Un debate similar en Parque Leloir
Calles parcialmente cerradas en Parque Leloir, ésa es la cuestión que hoy divide a los vecinos del imponente barrio de Ituzaingó.
Siete años atrás, la iniciativa se había propuesto para reordenar el tránsito en la zona. Pero en la actualidad, y tras la preocupación por la creciente ola de inseguridad que acecha a los vecinos, la discusión se renovó con el argumento de que las macetas en los caminos evitarían el fácil acceso de los delincuentes.
A mediados de este año, la Municipalidad de Ituzaingó publicó un decreto en el que comunicaba que, tendiente a llevar adelante en la zona denominada área ecológicamente protegida (Parque Leloir) un prueba piloto del "Sistema de Reordenamiento del Tránsito" por motivo de seguridad pública, abría un "registro de oposición" para que los propietarios del barrio que no estuvieran de acuerdo con la medida lo dejaran asentado.
Según indicó a LA NACION el secretario de Gobierno local, Alfredo Almeida, "de los 3000 frentistas sólo 100 se pronunciaron en contra de los reductores de velocidad".
Pero María Sol, una vecina, dijo que no hubo más personas anotadas porque "no querían dejarle a la Municipalidad una copia de la escritura, como era uno de los requisitos".
De una manera u otra, el barrio no tiene hoy ningún elemento que impida la circulación por sus calles, salvo el mal estado de mantenimiento de los caminos de tierra, según comprobó LA NACION.
La iniciativa para dificultar el paso en las calles del barrio se había originado en 2007, pero volvió a quedar en el ojo de la tormenta a fines del año pasado cuando, entre septiembre y noviembre, se sucedieron violentos asaltos y entraderas en la zona.
"Algunos vecinos retomaron la idea de colocar maceteros en algunos caminos para impedir el tránsito de los delincuentes", contó Beatriz, que lleva más de 15 años en Parque Leloir. Como ella, son varios los lugareños que no consideran que la medida sea efectiva.
Almeida sostuvo que el barrio "jamás se va a cerrar" y destacó que la medida propuesta nació de un grupo de vecinos del barrio "preocupados" por el tema de la inseguridad. Alicia Angiono, de la organización local Madres y Familiares de Víctimas, reclamó, por medio de una carta, al jefe comunal, Alberto Descalzo.
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