No será delito tener droga para consumo
El senador kirchnerista Aníbal Fernández presentó un proyecto de nueva ley de estupefacientes que, entre sus principales disposiciones, establece la despenalización de la tenencia para consumo personal de cualquier tipo de drogas. En el caso de la marihuana, la eliminación de la persecución judicial alcanza también a los que la cultiven, siempre y cuando demuestren que es para uso privado.
El proyecto, que tiene luz verde de la Casa Rosada, fue presentado ayer y ahora deberá ser discutido en comisiones. Tiene 37 artículos resolutivos, deroga la ley vigente de estupefacientes y, además, agrava la pena para los cabecillas de organizaciones dedicadas al narcotráfico (equipara la escala penal con el homicidio simple), reglamenta la figura del agente encubierto y modifica el Código Aduanero para penalizar el contrabando de materia prima y de precursores químicos utilizados en la elaboración de estupefacientes.
Fernández admitió que la despenalización alcanza a todo tipo de drogas y no sólo a la marihuana, como lo ha establecido la Corte Suprema en varios fallos. "El proyecto no habla de ninguna droga en particular", respondió una pregunta de LA NACION.
El texto tampoco especifica el límite de cantidad sobre el cual se considerará la tenencia de drogas de consumo personal. "Eso queda a discreción del juez", afirmó.
La iniciativa promete generar polémica -como quedó demostrado ayer durante la conferencia de prensa (ver aparte)- y fue presentada por Fernández a título personal. No obstante, el senador se preocupó por destacar que se trataba de una de sus promesas de campaña y que es el resultado de su paso como ministro de Justicia y del Interior durante las dos primeras administraciones kirchneristas.
El ex jefe de Gabinete justificó su impulso a la despenalización de la tenencia para consumo personal en el respeto "a los derechos de segunda generación, como el de la salud" consagrados por la Constitución y la necesidad de "reconocer que la adicción es una enfermedad y que el Estado debe ocuparse del adicto y no estigmatizarlo".
"Nuestra posición no es ser permisivos, pero sabemos que hay una situación que existe, que hay gente que consume y la tenemos que curar", justificó Fernández.
El senador oficialista aseguró que hay "un cambio de paradigma" a nivel mundial en el combate al narcotráfico. "Fracasaron las políticas de represión que atacaban a los eslabones más débiles, a los que se llama «perejiles»", explicó, en referencia a los consumidores de estupefacientes y en directa crítica a la estrategia global de "guerra a las drogas" cuya autoría adjudicó a la administración de Richard Nixon en los Estados Unidos.
En la calle, no
En otro tramo de la conferencia de prensa, el ex jefe de Gabinete aclaró que la despenalización para la tenencia se restringe al ámbito domiciliario de cada individuo. "Un acto (consumir) en la calle no es un acto privado", aseguró.
El proyecto recién ingresó ayer en el Senado y, por lo menos, debería ser girado a las comisiones de Justicia y Asuntos Penales, de Seguridad Interior y Narcotráfico y de Salud. Si bien todos esos cuerpos tienen mayoría oficialista, el hecho de que la iniciativa no sea avalada de lleno por la Casa Rosada podría demorar su aprobación en una cámara, como es el Senado, con un perfil más conservador que la de Diputados.
De todas maneras, Fernández intentó poner un poco de presión sobre sus colegas. "No es para mañana a la mañana, pero tampoco es para dejarlo para el año que viene", dijo.
Además de la despenalización, el proyecto condena la apología del uso público de drogas con condenas que van de los 6 meses a 3 años, agravando la escala de uno a cuatro años de prisión cuando el delito sea cometido en medios de comunicación. También exime la pena, o la reduce a la mitad del mínimo, a quienes colaboren en la detención de un cabecilla de una organización de narcotraficantes.
Las diferencias
ACTUAL
- Prohibición. Se castiga la adquisición y tenencia de estupefacientes (sin hacer diferencia entre distintas clases de sustancias ilegales), aunque al considerarse por su cantidad como droga de consumo personal la pena es de un mes a dos años de prisión.
- Cultivos. Se pena la posesión de plantas de marihuana; en caso de establecerse que las mismas son para abastecer el consumo personal el castigo va de un mes a dos años.
- Traficantes. El organizador de una red de narcotráfico recibe penas que van de los ocho a los 20 años.
- Vía pública. Pena de dos a seis años de prisión para el consumo con ostentación.
EL PROYECTO
- Despenalización. No será punible la adquisición y tenencia de estupefacientes (no se hace diferencia entre distintas clases de sustancias ilegales) cuando por su cantidad se considere de consumo personal. No se fija la medida de la dosis personal aceptada.
- Cultivos. No tendrá penas la posesión de plantas de marihuana si se establece que las mismas son para abastecer el consumo personal.
- Traficantes. El organizador de una red de narcotráfico recibirá penas que van de los 8 a los 25 años.
- Vía pública. Pena de seis meses a tres años de prisión el consumo con ostentación.
Una conferencia con polémicas
Aníbal Fernández tuvo ayer una muestra de la polémica que generará su proyecto. En medio de la conferencia de prensa mantuvo un altercado con el diputado del Frente Peronista Eduardo Amadeo. "Naciones Unidas dice que la Argentina es el segundo país en consumo de cocaína", le dijo el peronista disidente. "Esas estadísticas son falsas, lea las que están en los fundamentos del proyecto y después hablamos", respondió Fernández que, poco después, se enfrentó con familiares de víctimas de la droga. "A nosotros no nos consultó nadie", se quejaron los padres cuando el senador dijo se había recogido opiniones de varios sectores sociales.
Más leídas de Seguridad
El crimen de Lola Chomnalez. La vida nómade del homicida que cayó ocho años después por su rastro de ADN
Corrupción. Securitas pagó millonarias coimas: detalles del acuerdo histórico con la Justicia
En una escuela de Bahía Blanca. Un chico de 12 años le quebró la mandíbula a su maestra porque le pidió que se sacara la capucha