador.
Otros menores, también no punibles, fueron detenidos por asaltos contra vecinos que esperaban el colectivo, en Merlo y Sarandí. En ambos casos los adolescentes tenían 15 años y comandaban bandas de ladrones que asaltaban a automovilistas o personas que se dirigían a trabajar, en la modalidad piraña o manada. En todos los casos, los más chicos actuaron con más violencia que el resto de los integrantes de las bandas.
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