Un policía dijo que lo habían baleado ladrones, pero en realidad le disparó un narco al que él quiso robar
En el inicio de la investigación se dio por hecho que el agente de la policía local de La Matanza Darío Montiel había sido asesinado el 20 de febrero pasado por cuatro ladrones en un intento de robo. Pero nueva información provocó un vuelco dramático en la pesquisa y avizora un escándalo de proporciones: él y un excompañero que había sido exonerado de la fuerza, Martín Ruiz Díaz, fraguaron un allanamiento con la intención de robarle a un narco; el falso procedimiento derivó en un tiroteo que a Montiel le costó la vida dos días después.
Esta madrugada, la policía bonaerense arrestó al exagente Ruiz Díaz. En los allanamientos se le secuestraron el celular, ropas y una moto, además de otros elementos que podrían ayudar a dilucidar las conexiones entre el policía exonerado y su compañero asesinado. Ruiz Díaz se negó a declarar.
Según el parte policial del día del hecho y las declaración posteriores del propio Montiel, que aun malherido pudo declarar, aquel miércoles de febrero, en el cruce de Crovara y Colonia, en el barrio San Alberto, cuatro delincuentes se bajaron de un Volkswagen Vento negro y, sin que mediara motivo o provocación alguna, le dispararon a matar. Supuestamente, minutos después de ese presunto ataque Ruiz Díaz pasó por el lugar en una moto.
Montiel alcanzó a balbucear que el exagente lo reconoció, lo levantó e inmediatamente lo trasladó al hospital Alberto Balestrini. El agente malherido quedó internado y le extirparon un riñón junto a la bala que le había ingresado en el abdomen. Parecía que su evolución era favorable, según se describía en los partes médicos. Pero dos días después, Montiel murió.
Con el correr de la investigación judicial, aquella primera versión del ataque durante un presunto robo fue descartada. Era un relato ficticio, no solo en cuanto a las circunstancias y motivos de los disparos, sino, incluso, sobre el lugar del hecho. A Montiel no le habían disparado en un robo en el barrio San Alberto, sino que lo habían herido gravemente, por otro motivo, en villa Palito.
Lo inquietante, según fuentes de la investigación, es que la seccional que tiene jurisdicción sobre villa Palito no informó el hecho relativo al ataque a Montiel, aunque sí armó un sumario sobre las heridas recibidas por un presunto narco paraguayo. En realidad, habían sido baleados en el mismo hecho: en rigor, se tiraron el uno al otro.
Con la confirmación de ese último episodio esclarecedor a partir de un testigo que identificó a los policías en el lugar del hecho, los detectives a cargo de la pesquisa descifraron el derrotero de lo sucedido ese 20 de febrero. Montiel y Ruiz Díaz, a bordo de una moto, llegaron hasta una casilla de villa Palito. Vestían de civil y se sentían seguros.Tenían un plan: "mexicanear" a un "pesado de la Palito", aquel narco paraguayo (cuya identidad, por razones procesales, se mantiene en secreto).
Sacaron sus armas y, envalentonados, enfilaron hacia la puerta marcada. La abrieron de una patada e irrumpieron al grito de "¡Allanamiento! ¡Policía! ¡Larguen toda la guita!". Pero, en la penumbra del "rancho", atronó un disparo. Y, detrás de esa detonación, fuego en una y otra dirección, hasta que un proyectil atravesó el abdomen de Montiel, que cayó dentro de la casilla.
Según confiaron a LA NACIÓN fuentes de la investigación, Ruiz Díaz sacó a Montiel entre medio del intercambio de disparos y lo subió a la moto. Mientras escapaban planearon la coartada para ocultar esa maniobra que se había complicado. Antes de llegar al hospital el exagente frenó un patrullero que circulaba por la zona y subió al herido luego de desplegar el libreto que habían esbozado minutos antes. A toda velocidad, el móvil policial llegó al hospital. Ruiz Díaz -que fue exonerado por una causa de falsificación de documentos- los seguía de cerca en la moto.
Montiel, según trascendió de la declaración de los testigos que lo vieron ingresar al hospital Balestrini, gritaba sin cesar que cuatro delincuentes lo habían herido. No contó con que, justo detrás suyo, llevaban al mismo lugar, también herido de bala, a uno de los narcos a los que él y Ruiz Díaz habían querido robarle.
Un dato llamó la atención de los investigadores: a la banda narco de villa Palito habían querido robar 600.000 pesos del mismo modo un mes antes. Los detectives buscan dilucidar si hay alguna conexión entre Montiel y su compañero con ese hecho.
Voceros judiciales explicaron que inicialmente la investigación estuvo a cargo de la fiscal Andrea Polin, aunque tras la muerte de Montiel el caso fue derivado a la fiscalía de Homicidios del departamento judicial La Matanza.
Según detallaron las fuentes, la fiscal Polin, ante esta situación, le pidió a un comisario de la zona que le llevara el sumario policial del tiroteo en villa Palito al fiscal de Homicidios Claudio Fornaro. Ese expediente nunca llegó a destino.
En tanto, se requirió que el proyectil homicida y las pertenencias de Montiel fuesen llevadas a los laboratorios de la sede judicial de Lomas de Zamora para la realización de peritajes. Pero, según explicaron las fuentes consultadas por LA NACIÓN, el celular de Montiel desapareció y la bala extraída del cuerpo del policía permaneció en un "agujero negro" durante algunas horas. Inicialmente, la Policía Científica bonaerense no informó en la causa sobre ese proyectil porque estaba perdido. Hasta que repentinamente apareció.
Además, se pidió la exhumación del cuerpo del agente para realizar una nueva autopsia.
Más leídas de Seguridad
Tiroteo en La Matanza. Detuvieron a uno de los motochorros que quisieron matar a un policía para robarle la moto
Inimputable e incorregible. Uno de los menores detenidos por el robo en el paso bajo nivel ya fue arrestado 66 veces
“Lazos familiares”. Natalia Sandberg, la genetista que aplicó una novedosa técnica para encontrar por su ADN al asesino de Lola Chomnalez