Pena máxima para un pintor que violó y asesinó a una niña de 4 años
El hecho ocurrió en enero de 2018 en un barrio de la ciudad de Córdoba
Abril Alejandra Sosa tenía 4 años cuando el 13 de enero de 2018 fue raptada, violada y estrangulada en el barrio General Bustos, de Córdoba. Daniel Alberto Ludueña, pintor y buscavidas, la conocía porque iba seguido a la casa de sus padres, a una cuadra de la pensión en la que vivía solo.
Una tormenta se abatió aquella noche, en la que el changarín y la familia de la chica estuvieron hasta tarde bebiendo. Hasta que, en algún momento, mediante engaños, se llevó a la menor a su cuarto. Abusó de la niña, la mató y escondió su cuerpito en un bolso, debajo de la cama. Esa madrugada, incluso, participó de los rastrillajes en busca de la menor que, hasta ese momento, se creía que estaba extraviada. Luego, todavía ajeno a las sospechas, tomó un remise y llegó hasta un baldío de Alta Córdoba, donde dejó la prueba de su abyecto crimen.
Dos días después la policía encontró el cadáver. Hasta entonces, los sospechosos, para los investigadores, eran los propios padres: Mayra Sidra y Cristian Sosa. Ellos, en tanto, señalaban a su vecino, al que le decían "cara de bolón", a quien reconocían como adicto a las drogas y, además, le endilgaban haber acosado a una hermana de Abril. Había estado con ellos esa noche; sospechaban de él.
El pintor fue detenido y finalmente confesó el aberrante femicidio. Ayer, en un juicio abreviado en el que hubo un acuerdo unánime entre el jurado popular y la Cámara Segunda del Crimen de Córdoba, Ludueña fue condenado por "abuso sexual con acceso carnal y homicidio criminis causae", cuya única pena posible es la máxima: prisión perpetua.
"Manifestó que estaba arrepentido, profirió disculpas a los padres y además pidió por la protección de su propia familia, por lo que inmediatamente se aceptó el juicio abreviado porque esta es la pena máxima. Aun peleándose en un juicio, la pena máxima es la perpetua. La instrucción se llevó adelante en muy buena forma", destacó la fiscal Laura Batistelli.
En la causa, según reveló el diario La Voz, de Córdoba, un familiar directo de Ludueña -que tiene 34 años y dos hijos- declaró: "Nos llamó desde la cárcel y dijo 'esa noche tomé éxtasis y no me acuerdo más qué hice'". Un hermano del acusado añadió que el pintor "se perdía" por las drogas.
Antes del juicio, Mayra, la madre de Abril, dijo: "A mi hija no me la va a devolver nadie. Pedimos una justicia rápida y una condena larga, bien larga".