Prohíben a un motochorro conducir vehículos durante dos años
Leandro Bazán, el motochorro que en un lapso de tres horas robó nueve teléfonos celulares en un raid delictivo que comenzó en Palermo y terminó en Flores, fue condenado a la pena de tres años de prisión en suspenso. Pero lo inusual del fallo no es que no irá preso, sino que se le prohibió conducir cualquier tipo de vehículo durante dos años.
Así lo estableció el juez Domingo Altieri, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°18, que estuvo a cargo del debate en un proceso unipersonal. El Ministerio Público estuvo representado por el fiscal Guillermo Morosi.
El juicio, que terminó ayer, fue por dos casos anteriores a aquel raid delictivo, ocurrido el 7 de septiembre pasado. Bazán llegó al banquillo de los acusados por dos hechos ocurridos el 13 de abril último en Núñez y en Palermo, donde se apoderó de dos iPhone X. Ese día terminó reducido por una de las víctimas, que se "colgó" a la parte trasera de la moto cuando arrancó para escapar e hizo que el delincuente se cayera al suelo, donde logró retenerlo hasta que llegó la policía.
Ese día, en el morral que le secuestraron a Bazán, además de los dos iPhone X personal de la Policía de la Ciudad encontró otros nueve teléfonos celulares que, se supone, también habían sido robados, explicaron fuentes judiciales.
Fuentes del TOC N°18 dijeron que la causa, a pesar de la condena, volvió al juez de origen, Pablo Ormaechea, para que se continúe la investigación con respecto al origen de los nueve celulares que le secuestraron a Bazán del morral.
Según informó la página de noticias de la Procuración General de la Nación, www.fiscales.gob.ar, Altieri le fijó a Bazán el cumplimiento por tres años de una serie de reglas de conducta, entre las que incluyó fijar residencia y someterse al control de la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal. El fiscal Morosi había solicitado que ese período fuera de tres años y seis meses. Además, joven deberá cumplir 144 horas de tareas comunitarias en una sede de Cáritas.
Después de los hechos de abril pasado por los que ayer fue condenado, Bazán volvió a estar imputado en robos en la modalidad de motochorros. Se trató del raid delictivo del 7 de septiembre de 2018. Esos robos se descubrieron de forma fortuita cuando la moto que conducía protagonizó un choque contra un auto en Villa Urquiza.
A la espera del juicio por los casos de abril en libertad, Bazán, según los expedientes judiciales, protagonizó un nuevo golpe a repetición. Entre las 19 y las 21.50, nueve atracos en Agronomía, Parque Chacabuco, Caballito, Palermo, Montserrat, Floresta y Flores, en los que se alzó con celulares de las marcas Samsung, LG, Motorola, Huawei y un iPhone.
El raid terminó en Villa Urquiza cuando Bazán fue embestido por una joven de 19 años que terminó indagada por lesiones culposas. Bazán se fracturó una rótula y el fémur de una pierna.
Todos los teléfonos móviles robados fueron descubiertos cuando la Policía de la Ciudad secuestró un bolso que Bazán llevaba al chocar, 40 minutos después del último robo, en Flores. Al principio se lo consideró víctima del accidente, pero casi de inmediato fue acusado por el robo de celulares. Sin embargo, fue liberado pocas horas después y se fue a su casa directamente desde el hospital.
"Según pudo reconstruir el personal policial que llegó al lugar del accidente, mientras estaba tendido en el suelo Bazán gritaba: ¡Que se lleven el bolso, el bolso negro que se lo lleven!, y después apareció una mujer que quiso tomarlo, pero cuando los uniformados le dijeron que ese material estaba secuestrado, se fue", sostuvo una fuente judicial. En el bolso en cuestión estaban todos los celulares robados.
Por ese hecho, el juez Ormachea lo procesó sin prisión preventiva. El fiscal José María Campagnoli apeló la decisión del magistrado de no disponer la detención.
"Se considera que debe ser ordenada la prisión preventiva de Bazán para garantizar la efectiva aplicación del derecho sustantivo ahora que se agravó su situación procesal en atención a la gran cantidad de episodios que se le endilgan, a la importantísima pena en expectativa a la que se encuentra expuesto y a los antecedentes criminales que registra. Todo lo cual da cuenta de sus condiciones personales y de la existencia del riesgo procesal de fuga", afirmó Campagnoli en el recurso de apelación.
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