Acusación. Pidieron la detención de dos docentes del jardín Tribilín
El fiscal Franco Servidio les imputó el delito de abandono de persona
Para el fiscal que investiga el presunto maltrato a bebes y a niños que concurrían al jardín maternal Tribilín, en San Isidro, dos docentes de la institución deberían estar en prisión por el delito de abandono de persona agravado.
Así lo sostuvo el fiscal Franco Servidio, al solicitar la detención de las maestras Yanina Gogonza y Noelia Gallardo. Ahora, el juez de Garantías de San Isidro, Rafael Sal Lari, deberá analizar la solicitud del Ministerio Público Fiscal y decidir si hace lugar o rechaza el pedido. El delito que se les imputa a las maestras tiene una pena de dos a seis años de prisión, mientras que si se comprueba un grave daño en el cuerpo o la salud de la víctima la pena será de entre tres y diez años de prisión.
"El pedido del fiscal nos parece una muy buena decisión. Sería muy importante que la Justicia llegue a fondo", sostuvo a LA NACION Diego Hernayes, el padre que dio el inicio a la investigación después de que se presentara una denuncia con una grabación de los maltratos.
Según informó la agencia de noticias Télam, el fiscal Servidio analiza además pedir la detención de la directora del jardín, Noemí Núñez, y de otra docente.
Además, ayer, un equipo de psicólogos comenzó con los peritajes a los niños que supuestamente sufrieron maltratos por parte de las docentes. Las estudios no se hacen en Cámara Gesell, como se había planteado en un primer momento, sino que son entrevistas simples que se efectúan a las presuntas víctimas por el Cuerpo Técnico Auxiliar del Fuero Penal Juvenil de San Isidro.
"Entendemos que hay una responsabilidad más allá de las docentes. Acá se logró destapar una olla. En esta situación fallaron los controles. El Estado, municipal, provincial o nacional, falló en el deber de controlar. Tenemos que trabajar en conjunto para que esto no vuelva a suceder", agregó Hernayes.
Antes de descubrir comportamientos extraños en su hija, Hernayes decidió enviarla al jardín Tribilín con un iPod que tenía encendido el grabador de voz en la mochila.
El resultado fue un audio de cuatro horas donde quedó registrado el horror que vivían los niños en el jardín maternal.
"Callate Catalina, callate, guay que vayas a decir cualquier huevada a tu casa" y "¡No me hagas enojar porque vas a terminar mal, abrí la boca!", fueron sólo algunos de los gritos que quedaron registrados en el grabador del iPod de Hernayes.
A los pocos días de que se presentara la denuncia de los padres, el fiscal ordenó un allanamiento en el jardín Tribilín. En el procedimiento, la policía bonaerense secuestró documentación y los discos rígidos de la computadora para buscar más pruebas del presunto maltrato.
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