Saldaño pidió ayuda a la Cancillería para salir del "corredor de la muerte"
El cordobés fue sentenciado en Texas por un asesinato cometido en 1995 y su abogado envió la semana pasada una solicitud especial a Faurie para conseguir "un apoyo político más fuerte"
CÓRDOBA. "Si el año que viene esto no cambia, voy a pedir que me maten... No aguanto más". Eso le dijo Víctor Saldaño, el cordobés que lleva 21 años en el "corredor de la muerte" en Estados Unidos, a su madre. El gobierno de Estados Unidos no se hizo eco del pronunciamiento, realizado hace un año, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que planteó, entre otros puntos, la falta de un juicio justo. Y la semana pasada el abogado de Saldaño le pidió al canciller Jorge Faurie un "apoyo político más fuerte" en el caso.
Lidia Guerrero, la madre de Saldaño, pudo visitarlo el mes pasado en la Unidad Allan Polunsky de Texas durante cinco días, en encuentros de cuatro horas por jornada. Se vieron cristal blindado de por medio, sentados en cubículos pequeños. Pudo ingresar sólo con monedas -hasta US$ 20- para comprar bebida y comida en las máquinas de la cárcel. Esta vez, incluso, madre e hijo no pudieron tomarse su foto anual.
El 25 de noviembre de 1995, Saldaño y su amigo mexicano Jorge Chávez, borrachos, entraron en un negocio en las afueras de Dallas y encañonaron al vendedor Paul King; luego lo llevaron a un bosque, donde fue encontrado el cuerpo. En 1996 el cordobés fue condenado a pena de muerte y Chávez, a perpetua; la sentencia fue revocada por la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos en 2000 por "vicios racistas". Luego, Texas sancionó la llamada "ley Saldaño", que prohíbe invocar cuestiones de raza en los procesos penales. Y en 2005 otro tribunal lo sentenció por segunda vez a la pena de muerte.
En la nota dirigida al canciller Faurie se mencionó especialmente a los funcionarios de la Cancillería que se "comprometieron con nosotros en estos 20 años, más allá de sus posiciones políticas partidarias", según quedó consignado en ese escrito, en el que figura el agradecimiento a Horacio Wamba, Jorge Taiana, Diego Guelar, Leandro Despouy, Juan Pablo Cafiero, Rogelio Pfirter, Eduardo Zuain, Susana Malcorra y, "de manera particular", a la Dirección de Contenciosos Internacionales de la cancillería argentina, a cargo de Javier Salgado.
"Confiamos y le pedimos que continúe en esta línea de apoyos políticos y jurídicos", se agregó.
Respaldo papal
También se recordó que el papa Francisco, "de manera expresa", apoyó la posición de la familia del cordobés condenado a muerte al recibir a su madre en dos audiencias y que "introdujo el caso Saldaño en sus reuniones con el presidente de los Estados Unidos". En la carta también le solicitaron al canciller un "apoyo expreso" ante la CIDH para que se denuncie a Estados Unidos por "incumplimientos de las decisiones de fondo tomadas en el caso y en las cautelares".
En diálogo con LA NACION, Guerrero contó que en su última visita vio a su hijo "sin bañarse, barbudo, con el pelo largo, seguramente por decisión de él, porque está deprimido, medicado; como quería una foto, le pedimos que se pusiera mejor; después nos explicaron que las fotos se pueden sacar sólo los lunes y martes".
Contó que Saldaño no pregunta sobre sus amigos y familiares. "Él no pregunta nada. Hablamos de la Biblia, que él lee y que le da fe". Y agregó: "Sé que está en manos de Dios; espero un milagro. No sé si porque soy madre, pero siento que no lo van a matar. Ya son muchos años, lo que sostiene es la fe".
Para la CIDH -que tratará el caso en su primera sesión de 2018 en Bogotá-, en el caso se cometió una "violación del derecho a la igualdad ante la ley, como parte del derecho de justicia, toda vez que la raza y el origen nacional" de Saldaño "jugaron un papel central". Se cuestionó, además, que en el segundo juicio se mencionase el deterioro de la salud mental de Saldaño para determinar su futura peligrosidad: "Fue el resultado de los más de ocho años que ya llevaba en ese momento alojado en el pabellón de condenados a muerte, en condiciones crueles e infames".
En forma paralela a la gestión reclamada a la Cancillería, Saldaño revocó el poder a Jonathan Miller, el abogado asignado de oficio: "Desconozco las razones que lo llevan a ir en contra de mi expresa voluntad y en contra de las decisiones de la CIDH".
Guerrero, en tanto, recordó que es la tercera vez que su hijo pide ser ejecutado. "Qué le voy a decir; hemos hecho todo lo posible. Que crea en Jesús me reconforta".
Se realizará mañana una reunión clave
Mañana se reunirá en la Cancillería el grupo de seguimiento del caso de Víctor Saldaño para determinar una línea de trabajo tras el nuevo pedido de apoyo presentado por la defensa del cordobés, condenado a muerte en Texas por un asesinato cometido en 1995. "El gobierno argentino ha venido apoyando a Saldaño tanto ante la justicia estadounidense -a través del concepto de amigo del tribunal- como políticamente ante el gobierno de los Estados Unidos y ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos", expresó una fuente gubernamental que está al tanto de la nueva solicitud. En ese escrito se pidió el acompañamiento de la Cancillería para conseguir que los EE.UU. cumplan la exigencia de la CIDH y que Saldaño sea trasladado a un instituto psiquiátrico en la Argentina.
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