"Tenía un nudo en la garganta", dijo el chofer de la combi que trasladó al turista asesinado

Enrique Piacampo, el chofer de la combi donde viajaba la familia de turistas británicos que fue atacada por delincuentes cuando llegaba al Faena Art Hotel, en Puerto Madero, afirmó que el asesino de Matthew Charles Gibbard efectuó un primer disparo hacia una de las víctimas, pero que el proyectil no salió y aclaró que durante el viaje desde el aeropuerto internacional de Ezeiza y hasta que comenzó el asalto no vio "nada raro".

"No sabía qué decirles en ese momento porque tenía un nudo en la garganta. Fueron cuarenta segundos, pero para mí fue mucho más tiempo", sostuvo el chofer, en una entrevista con Telefé Noticias.

El conductor de la combi relató cómo se contactó con sus pasajeros y la secuencia del ataque iniciado inmediatamente después que los pasajeros descendieran para hospedarse en el hotel.

"Contactamos a los pasajeros con un cartel impreso con los datos que nos pasa la agencia. Me presento cordialmente, los llevo hasta la combi, cargamos el equipaje y vamos al hotel", recordó.

Según el chofer, la impresión que tuvo de Gibbard, de 50, años, y de los otros cinco turistas fue la de una "familia normal que venía a pasar unos días a Buenos Aires".

Piacampo describió que desde el aeropuerto de Ezeiza hasta el Hotel Faena de Puerto Madero "fue un trayecto rutinario" y que no notó "nada raro" ni que estaba siendo seguido por dos autos y una moto.

"Al llegar al hotel abrí la puerta lateral para que empezaran a bajar y di la vuelta para sacar el equipaje. Primero iba a bajar la silla de ruedas de la señora mayor. Abrí las dos puertas, bajo primero la maleta que había arriba de la silla y el maletero me la saca y se va adentro del hotel", relató el chofer e indicó que en ese momento comenzó el asalto alrededor de él.

Maleta y reloj

"En la acción escucho las palabras 'maleta' y 'reloj', pensado que era otro empleado del hotel que venía a ayudarlos (…) No llegué a ver al delincuente porque vine hacia atrás y no tengo vista hacia adelante", continuó.

El chofer explicó que recién se dio cuenta que era un asalto cuando vio al "chorro apuntándole al pasajero" y que ahí atinó a cubrirse detrás de "las puertas" de la combi.

"Ahí veo que el primer disparo no sale y que el pasajero, pensando que el arma no tenía balas, sigue forcejeando con los chorros", señaló y añadió: "Yo traté de cubrirme, quería que pasara rápido, que fuera solo un robo y no que termine de esta forma."

"Fue un momento muy complicado, estaba shockeado", recordó el chofer, quien contó que tras el asalto la señora de la silla de ruedas [la esposa de la víctima] y el otro hijo de Gibbard "quedaron abrazados adentro de la combi".

"No sabía qué decirles en ese momento porque tenía un nudo en la garganta (…) Fueron cuarenta segundos, pero para mí fue mucho más tiempo", concluyó.

Ayer fue detenido el presunto asesino del turista británico. Fue apresado junto con dos cómplices cuando viajaba en un ómnibus por Salta hacia la frontera con Bolivia. Se trata de Ángel Eduardo Lozano Azuaje, alias Cachete.